#73.

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Kuroo miró la situación en silencio. Golpe tras golpe comenzaba a demostrarse frente a el y por alguna razón.. Sintió miedo.

" ¿Qué hago..? esto me da miedo.."

La niñez de Kuroo, estuvo lleno de golpes hacia su madre. Nunca reaccionó a eso, solía irse y quedarse mirando como si fuera la cosa más normal del mundo, como si simplemente se estuvieran saludando.. ¿Por qué ahora le daba miedo? no entendía nada, ni la razón por la que le daba miedo, pero lo hacía temblar.

— Basta.. — Susurró.

— ¡Por tu maldita culpa Kuroo es un inservible y sensible! ¡Debe ser fuerte e insensible! No como un puto omega.

Era golpe tras golpe. Comenzó a ver sangre salir de la boca de su madre, pero aún así su cuerpo se mantenía inmóvil. Reaccionó con un pequeño llanto, dejando caer una pequeña lágrima que recorrió su mejilla, hasta llegar a su boca. El sabor salado recorrió su boca, y así fue como reaccionó.

— ¡Basta! — Gritó.

Kuroo era alguien con fuerza, y terminó por darle un gran golpe a puño firme en su rostro, logrando por haberlo caer contra un mueble. No estaba firme de sus pies, así que no fue muy difícil hacer que caiga, dejando al hombre en el piso..

— A-ah.. — Observó a su madre.

— Kuroo.. N-no.. — Negó, sabía lo que venía.

Kuroo nunca había desafiado a su padre. Cabeza baja asintiendo a todo, sin queja alguna y solamente obedecía a sus ordenes.. Era la primera vez que hacía algo, contra su explosivo padre.

— No la golpearás nunca más.

Su voz se demostraba temblorosa. Era obvio que tenia miedo, pues si de por si el mismo era alto y fuerte, su padre lo era el doble.

— ¿Y tu quién mierda eres para decirme eso? Tu..

Se levantó. El lugar se llenó de fuertes feromonas de un alfa, las cuales terminaron dejando inmóvil a la mujer y al mismo Kuroo, algo mareado. Jamás había sentido ese tipo de feromonas de su padre.. Así que se sentía algo nervioso. Era su padre, pero su fuerte aroma, lo había mareado.

— Dije que no volvería a permitir que golpearas a mi madre.

— ¡No me mandas, Kuroo! Yo aquí.. Tengo el poder.

Lo tomó del cuello, levantandolo así. Frunció el ceño, comenzando a ahorcar a Kuroo.
En ese momento Kuroo se sentía pequeño. Recordaba aquellos momentos donde su padre corregía sus actitudes para ser un mejor alfa.
Comenzaba a quedarse sin aire, intentando soltarle. El que lo estuvieran ahorcando y las sofocantes feromonas lo estaban haciendo cada vez perder más la consciencia.

Por el lado de la madre. Estaba sumisa ante las feromonas de su alfa. Tenía miedo, claramente lo tenía y siempre lo tuvo, en especial de el aunque mucho contacto con el exterior no había tenido. Su vida se basaba en cuidar a Kuroo, y ahora a el pequeño bebé que tenia; hermano de Kuroo.

Su madre veía como su hijo era maltratado.. Nuevamente. Sabía lo bestia que podría ser ese hombre, y por eso intentó criar a Kuroo de una forma diferente, pero siempre las palabras del padre solían sobresalir ante la voz de la pequeña mujer, quien terminaba por agachar la cabeza.

— Oh, Dios.. Callate, mujer. ¿Qué mierda le estás enseñando a Kuroo? — Ladeó su cabeza. — No podrá ocultarse en tus faldas, tendrá que aprender a ser fuerte.. No a ser un inservible como tu.

Su madre cayó al piso, luego del empujón del hombre. El pequeño Kuroo solo fue con su padre y poco se preocupó por su madre.

Kuroo nuevamente terminó siendo inservible. Se sintió inútil.. Eran pocas las veces que se sentía así y realmente lo odiaba.

— ¡Suéltalo!

Se escuchó un grito, más vidrios quebrar. Kuroo cayó al piso, intentando retomar su respiración pues por poco y terminaba sin consciencia en ese lugar.

— Kuroo.. Hijo. —Le ayudó a levantarse.

El padre de Kuroo estaba en el suelo. La sangre comenzaba a correr, junto a los pequeños pedazo de vidrio que había al rededor. Era el momento para hacer algo.

" Hinata.." Fue lo único que pensó Kuroo en ese momento. El lo ayudaría.. Lo ayudaría, ¿no?
Tomó rápidamente un papel para anotar una dirección. Luego se lo entregó a su madre.

— Ve a esta dirección. No está muy lejos.. ¿Recuerdas a Hinata? Jugaba con el cuando era pequeño. — Acomodó su pelo, rápidamente. — Ve con el.. Yo me encargo de papá.

— ¿Y..?

— Yo cuidaré a mi hermano. No te preocupes.

Vería que hacer. Sabía que cuando despertara, todo seguiría igual que siempre.. La mataría si la volviera a ver, y por primera vez, tuvo el miedo de perder a su madre. Por primera vez se dió cuenta lo que sentía su madre y claro, no se mostraba tan débil.

Tranquila.. Todo estará bien.

¿Cuantas veces Kenma deseó escuchar esas palabras de Kuroo? Bastantes. Solo quería escuchar que todo estaba bien, pero bueno, ya es tarde para decirle aunque claro, podría mejorar y dejar de ser ese idiota alfa, pero el daño ya estaba hecho, siendo imposible de remediar. El corazón de Kenma ya estaba roto, roto y sin vida.

Continuará..

¿Desarrollo de pj? No importa, kuroo te odiamos 👎

Un sentimiento de culpa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora