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Kenma esa noche no durmió, simplemente fingió estar dormido ante Sugawara para luego tomar sus cosas con las que pintaria para así dirigirse a la sala, sentandose ahí, comenzando a pintar luego.
Kenma tenía facilidad para dibujar y más en ese momento ya que estaba inspirado, tenía dos ideas muy lindas al respecto. Una donde mostrara mejor el rostro de Sugawara y su hijo, junto a otro que tendría que ver con las flores favoritas de Sugawara.
Tardó un poco más de una hora en dibujar el primer dibujo que era de Sugawara cargando a su hijo en sus hombros, elevando sus brazos mientras ambos se mostraban bastante felices, Kenma al ver eso sintió que se vería bastante bonito, Sugawara quedaría bastante contento.
— Quedó lindo..
Murmuró mientras observaba cada detalle del dibujo. Al ser para Sugawara, quería que fuera completamente perfecto y que no tuviera ningún error.
Dudó unos segundos si pintarlo de inmediato o pintarlo después, pero luego decidió pintarlo. El fondo fue simple, no tenía mucha ciencia; más que nada era una mezcla de tonos blancos, azules y celestes. Cuando terminó el dibujo, lo observó unos segundos. Se veía realmente hermoso, Sugawara en su dibujo se veía bastante feliz junto a su hijo y bueno, imaginar a Sugawara con su pequeño Kou lo hizo sonreír, de seguro suga era una madre realmente buena.. odiaba el hecho de que su alfa hubiera matado a Kou de esa forma tan inhumana solamente por que no era su hijo, debió ser horrible para Sugawara vivir de aquella manera.
Luego comenzó con el otro dibujo el cual tenía más detalles, por lo cual se tardó más.. casi 3 horas aproximadamente, pero el resultado realmente le encantó. Era un campo lleno de flores: margaritas y amapolas. Un fondo en atardecer, con Sugawara y Kou entre medio de las flores. Sugawara elevando a su hijo entre sus brazos, con la luz de atardecer llegando hacia sus cuerpos.
Los dibujos ya habían terminado, ya estaban listos.. Kenma se sintió realmente orgulloso de los resultados finales y se aseguraría de que Sugawara le encantaría.
— Ah.. por fin, viernes.
Vió la hora, le quedaba una hora aproximadamente para dormir, por lo cual tomó sus cosas y las devolvió a su lugar, para luego acurrucarse en los suaves brazos de Sugawara, quedandose dormido a los minutos después. Estar con sugawara hacia que todo su cuerpo se relajara pues era su lugar seguro en ese momento, era como su pequeño nido por así decirlo.. debido a que nunca pudo tener uno gracias a Kuroo y ahora ya no lo encontraba tan necesario, Sugawara era su lugar seguro en ese momento.
Mientras Kenma dormía, la hora ya había pasado por lo cual Sugawara despertó a Kenma con suavidad.
— Cariño, ya es hora de levantarse.
Kenma duró unos segundos antes de despertarse por completo, y ahí fue cuando miró a Sugawara, para luego estirar sus brazos y abrazarlo con fuerza.
