#54.

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— Te iremos a dejar y en la noche te pasamos a buscar

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— Te iremos a dejar y en la noche te pasamos a buscar.

Hinata tomó las mejillas de Kenma para así moverlas de un lado a lado, sonriendo.

— Ow, eres tan lindo Kenmitaa. ~

— Tienes razón..  eres muy lindo Kenma. — Theo rió.

Kenma solamente se quedó callado, riendo con suavidad, negando con su cabeza.

— Debo irme.. Sugawara está solo y cuidar a un niño solo no es fácil, aparte me gusta ayudarlo. — Sonrió.

—  Okey, vamos. Haz pequeños papelitos... si puedes, ¡llevaré pintura! — Habló con emoción.

— No lleves fuego.. no aún. — Soltó una pequeña risa Theo.

Ambos asintieron y luego salieron de la casa. Se fueron caminando hacia la casa de Kenma, la cual afuera estaba Kuroo, esperandolo. Estaba enojado, bastante enojado, podían olerse esas feromonas que no tardaron en debilitar un poco a Theo y Kenma, en especial a Kenma. Hinata intentó mantenerse bien, se necesitaba bastante fuerza para eso.

— Kenma, ¿podemos hablar?

Aunque su rostro demostrara una cosa, sus feromonas podrían demostrar una cosa con facilidad.

— Debo entrar.. ¿podemos hablar mañana? — Habló con suavidad.

— No, necesitamos hablar ahora.

—  Kenma dice que no puede, ¿por qué no hablan después? — Habló Theo, ladeando su cabeza.

— No deberías meterte.. aparte, ¿de verdad el es tu amigo? es un asqueroso. Te rodeas de omegas asquerosos. — Habló con desagrado.

Theo iba a golpearlo, pero Hinata apretó su brazo con suavidad en señal de que se calmara, aún no.

— No te debería importar de quién ea amigo Kenma, así que.. deberías dejar de hablar y dejarlo en paz, ¿sí? — Miró a Kenma. —  Ve y entra, nos vemos mañana en el colegio. ~

Ven acá, Kenma. Atrás ustedes dos, omegas.

Kuroo no era nada sin su voz de mando, era obvio. Su solución ante todo era su voz de mano y claramente era repetitivo.
Antes de que Kenma se acercara, Hinata como pudo (aún le afectaba la voz de mando, aunque no era tanto) se acercó a Kenma para detenerlo y luego, Theo golpeó el mentón de Kuroo de un puño, luego de eso golpeó sus piernas haciendo que cayera. Puro haber evitado eso, pero se le hacia divertido ver a las personas caer.

— No con todos te funcionan y al parecer, te ves como un ridículo. — Theo soltó una pequeña risa. — Intenta ocupar otra cosa que no sea tu voz, es patético.

Antes de que Kuroo se levantara para devolver el golpe, Theo aplastó el estómago con fuerza para que se quedara quieto.

— Adiós Kenma y ya sabes.. ¡preparate!

Ser pequeño después de todo, para Theo era una ventaja. Podía golpear desde un punto más bajo.

— Mandale saludos a Sugawara, ¿sí? — Tomó sus mejillas y besó su frente.

Los cuerpos de ambos temblaban, aunque el temblor de Kenma era más notorio, solo quería recibir abrazos de Sugawara y calmarse.
No tardó en entrar, comenzando a buscar con rapidez a Sugawara, estaba en el segundo piso.

...

Kuroo, luego de un tiempo logró levantarse y dirigirse a su hogar.

Eres un asco de alfa, ¡debes dejarlo en paz! no es tu propiedad, solo es tu pareja.. ¡y ni siquiera te merece!

— Callate, cállate..

Fue lo único que dijo antes de entrar, su padre lo esperaba. No tardó en darle una fuerte cachetada la cual lo hizo caer al suelo.

— ¿¡Por qué mierda eres tan débil!? debes ser fuerte, ¡poner orden! dejando que unos omegas te golpeen y haciendo que ese mocoso se fuera sin tu permiso, ¿¡desde cuando eres así!? pensé que había criado a un alfa imponente, pero veo que sólo pareces un omega débil asqueroso.

Kuroo lo miró por unos segundos, se sentía decepcionado de si mismo.

— Quiero que lo traigas después. Ese omega también debe saber que los alfas mandan y si tu no lo haces, ¡yo lo haré! — Habló alto. — Tu madre me desobedeció, ¿sabes lo que sucedió con ella? ahora está en el hospital. Deberías ser así.

Fue su última frase antes de que se diera la vuelta, dirigiendose hacia la habitación donde se encontraba su pequeño cachorro.

— No, no, no.. dios.

Escondió su rostro contra el piso. Sabia lo que venía, sabía lo que sucedería con Kenma y aunque no le dolía importar, sabía que su padre era un monstruo total, el podría matarlo de un solo golpe si es que quería. Sabía de lo que era capaz, era consiente de todos los gritos de las noches en su madre, intentando que parara de golpearla o simplemente dejara de abusar de ella. Sabía que era una relación obligada (como en la mayoría de relaciones) pero simplemente su padre había ido a otro extremo para conseguir a esa omega y aparte de abusar de ella, mató a la pareja de ese tiempo de la mujer, marcandola al instante. Sabia toda esa historia y simplemente se estremecía cada vez que la recordaba.
No quería que su padre le pusiera una mano encima a su omega, ahora el REALMENTE tenía miedo.

...

— ¡Theo! ayudame. Tengo una idea. — Sonrió. — Todos sabemos.. es normal ver a alfas o incluso betas masculinos acosando por las calles, ¿y sabes? tengo fotos de cada uno de ellos. — Habló con emoción.

Su foto más reciente, la había sacado un día en un autobús que iba. Había un hombre de aproximadamente 40 años, o eso demostraba estando por detrás de una estudiante de 14 a 15 años, no podría decir si era omega o beta. El hombre se acercaba a la chica, rozando la parte de su pene contra ella, haciendo sentir claramente incómoda a la chica y a la vez, el pasaba una de sus manos por su cintura.

— Dios..

Hinata sacó su celular y comenzó a hacer como si se sacara fotos a él mismo, pero empezó a sacar fotos de su rostro y a lo que sucedía, guardarlas sería bueno y aunque no sucedería nada con ellos, mostrar su rostro por todos lados y advertir a la gente seria algo bueno.

– ¡Hey! tanto tiempo.. ~

Se acercó a la chica, tomando su mano e intentando darle confianza para poder alejarla.

— Tenemos muchas cosas que hablar y permiso, ¿sí?

Su mirada cambió al ver al hombre.

Alejó a la chica de ahí, llevándola como pudo hacia donde el estaba sentado.

— Gracias.. me daba miedo incluso moverme.. — Bajó su mirada.

Era algo típico y Hinata siempre intentaba ayudar a esas personas quienes tenían miedo de los alfas. En si, casi todos quienes no fueran alfas, les temían.

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Un sentimiento de culpa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora