Capítulo 11: Quizás

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Hilos de azules y grises se arremolinan en la alfombra debajo de las piernas de Dream. Desde el final de sus medias hasta donde las rodillas envueltas en el pecho de George comienzan, cabello de gato cubre la alfombra, y almohadas robadas de los sofás para amortiguar el suelo. Dream exhala; el reposapiés del sofá detrás de él se hunde en su espalda.

"Explícalo," dice Dream, ojos siguiendo su drenado rostro a un pie de distancia. "Una vez más."

George traga y limpia su enrojecida nariz con un pañuelo rescatado de su mesa baja. Planos de cartón sostenidos en su regazo tienen patos y flores cubriendo los bordes; Dream no está seguro de cuando le había entregado la caja, algún momento luego de que habían dejado de estar parados juntos, dejado de sostenerse, hundiéndose en el suelo en lugar de los sofás y comenzando a hablar. Lo único que realmente recuerda es escuchar la tensa confesión de "Junio, Junio, Junio," y tirando de George hasta que cualquier trazo de respiraciones con hipo fueran amortiguadas definitivamente.

"Okay," George musita. Se aclara el sonido de alquitrán fangoso de su garganta. "Entonces, tú y yo acabamos de conseguir los tickets para este viaje. Todo mi tiempo de vacaciones estaba...emocionado, y cuando mi madre vió eso, ella y mis abuelos me convencieron de aplicar para una visa." Inhala. "Quería hablar contigo sobre eso antes de aplicar, pero para cuando regresé- ya sabes."

La mandíbula de Dream se aprieta. Estática entre ellos permanece demasiado desacomodada para airear su culpa, y la suprime, asintiendo silenciosamente hacia George para que continúe.

"No estaba seguro sobre si debería aplicar por un tiempo, pero-". La voz de George se pierde donde lágrimas menguantes lo interrumpen. "Pero te extrañaba. Sabía que el proceso llevaría mucho tiempo, también, y habría demasiados pasos involucrados, entonces supuse que comenzaría de todos modos. Tú parecías demasiado ocupado haciendo todo el trabajo por tu cuenta, me sentí indefenso sin algo en lo que enfocarme. No lo sé."

Los rasgos de Dream se deslizan en suavidad, y las yemas de sus dedos tiemblan con el impulso de moverse al otro lado de la alfombra y tomar gentilmente la mano de George. El silencio continúa en su compartida inmovilidad.

"Entonces," Dream continúa, "aplicaste de todos modos."

George exhala temblorosamente. "Sí, lo hice. Creí que habría sido aceptada para cuando viniera aquí, y he estado llamando a casa todos los días, pero la embajada no nos ha mandado nada aún."

"¿Por qué no querías que supiera?"

No lo tenía en él para hacer preguntas la primera vez que George habló sobre el proceso, escuchando cuidadosamente a las fechas, los plazos, las confesiones difíciles de tragar y largas pausas donde ambos recolectan sus chorreantes pensamientos. La fragilidad de los rasgos de George y el asombro resonando en su propia cabeza habían mantenido a raya el interrogamiento, y sus palabras aterrizan inesperadamente.

El tono de George cambia. "Ya te he dicho porque."

"Fue un poco difícil entenderte antes," dice Dream cuidadosamente, y un crudo silencio sigue. "Por favor, George."

"Sí, sí. De acuerdo." George retuerce sus manos en su falda, ojos ocupados con el ajustado agarre. "La principal razón por la que no te lo mencione a ti, Dream, fue porque las cosas estaban tan frágiles entre nosotros. No estabamos hablando, nada tenía sentido, y si te lo decía demasiado pronto para que solo fuese rechazado dos meses después, yo..."

George deja que sus palabras se desvanezcan mientras sus cejas se juntan fuertemente. Indicios de sorpresa cosquillean en la cabeza de Dream ante la surrealidad de presenciar la emoción sin filtro, saturando el brillante cristal de sus ojos, la vista de la hinchazón de sus mejillas, y la enrojecida piel debajo de el pegajoso recorrido de lágrimas secas. La vista derriba sus acumuladas preocupaciones.

Helium Traducción. (@tbhyourelame)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora