𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝗗𝗼𝘀

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02
Nadie puede hacer nada si te gusta alguien

Sana la noche anterior se había sentido de maravilla, había besado a Sun-oh porque quería. Pero por la mañana ese sentimiento de satisfacción se fue por completo cuando recibió la llamada de Choi, Jung ya había despertado y se sentía muy culpable por no haber podido llevarla anoche a su casa.

—Deberías invitar más seguido a Sun-oh,— Dijo su padre mientras desayunaban antes de que Sana fuera en busca de Jung.— Es un joven muy agradable.

—Papá, pero si casi no hablaste con el,— Reprochó.

—No hizo falta,— Sana negó volviendo a sumergirse en sus pensamientos.

—¿El te gusta?,— Preguntó su madre haciendo que Sana se ahogase con la comida.

—¡Mamá!,— Sana tomó un poco de agua para poder digerir,— ¿Por qué preguntas eso?

—¿Qué tiene de malo?,— La mamá de Sana se sentó junto a ella.— No es malo que alguien te guste, es justo que tengas algo real después de tener que fingir por más de tres años una relación con Jung, no me malinterpretes querida sabes que todos aquí apreciamos a Jung pero de una manera u otra lo de ustedes no es más que una estrategia de mercadotecnia.

—Si sintiera algo por el no podríamos tener algo,— Sana tomó su plato y lo llevó al lavabo.— Sabes que el señor Li no nos dejará.

—El señor Li no es dueño de tu vida, nadie puede hacer nada si te gusta alguien.— La madre de Sana posó su mano en el hombro de su hija— Sabemos que tu carrera lo es todo para ti, el tener éxito en la vida sin duda es primordial pero algo igual o incluso más importante que el éxito es el amor, si el amor estuviera de más entonces sería algo que todos pasarían por alto y de ser así aplicaciones como Love Alarm no existirían.

—Lo se mamá, es solo que apenas estoy conociendo a Sun-oh así que no voy a rimar una decisión precipitada si no sé si los sentimientos son mutuos, en realidad ni siquiera sé cuáles son los míos.
Ya me voy, tengo que ir a terminar de ayudar a limpiar la casa de Jeong,— Sana tomó la lonchera que su madre le ofrecía con comida para sus amigos.

—Es para tus amigos,— Dijo con una sonrisa.— Hay Kimbap para Jeong en un recipiente, ese niño lo necesitará con la resaca que seguro tendrá.

—Gracias, los veo más tarde.

Sana subió a su auto y no pudo evitar recordar el beso de ayer al salir de su casa, sin duda había sido el mejor beso que Sana había experimentado hasta ahora, jamás se había sentido tan cuidada por otra persona.

[. . .]

Min abrió la puerta de la casa de Jeong abrazando a Sana.

—¿Qué tal anoche?,— Preguntó Min mientras subían las escaleras a la habitación de Jeong.— ¿Todo bien?

—Si, todo bien.

—¿Segura?,— Preguntó Min haciendo que la joven dejara de subir las escaleras.— Sabes que cualquier cosa puedes decirme, somos mejores amigas por algo.

—Claro que si Min,— Sana se sentía culpable por mentirle.— Sabes que no hay secretos entre nosotras.

—Bien,— Min sonrió y ambas subieron a la habitación de Jeong en dónde Jung se mostraba cansado en la cama.

𝐈𝐓'𝐒 𝐘𝐎𝐔 || 𝐋𝐨𝐯𝐞 𝐀𝐥𝐚𝐫𝐦Where stories live. Discover now