Pequeña Sombra #2

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Solo un montón de cosas tontas que se me ocurrieron :3

Espero que les guste~

MK volvió a su casa, entrando en silencio por la ventana, con un pequeño mono en sus brazos y la mochila llena de algunas cosas necesarias. Se baño, sintiéndose limpio y fresco, poniéndose ropa limpia y peinándose rápidamente, sentándose en el suelo para hacer un pequeño agujero en la parte de atrás en uno de los pantalones que había comprado para el pequeño mono mientras este se bañaba. Cuando lo ayudó a vestirse, asegurándose que el pantalón negro con el agujero para su cola le quedará cómodo, ignorando totalmente la mala cara del más pequeño ante la remera roja con estrellas blancas y ataba los cordones de las zapatillas negras con toques rojos, se dio cuenta de repente de lo que había hecho.

-Rayos...- había traído a quien lo había atacado antes, quien lo había utilizado y le había robado parte de su poder, lo había traído a su casa para cuidarlo en su pequeño estado. Cielos santos, sus amigos estarían tan molestos con él. Abrazo al confundido Macaque contra su pecho, haciendo una ligera mueca, debía decirle a los demás lo que había pasado.

... ... ... ...

Se lo dijo primero a Mei porque es su mejor amiga y ella siempre estaba dispuesta a escucharlo, incluso si hacía alguna tontería. Ella reaccionó tal y como se lo imaginaba.

Chillo con emoción al verlo, sacando su teléfono y luciendo dispuesta a sacar fotos pero el pequeño mono no se dejó, saltando de los brazos de chico y esquivando a la chica, hundiéndose en las sombras cuando ella lo acorralo.

-¡Solo quiero fotos!- chillo ella, indignada por el escape. Macaque no salió de las sombras, incluso cuando ella se fue, y se hubiera quedado ahí escondido quien sabe cuanto tiempo si no fuera porque MK le ofreció gelatina. Salió, aceptando justos el obvio soborno, pero se volvió a esconder cuando la volvió a ver, riendo ante la mala cara de la chica por cada vez que él se escapaba. Pareció tomarlo como un juego y Mei lo tomó como un reto, las risas y reclamos resonando por su casa.

Se llevaban bien al parecer. Solo esperaba que ninguno de los dos hiciera tonterías.

... ... ... ...

Se decidió a decirle a Pigsy después porque vivía arriba de la tienda de este, era cuestión de tiempo a que lo supiera y prefería decírselo a que él lo viera. Él reaccionó un poco más tranquilo a lo que esperaba.

Lo miró fijamente por un largo minuto y dejó escapar un suspiro de resignación, preparando algo de comer y dejándolo sobre una de las mesas, sentando al pequeño Macaque con la simple orden de comer. Mientras el pequeño se llenaba el estómago, MK se sentó y no le quedó otra mas que escuchar uno de los sermones más largos que ha tenido hasta ahora, bajando la vista mientras el demonio cerdo criticaba su falta de autoconservación.

-¿Ya puedo irme?- suplico, viendo de reojo a Macaque, quien ya había terminado de comer y ahora lo estaba mirando fijamente, obviamente esperándolo.

-Bien...- el humano se levantó, aliviado. -...pero no hemos terminado, niño- agregó Pigsy antes de que se pudiera ir muy lejos, sonriendo con diversión al escuchar el suspiro de resignación y tristeza salir de la boca de MK.

-¡Corre!- el humano alzó al pequeño mono y corrió escaleras arriba. Ya no quería escuchar más sermones por el momento.

Pigsy y Macaque se llevaban relativamente bien, con una extraña paz sólo rota a veces cuando el mono decidía robar todo lo que podía de la cocina y el demonio cerdo gritaba con reclamo. Si, se llevaban bien.

... ... ... ...

El siguiente fue Sandy porque este estaba de visita y estaba disponible. Reaccionó con toda la tranquilidad del mundo, tal y como esperaba de su pacifico amigo.

Sandy se sentó, preparando sus cosas para el té traídas de su propia casa, con Mo bostezando y acurrucado en sus hombros.

-Eres enorme...- tarareo Macaque, viendo a Sandy con curiosidad.

-Así es~- asintió con una sonrisa, sirviendo té en un par de tasas, ofreciendo una de ella al más pequeño. El mono lo miró con sospecha pero aceptó la taza después de unos segundos de duda, oliendo ligeramente y dando un sorbo, sonriendo ante el sabor. Se sobresalto cuando el felino de pelaje azulado de repente se restregó contra su costado, logrando subirse al regazo del mono, quien abrió los ojos con alarma al sentir al felino vibrar.

-¡Esta vibrando!- chillo. -¡¿Va a explotar?!- preguntó con pánico.

-No, no, no, no- MK se acercó rápidamente, escuchando a Sandy reír con diversión ante las palabras de Macaque. -Esta vibrando, eso es un ronroneo y significa que está contento- explicó con una sonrisa.

-Ho...- y pareció relajarse en su lugar, hundiendo con algo de duda sus dedos entre el pelaje de Mo, acariciando, sonriendo cuando el sonido y la vibración se hizo más fuerte.

Se llevaban bien, ambos tranquilos y pacíficos, con Mo siempre dejándose acariciar por el pequeño mono. Eso era bueno.

... ... ... ...

El siguiente fue Tang porque fue una casualidad más que nada, MK pasando a su lado con Macaque en brazos y ganándose una mirada curiosa. Tuvo que decirle y reaccionó como se esperaba.

Tang parecía absolutamente fascinado y curioso por el pequeño mono, analizándolo con la mirada sin notar lo incómodo que era, llegando a un punto en el que intentó acercar su mano, queriendo tocar el pelaje que se veía suave.

-Si me tocas, te arrancó los dedos- gruñó Macaque, metiéndose algo de la sopa de fideos a la boca. El humano retrocedió, asustado por la amenaza, pero eso no evitó que lo intentará otra vez. Ninguno ayudó cuando escucharon los gritos de hombre, solo mirando con expresión en blanco como el humano era atacado por unos cuantos monos pequeños y de color oscuro, el original sentado cómodamente aún en su lugar, disfrutando lo último de sus fideos.

No se llevaban bien ni mal, parecían simplemente soportarse. Uno demasiado curioso y otro sin mucha paciencia.

... ... ... ...

El último en su lista era Wukong porque estaba asustado de cómo podría tomarse la noticia. Reaccionó...mejor de lo esperado.

Wukong se empezó a reír a carcajadas apenas lo vio, hasta el punto de caer de espaldas al suelo y con lágrimas de diversión corriendo por sus mejillas, su risa resonando en el "Palacio de la Vergüenza".

-¡E-Eres tan pequeño!- rio, retorciéndose en el suelo.

-¡Deja de llamarme pequeño, mono estúpido!- gruñó Macaque, enojado, gruñendo cuando el mono más grande lo levanto por la parte trasera de su remera, alzándolo para verlo a la cara.

-¡Pequeño, pequeño, pequeño, pequeño!- se burlo, solo haciendo enojar más al más pequeño. MK suspiro ante la madurez de su maestro y decidió retroceder, sentándose en los escalones del palacio y sacando unas galletas de su mochila, comiendo y sabiendo lo que sucedería. Macaque se arto del brusco trato y se movió, logrando morder al dios, quien lo soltó con un grito.

-¡Vas a pagar!- gruñó el de pelaje oscuro, rodeado de clones y con su proyección del gran mono oscuro elevándose tras él. Atacaron y Wukong río, defendiéndose.

-Rayos...- suspiro el humano al verlos pelear. Sacó un pote de gelatina y lo destapó, dejándolo a su lado, sin sorprenderse cuando el original Macaque pareció a su lado, agarrando el pote y empezando a comer, los clones y el gran mono oscuro aún peleando contra el dios.

No se llevaban bien, uno por ser burlón y el otro por no gustarle la burla, siempre terminando en peleas pero sin que ninguno de los dos resultará herido. Al menos, eso era algo.

~Monkie Kid~ 1️⃣Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ