La Coleccionista

3.4K 146 14
                                    

Algo que no pude sacar de mi cabeza y me anime a escribir :3

Espero que les guste~

Nota: ¿Alguien sabe como se llama esa niña? La que fue poseída por Lady Bone Demon porque busque y no encontré su nombre xD

MK suspiro con cansancio, haciendo oídos sordos e ignorando con todas sus fuerzas la discusión entre el par de mono. Desde que LBD había sido derrotada, todo había vuelto a una relativa normalidad, esta vez sumando al mismísimo Red Son y al misterioso Macaque a su pequeño grupo de amigos, con la pequeña niña que había sido poseída visitándolos. Todos se adaptaron rápidamente, aceptándolos con facilidad pero el problema más grande de aquello eran las peleas entre los monos, quienes no podían estar juntos en un mismo lugar sin discutir.

Se rasco la nuca, sacando su teléfono para ver la hora, el par llevaba discutiendo más de una hora pero al menos, esta vez no hubo golpes involucrados.

-¡Hey, tengo que irme!- hablo en voz alta, sin lograr llamar la atención de ninguno. -¡Me estoy muriendo!- hizo un ruido exagerado, sin reacción nuevamente. Rodo ligeramente los ojos, divertido, girando su bastón entre sus dedos de manera distraída. -Adiós~- se dio media vuelta y se alejo, sintiendo algo de alivio a medida que los gritos se hacían lejanos. Quería mucho a esos dos pero ya no podía soportar sus peleas constantes. Camino por la ciudad a paso lento, sonriendo ante la gente a su alrededor, deteniéndose en seco cuando alguien se acerco a él repentinamente.

-¿Has visto a mi bebe?- era una mujer de ojos irritados y llorosos, alzando uno de los tantos carteles que acunaba entre sus brazos, mostrando la foto de una niña sonriente.

-Me temo que no, lo siento- hizo una mueca ante la tristeza ajena, observándola irse para preguntar a alguien más con el corazón pesado. Eso era algo que lo estaba molestando, múltiples desapariciones en el último mes, niños y niñas que se habían esfumado sin dejar pista alguna. Lo estaba buscando pero no había encontrado nada, absolutamente nada. Retomo su camino hacia su casa, dejando escapar un pesado suspiro, estaba cansado y aun quedaban horas para que el día terminara.

... ... ... ...

Fue más en la noche, cuando estaba volviendo después de entregar el último pedido del día y conduciendo de vuelta, cuando algo sucedió, pisando los frenos en pánico cuando alguien de repente se cruzo en su camino.

-¡¿Qué...?!- salió del carro de entregas y tropezó, cerrando la boca al ver quien lo había detenido. Era una niña de cabello oscuro y despeinado, con la ropa sucia y algo rota, sus ojos azules mirándolo con miedo y con pequeñas lagrimas corriendo por sus mejillas.

-¡Ayúdame, por favor!- sollozo, corriendo hacia él, quien no pudo evitar tensarse un poco. La última vez que había intentado ayudar a una niña sollozante salida de la nada, las cosas no habían salido nada bien. -¡Ella viene por mi!- lo abrazo y MK le devolvió el gesto antes de pensarlo, preocupado al sentirla temblar.

-¿Ella? ¿Quién es ella?- pregunto con algo de temor y entonces, las luces que iluminaban las calles y las casa en la noche empezaron a parpadear, algunas quedándose apagadas, un tarareo empezando a escucharse. Alzo a la niña, abrazándola con fuerza, sintiendo como ella se aferraba a él con manos temblorosas.

-Esta aquí...- susurro la menor, enterrando su rostro en el hombro del chico, temerosa. MK trago en seco, escuchando una suave tarareo que parecía resonar de una forma tétrica y espeluznante. Tembló, necesitaba vacaciones lejos de las locuras de la ciudad, en serio que si.

-¡¿Q-Quien esta ahí?!- sujeto a la niña con un brazo, alzando su mano libre hacia su oreja y haciendo aparecer su bastón, mirando a su alrededor con miedo y ojos atentos. Escucho pasos y se preparo, dispuesto a pelear con la pequeña en brazos, dispuesto a devolver a su hogar sana y salva.

-Hola~- y ahí la vio, una niña de sonrisa extraña y piel pálida, de ojos azul eléctrico, su cabello negro larga hasta mas allá de la cintura y con mechones tan azules como sus ojos. -Mi muñeca se escapo...- MK sintió a la pequeña entre sus brazos estremecerse. -...¿me la devuelves?-

-N-No- retrocedió un paso, alzando su bastón. -No puedes llevártela- dijo, esta vez más firme.

-Awww, grosero- hizo un puchero. El chico se sentía nervioso e incomodo, ella parecía estar analizándolo con la mirada. -No eres lo que suelo llevar...- se acerco unos pasos, él tensándose. -...pero hay algo en ti...llamativo, así que creo que no será una perdida de espacio- parecía estar pensando en voz alta.

-Eso no es bueno, eso no es bueno, eso no es bueno...- pensó MK con algo de pánico, activando su visión dorada por accidente. Que vergüenza, eso no había pasado en un tiempo. Pero gracias a eso pudo ver el aura azulada que rodeaba a la extraña niña de piel pálida, todo aquello concentrándose en el collar de piedra azul que apenas estaba notando.

-¡Tienes ojos dorados~!- chillo de repente, luciendo emocionada. MK se sobresalto ante eso, parpadeando, sus ojos volviendo a la normalidad. -Creo que me equivoque, serás una gran adición a mi colección...- alzo su mano, apuntándola hacia ellos. -...ambos lo serán- la piedra de su collar brillo intensamente al igual que sus ojos, una gran sonrisa dibujada en su pálido rostro.

-No, no, no, no, no...- intento moverse, en serio que si, pero sus pies parecían estar pegados al suelo, sus piernas tiesas. Bajo la vista, jadeando al notar un gran sello azulado dibujado bajo sus pies. -No es bueno, no es bueno, no es bueno...- jadeo, podía sentir como algo cambiaba, se estaba haciendo más pequeño quizás o todo a su alrededor se hacia mas grande, realmente no lo sabía. Podía ver, escuchar, oler y sentir pero sin importar cuanto lo intentara, no podía moverse, y tampoco podía ver a la pequeña que había estado sujetando. Vio a aquella niña extraña arrodillarse con una sonrisa en su rostro, pudo sentir como ella lo agarraba y lo alzaba.

-Mi muñecos...- tarareo ella. -...es hora de ir a casa a jugar~- al parecer empezó a caminar, llevándolo a quien sabe donde, empezando a tararear aquella aterradora melodía de antes.

-Yo y mi mala suerte...- pensó con tristeza, sus amigos estarían tan preocupados por no volver y estarían muy enojados por meterse en problemas.

~Monkie Kid~ 1️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora