𝑫𝒐𝒔 𝑶𝒗𝒆𝒓𝒍𝒐𝒓𝒅𝒔~| ᴀʟᴀsᴛᴏʀ X ᴛᴜ

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Al parecer luego de tomar el café me quedé varada en el pasillo escuchandoles, tenía esa manía, contaban cosas idiotas, sin demasiado sentido, pero se seguía sintiendo como una conversación real ¿Como ellos podían ser tan reales? Seguía sin entenderlo.

Probablemente habrían pasado varios minutos, o tal vez una hora. No lo sabía, no tenía noción del tiempo.

Estuve analizando varias opciones que hacer hasta que me decidí por una.

No hay nada mejor que ver cómo Vaggie sufre con el papeleo, es un hobbie bastante divertido.

Sonreí ya decidida sobre cual sería mi próximo paso.

Con un simple ademán teletransporte la tasa vacía hacia la cocina, me daba algo de pereza llevarla devuelta.

Realmente odio a esa polilla, si no fuera por Charlie ya estaría 12 metros bajo tierra, supongo que debo tomar sacrificios y no matarla. Espero que Alastor haga grandes cambios en el hotel, pienso que eso aumentaría el papeleo a gran medida, le daría las gracias si eso pasara.

Lo irónico es que la lesbiana odia el papeleo, así que solo lo hace por su linda y querida amiga Charlie, que imbécil.

Finalmente llegué. No me molesté en tocar así que simplemente entré.

La polilla estaba mirando los papeles con frustración, bastante molesta mientras jugaba con la lapicera mirando aún los papeles.

Dí unos toques a la mesa para llamar su atención puesto a qué no me había notado.

—¿Que mierda quieres? ¿Vienes devuelta a joder?— Pareció prestarme su atención mientras que se veía que me miraba simplemente de reojo

—Puedes fijar tus dos ojos en mi, ah es cierto— hizo un ruido de molestia dejando los papeles de mala gana mirándome.

—¿Eres siempre así de cagona o solo cuando no está Charlie?— Puta regalada.

—Acaso tienes que meterla en toda la mierda que haces, déjala tranquila, ¿Acaso no ves que no te soporta?— Seguia manteniendo mi sonrisa. Ella arrugó unos papeles que tenía en su mano.

—Acaso no te has visto, nadie te soporta— Rodé los ojos empezando a enojarme

—Empiezo a pensar que todas las polillas son imbéciles y putas regaladas, Tal vez haya una conexión—

—Para ser un Overlord te comportas como un maldito infante, hija de perra— Me acerque un poco más a ella ya enojada.

—Por lo menos tengo un título, tu solo tienes el título de ser la perra obediente de la princesa—

—El título de ser una jodida molestia en este hotel ¿Acaso te importa una mierda la redención? Deja de fingir que estás aquí por aburrimiento y muestra de un vez la mierda de persona que eres.— Tantee el cuchillo que se encontraba en mi bolsillo.

—No es como si a ti te importara esa estupidez de la redención, seamos sinceros tu solo estás aquí para ver si te puedes cojer a Charlie— Se paró de su asiento acercándose hacia mi enojada. —Uh Oh—Jugue con el tono de mi voz —¿Que vas a hacer? ¿Golpearme?— Sonreí era algo obvio que por mucho ir quisiera hacerlo no podía, no tenía suficiente fuerza ni poder como para hacerme daño, solo era un miserable pecador más al lado mío.

—¡Claro que me importa!— Al parecer logré enojarla más de lo que pensaba.

—Claro, solo a imbéciles como tú podría importarles eso, vamos dile lo que sientes suicida, o acaso sabes muy bien que lo único que vas a hacer es quedar en ridículo ¿Quien podría amar a un ser tan miserable como tu? Ni siquiera la tan amable princesa podría hacerlo— Finjí una mueca triste

—¡No es como si supieras como se siente amar a alguien anoréxica de mierda!—

—¡Oh Oh! Eso debió doler—...

Me abalancé sobre ella poniendo mi cuchillo en su cuello, un solo movimiento y su vida acabaría, quería asesinarla.

Quiero asesinarla.

—Puedes insultar a todos pero ellos no pueden decirte nada, deberías suicidarte maldita hipocrita— Eso lo dijo Vaggie¿?

Una lapicera calló al suelo, dirigí mi mirada hacia donde provino el ruido, Charlie estaba estática.

—¿¡Que estás haciendo!?— Lucía molesta conmigo.

Solté a Vaggie bruscamente

—Sabes que lo que te digo es cierto— Me fuí de la habitación dando un portazo.

Escuché a Charlie algo enojada conmigo y preguntándole a Vaggie si estaba bien.

Era demasiado impulsiva, pero no podía hacer nada para cambiarlo.

Miré mi teléfono viendo bastantes mensajes de mierda, ignoré estos apagandolo nuevamente, subí hacia mi habitación a paso lento, para mi buena suerte no me topé con ningún rechazado social en el camino.

Cerré la puerta cuando entré en mi habitación, me tiré en la cama mientras encendía un cigarrillo, corría el riesgo de incendiarme pero, mierda, a los demonios no les afectaba el fuego.

Luego de un par de horas sentí unos golpecitos en mi puerta y una voz hablar llamándome.

—¡Kunai! ¡Charlie dice ya está lista la comidap!— Era niffty. Su voz energética resaltaba como siempre.

Entre abrí la puerta para solo dejar pasar mi rostro para responderle a Niffty.

—Bien, ya voy—

—¿¿Me dejarás entrar a tu habitación??—Saltó alegremente sobre si misma.

—No— Murmuré saliendo de la habitación mientras entrecerraba la puerta para que ella no pudiera ver el interior de la habitación.

No quería que lo viera, estaba jodidamente desordenado, era  casi imposible caminar en mi propia habitación y estaba demasiado oscura. Ya estaba acostumbrada, Angel Dust también, no había dejado que nadie más viera mi cuarto.

La frutilla hiperactiva hizo un ruido de tristeza y luego volvió a sonreír acompañándome hacia la cocina.

Algunos ya estaban sentados en la mesa, me senté al lado de Angel, ví al gato bebiendo ya sentado en la mesa, desvíe mi mirada viendo como la princesita se sentaba y Vaggie hacia lo mismo, claro que la lesbiana mirándome algo enojada por lo que pasó, que le jodan.

El rarito hizo aparición sirviendo la comida y se siento al lado mío, hijo de puta, si se sienta al lado mío puede pegarme lo de rechazado social.

Le dí una mala mirada la cual el me contestó con una sonrisa burlona, cómo se nota la falta de afecto paterno que tiene.

Ya terminé mi huelga semanal, y por falta de imaginación traigo este capitulo corto.

En fin, eh... Buenos días noches o lo que sea