Siempre había sido la misma mierda, pero estaba segura de que el infierno no era tan malo.
Dos overloads sumamente poderosos.
¿Estaban destinados a estar juntos?
Quien sabe.
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Intenté calmarme, no tenía ganas de insultar a alguien más de este hotel de mierda.
Había una charla bastante usual todos hablaban tranquilamente, claro y yo no me uni a la charla, no tenía nada que agregar.
—Parece que no ha tocado su plato señorita, ¿Acaso no le gustó la comida?— El raro de la radio habló, eran claras intenciones de joderme, y tenía razón no había tocado mi comida, igualmente eso no importaba.
~No, sabe a mierda~ Respondí mientras agarraba el tenedor jugando con el, no tenía hambre, nada de hambre.
—¿Como sabría cómo sabe la comida sin probarla cariño?—
~Vete a la mierda, no jodas, no tengo hambre~ Me resultaba bastante difícil no enojarme teniéndolo a el cerca, quería matarlo.
Mi vista se centró en el cuchillo que había en la mesa.
Desvíe mi mirada rodando los ojos.
—¿Acaso quieres matar a alguien más? No te es suficiente nunca— Vaggie agarró el cuchillo de la mesa enojada, seguía enojada conmigo.
Dí una sonrisa que la molestó más ~Tienes suerte, si la princesa no hubiera llegado estarías descuartizada~
—No creas que por tener un título eres mejor que todos nosotros perra—
~Ten cuidado, la próxima vez que me veas tal vez no tengas al lado a tu novia para llorar en su hombro diciéndole cuanto te asusté~
La incomodidad de todos era notable, dí una leve sonrisa.
Alastor pareció querer cambiar el tema —Por cierto olvidé comentarle, ¿Está bien señorita Kunai? Oi un golpe bastante fuerte en su habitación ¿Golpeo algo?— Hijo de puta, si que se nota la falta de afecto paterno en este cuernudo hijo de perra.
Silencio, decidí responder, a medias.
~Acosador de mierda, que mierda hacías estabas atrás de mi puta puerta escuchando, no jodas~
—Simplemente estaba de paso y escuché eso—
~Si claro~
Silencio devuelta.
—Deja a la niña en paz Alastor — Habló el gato borracho con desinterés. Mierda, momento de irme.
—Solo le estoy comentando algo ¿No es así cariño?—
~Vete a la mierda rarito~ El pareció sonreír, desvíe mi vista, me incomodaba que el gato me siguiera viendo, me daba miedo.
—No la asustes Husker— El raro rojo bromeó, hijo de puta, el gato solo se puso a beber alcohol mientras dió un claro sonido de molestia.
—No la asustes— Las voces retumbaron en mi cabeza, pensé que ya se habían detenido.
~Deberias de replantear tener a este hijo de puta en el hotel Charlie~ Hablé cambiando de tema.
