Capítulo Tres

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"El milagro de dos personas que se gustan"

—Soy consciente de que estuvo muy mal, de que nos he puesto en riesgo a los dos por esto pero en verdad no puedo evitarlo —Confesó Sana —Y eso es lo que más me asusta. Ayer me encontré con él en el estacionamiento del club insignia y no fui capaz de hablarle porque sabía que terminaría por confesarle todo lo que siento y sentía que lo primordial era primero hablar contigo porque no quiero que tengamos secretos, eres la única persona con la que no los tengo y sé que tú podrás ayudarme a tomar una decisión, porque tú siempre ves por el bien de los dos.

Jung tomó unos minutos para procesar toda la información, por la mañana cuando le abrió la puerta a Sana no tenía ni la más mínima idea de porque estaba ahí tan temprano pero al verla tan ansiosa no tuvo el corazón de decirle que regresara más tarde cuando su cerebro se haya despertado.
Sana no había podido dormir la noche anterior, se la había pasado pensando en Sun-Oh toda la noche y en como arreglaría las cosas, vió todas y cada una de las opciones. Tal vez podía decirle que todo fue un grave malentendido que ese día había tenido un problema con Jung y entonces se dejó llevar por la situación, que la disculpara pero estar con él no era lo que ella quería. Por supuesto eso último era mentira y por eso Sana descartó por completo esa opción, ella quería estar con Sun-Oh, lo sabía con certeza porque aunque no había tenido mucha experiencia en el tema del amor algo le decía que Sun-Oh era diferente a los demás, entonces Sana decidió que no iba a engañarse más a sí misma y se preparó para ir a visitar a Sun-Oh para confesarle sus sentimientos esperando a que fueran correspondidos. Después pensó en Jung y se sintió fatal porque no se le había pasado por la cabeza que a él también le afectaba esta situación como pareja falsa y se sintió fatal por ser tan egoísta. Fue así como Sana terminó de planear su día, primero iría a ver a Jung y le pediría su opinión sobre el tema y después decidido algo iría a comunicárselo a Sun-Oh.

—Pienso que si él te gusta no tienes porque dejarlo ir —Comenzó Jung —Es sabido que personas como tú y yo, personas que están constantemente en el ojo público no son libres de experimentar un amor sincero y a ti se te ha presentando la oportunidad de tener algo verdadero con alguien que te gusta.

—¿Y que haremos con la prensa, con el señor Li, con los fans?

—Pienso que lo más prudente sería que primero averiguaras cuáles son los sentimientos de Sun-Oh por ti y cuáles son sus planes a futuro —Jung se levantó del sofá para preparar algo de café —Ya después cuando salgan por algunas semanas iremos dando la noticia poco a poco, primero obviamente a nuestros amigos con los que creo y espero no habrá problema. Sabemos que no podemos hablar con el señor Li sobre esto, él se pondrá como loco y querrá hacer algo para separarlos así que iremos directamente con el público así ya todos lo sabrán y el señor Li no podrá hacer mucho al respecto. Creo que podemos decir a los fans toda la verdad, diremos que en gran parte el señor Li nos sometió a esto y que nosotros aceptamos porque queríamos hacerlos felices, lo cual es verdad así que no hay manera de que odien a alguno de nosotros porque toda la culpa la tendrá el señor Li y así tendremos lo que queremos, nuestra libertad.

—Bueno creo que al final no era tan difícil —Sana aceptó el café que Jung le ofrecía —Lo hiciste ver muy fácil y yo no pude dormir en toda la noche por pensar en eso.

—No te culpo, el señor Li le da muchas vueltas al asunto para que sintamos que no tenemos más opción —Jung sonrió a Sana.

—Gracias por ayudarme, siempre esperé tener una amistad así, gracias por dármela.

—Sabes que yo haría cualquier cosa por ti —Jung tomó la mano de Sana en señal de apoyo— Además no hay nada mejor que el milagro de dos personas que se gustan.

—Ahora que tendremos nuestra libertad —Sana sonrió de forma pícara —¿Hay alguna chica que te guste?

—No lo creo —Jung negó —Sabes que a veces me cuesta abrirme ante las personas, además tengo mi mente enfocada en otras cosas, ahora que vamos a cambiar de representante me involucraré en proyectos que el señor Li nunca me dejó.

—¿Cómo por ejemplo?

—Pues siempre me ha gustado la música y digamos que no se me da mal cantar.

—Jung eres increíble cantando y lo sabes— Sana apoyó —Estoy segura de que te irá muy bien, en cualquier cosa que te propongas estoy segura que serás el mejor. Por supuesto aunque ahora ya no seré tu novia falsa me gustaría seguir apoyándote porque no dejaré de ser tu mejor amiga.

—Por supuesto que no dejarás de ser mi mejor amiga— Jung abrazó a Sana— Sabes que después de mi madre eres la mujer más importante de mi vida.

Esa plática con Jung le había levantado bastante el ánimo a Sana, ahora se sentía con toda la fuerza para hablar con Sun-Oh directamente y sin rodeos.
Lo había citado en su casa.

—Tu padre y yo tenemos que irnos —Avisó la madre de Sana— Te deseamos suerte.

Cuando el timbre sonó entonces bajo a toda velocidad abriendo la puerta y encontrándose con Sun-Oh.

—Estuve preocupado —Reprochó Sun-Oh —Pensé qué tal vez habías tenido problemas con Jung o algo malo había pasado.

—¿Tienes encendida tu love alarm?— Pregunto Sana, el asintió.— Siempre que abro mi Love Alarm aparece un letrero diciendo "4529 usuarios aman a Sana Bae" si te soy sincera siempre me importa el número y nada solo eso, pero ahora no me importa en absoluto el número, esos 4529 usuarios no me importan ahora. Lo único que quiero es que cuando encienda mi Love Alarm solo una persona me ame porque estoy completamente segura que yo lo hago, me gustas Sun-Oh.

—¿Pero qué hay de Jung? —Preguntó Sun-Oh confundido.

—Mi relación con él es mentira, todo es una estrategia de mercadotecnia pensada por nuestro representante —Confesó Sana— Gracias a eso yo nunca tuve la oportunidad de experimentar el amor real porque si bien Jung y yo nos queremos, es un amor de mejores amigos y nadamás. Pase toda la noche pensando en esto y llegue a la conclusión de que quiero ser feliz contigo Sun-Oh porque como ya te lo dije, tú me gustas. Esos sentimientos surgieron durante nuestra plática en la cocina de Jeong y los confirmé con nuestro beso. ¿Estás listo?

—Lo estoy.

Sana deseó con todas sus fuerzas que cuando encendiera su Love Alarm Sun-Oh la hiciera sonar porque estaba completamente segura que ella haría sonar la de él.
Entonces encendió su Love Alarm e inmediatamente dos campaneos lo dijeron todo, Sana gustaba de Sun-Oh y Sun-Oh gustaba de Sana.

—Tu también me gustas, Sana.

𝐈𝐓'𝐒 𝐘𝐎𝐔 || 𝐋𝐨𝐯𝐞 𝐀𝐥𝐚𝐫𝐦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora