Capítulo 12: 7 segundos

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8:00 pm

Miro hacia arriba, hacia el edificio de la empresa de la familia García, si no hubiese conocido a Jack y a Helena cuando era pequeña me impondría mucho estar delante de este edificio, hemos venido a valencia para celebrar lo que mis padres dicen una reunión de empresarios, osea gente rica presumiendo de lo que tiene, eso es otra si me paso casi todos los fines de semana aquí, y mis padres medio mes no entiendo por que vivo en Yecla "porque no puedes vivir sin nosotras" dirían mis amigas , mi padre tiene suerte de que mis hermanos quieran seguir con la empresa por que si por mi fuera el legado de mi familia moriría cuando mi padre dejase de trabajar, no voy a quejarme de la opción que me dan mis padres de seguir con el negocio, pero eso no es lo mío.

- ¿Vas ha entrar?- me pregunta un chico desconocido sosteniéndome la puerta.

-Gracias- le digo cuando paso por su lado.

-No hay de que, soy Aidan-me dice.

-Valeria- le respondo el saludo. 

-Val...Valeria-susurra como ya supiese quien soy o algo, mientras que me mira de arriba a abajo.

-¿Val puedes venir un segundo?-me pregunta Jaime. 

-Voy, adeu- le digo al chico.

-Adeu.

-¿Que pasa?

-Tienes un agujero en las medias- y ahora entiendo la mirada del chico, tengo una carrera en mis medias transparentes que me recorre toda la pierna-Mamá y Helena están ahí, ellas te darán una solución.

-Gracias- le digo antes de ir con ellas.

-Mamá ha tenido un problema. 

-¿Que pasa cielo?-no le digo nada y le enseño el roto. 

-Sube a la ultima planta y usa esos baños para quitártelas-me dice Helena.

No pierdo el tiempo y me dirijo a los ascensores, una vez dentro pulso el numero 20 y cuando las puertas estan apunto de cerrarse una mano las detiene y cuando se abren me encuentro con la unica persona que no queria ver esta noche, Luis. ¿Se habrá arrepentido de lo que dijo en mi casa? es algo que pensó varias veces. Cuando dejo de pensar en eso lo miro de arriba a abajo, a cuantas chicas le gustaría tener a Luis así, con un traje negro y encerrados en un ascensor.

-Iré por las escaleras-es lo primero que dice, dándome ha entendido que si se arrepiente de lo que paso.

-No importa, puedes subir con migo.

-No quiero que te sientas incómoda.

¿Así que eso es? ¿No se ha arrepentido?

-Luis, no pasa nada por que subamos juntos- le digo intentando ser ¿maja y dulce? desde cuando soy asi con el.

-Si vuelves ha hablarme así si que me pasara algo-susurra y yo le ignoro-Siento no haberte echo caso estas semanas, estaba muy liados con el trabajo.

-Ya estoy acostumbrada a que no me agás caso.

-Pero eso era antes, no puedo pedirte una oportunidad y no utilizarla- me dice y consigue ponerme nerviosas.

Sal de ahí Val, es lo primero que pienso cuando las puertas se abren.

-No pasa nada, en el momento que tengas tiempo hablamos- le digo mientras me dirijo al baño.

En que momento le echo caso a Helena, es lo primero que me digo cuando estoy en frente del espejo del baño. Me quito las medias y las tiro a la papelera.

-Tu puedes Val, no será tan difícil esquivarlo.

-¿Porque quiero esquivarlo?

-Ni puta idea.

-Estas teniendo una conversación contigo misma.

-¿Me estoy volviendo loca?

-Luis te vuelve loca.

-Sera mejor que sociabilice con el mundo y no contigo- le digo a mi reflejo.

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01:00

Nos hemos quedado a dormir en la casa de Valencia y dormir poco, he estado en mi cama dando vueltas pero no he conseguido dormirme y por alguna razón me he levantado, en la barandilla de la casa he encontrado una camiseta y sin importarme de quién es me la he puesto, tras bajar las escaleras he acabado en medio del salón en una parte apartada entre los sofás y la cocina, con una ventana que cubre toda la pared dejando unas vistas hermosas de la ciudad, estoy parada frente al piano, mirándolo con curiosidad.

-¿Que haces despierta ha esta hora?- me pregunta una voz grave y ronca.

-¿Y tú?

-Insomnio- me contesta Luis mientras se acerca a mi-¿Te gusta?-pregunta señalando el piano y yo asiento- ¿Quieres tocarlo?

-No se tocar- le respondo en un susurro.

-Pues yo te enseño, ven- me dice igualando mi tono de voz y ofreciéndome su mano.

Después de dudar unos segundos acabo aceptando su mano y con un suave estirón de su parte me sienta entre sus piernas, lo siguiente que hace es levantar la tapa del piano y empezar a tocar pero tras unos segundos para.

-¿Porque tiene parado?

-7 segundos es lo que tarda una persona en saber si una canción le gusta o no.

-¿Cual era?

-Tendrás que descubrirlo tu sola.

-¿Y no vas ha seguir tocando?-niega y se levanta. 

Pensaba que se iba ha ir pero lejos de hacer eso me levanta y acaba sentándome en un lateral del piano.

-Mi camiseta te queda bien.

¿Por qué la tierra no me traga ahora mismo?, no puedo tener tan mala suerte, de todas las personas que hay en esta casa tenia que ser su camiseta.

-Te la devolveré.

-Quédatela.

-No, Luis es tuya, la lavaré y te la devolveré.

-Insisto, te queda mejor que a mi.

-Lo dudo- le digo y el niega.

-Con mi camiseta y en tanga eres otro rollo, princesa-me dice cada vez mas cerca de mi, pasa una mano por mi cintura y me acerca a el hasta quedar sentada al borde del piano haciéndome jadear de sorpresa, con su mano libre abre mis piernas y se pone en medio de ellas y yo ha cada segundo estoy mas nerviosa.

-Dime una cosa, ¿Cuánto tiempo vas a tardar en apartarme si te beso?

No lo apartarías, es algo que deseas Val.

No se en que momento pasa pero soy yo la que empieza ese beso, paso su mano por su nuca acercándolo a mi y su mano se cuela dentro de su camiseta acariciándome la espalda, su lengua delinea mis labios y acaba colándose en mi boca, lo que ha empezado siendo una beso inocente a terminado con la mano de Luis subiendo por mi pierna y llegando a mi cadera.

-Luis-le detengo con la respiración agitada y la voz entrecortada, tengo que parar esto porque se lo que va ha hacer ahora, esta acostumbrado a follar a la primera pero yo no- lo siento es que yo...nunca he echo...no me ha pasado y...

-No tienes que explicarme nada, te he entendido -me dice apartando su mano de mi cadera y sacando la mano de su camiseta y yo me siento mas aliviada- no voy a obligarte ha hacer nada que no quieras princesa- baja la mirada ha su pantalón y yo hago lo mismo- voy a necesitar una ducha de agua fría. 

-Lo siento.

-Créeme, no estarías tan callada si lo sintieses.

-Pervertido.

-Preciosa- pasa una mano por mi espalda y la otra por mis piernas llevándome en brazos hasta la habitación- gute nacht.

-Descansa capullo.





A CiegasWhere stories live. Discover now