Capítulo 13

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—ahh~~ me vengo
—yo igual amor—dijo entre sus últimos jadeos y así, ambos llegamos al extasis por... ya no sé qué número. Perdí la cuenta
—Mi lobito Taetae resultó adicto al sexo—dije riendo
—No a cualquiera mi amor, al sexo contigo. Sólo contigo—dijo llenando de besos mi rostro mientras permanecíamos unidos esperando a que el nudo bajara.
Esa semana, nos la pasamos juntos ya que nuestros celos habían aparecido. Fue una semana donde el amor fue lo único que no nos faltó. Se sentía tan cálido y dulce ser así de amado. Taehyung ni estando herido había tenido precauciones durante el sexo. Si así es estando así, no me imagino sano.
Desde el día de la marca nos volvimos muy territoriales de tal modo que cuando Hoseok y Yoongi aparecieron por la puerta casi fueron atacados por nosotros así que decidieron dejarnos las provisiones y se marcharon. Tuve que hacer de enfermero, tanto para  Taehyung como para mi, ya aún no estabamos completamente recuperados, en especial él.
—Tae me baño y luego te cambio la venda, es hora de limpiar esa herida—dije dejando un beso en sus labios
—ohhh ¿te tenés que ir a bañar ahora?, ¿no podes quedarte a abrazarme un ratito más?
—no me pongas esa carita compradora... bueno está bien. Un rato más—me acomodé nuevamente bajo su suave cuerpo.

Una... dos horas pasaron desde que había dicho un rato más.
—Vamos Tae, arriba, ya es hora de levantarnos.
—No quiero, estoy cómodo abrazado a mi Kook.
—lobito, tenemos que salir. Tengo que ver que pasa en el clan tras la muerte de mi padre—el nombrar ese hecho hizo que Tae se ponga en alerta.
—mañana. Prometo que mañana salimos de acá. Hoy disfrutemos.
—No puedo decirte que no mi lobito lindo.
—¿cocinamos? Me dio hambre
—Dale, cocina algo mientras me baño. Déjame bañarme porfis—lo miré con súplica
—Okay, amor mio. Pero no te tardes
Al salir de la ducha, encontré a Taehyung cortando frutas y horneando un pastel.
—¡que hermoso es tener un amor que sabe cocinar!—dije acercándome por su espalda. Al llegar a él, comencé a dejar besos en la misma. Taehyung empezó s moverse ya que gracias a mis caricias su miembro lentamente iba erectandose.
—Kook, ¿por qué? Después soy yo el adicto—dijo llevando su cabeza hacia un lado en busca de que siga con mis besos.
—No hay un porque, sólo me dieron ganitas de nuevo—Tae giró y me tomó en sus brazos y fuimos hacia el sofá donde lentamente me sentó sobre su regazo. Los besos se hicieron presentes y a medida que se iban profundizando la exitación iba en aumento. Nos deborabamos hasta con la mirada.
Me despojé de la toalla que llevaba encima, y saqué la camisa que Tae tenía puesta.
—Ya sácate los boxers, que me desespera—dije haciendo un movimiento medio brusco que hizo que Tae gimiera de dolor—Ay lo siento Taetae, soy una mala persona, no me di cuenta
—Tranquilo cachorro, no fue nada, vamos lento ¿si?
Sus dedos comenzaron a delinear mi cuerpo, nuevamente él era el artista y yo su obra a la cual iba moldeando, en cada curva el roce de sus dedos hacía que los gemidos se escaparan de mi boca y la piel se me erizara. Sus toques, sus labios, eran mi perdición. Los dedos llegaron a la curva de mis glúteos, donde poco a poco fueron introduciéndose en mi, un dedo a la vez.
Necesitaba más profundidad, ya me había acostumbrado a sus dedos, y con un solo movimiento Tae se dio cuenta. Bajó sus boxers y...
—¿puedo montarte?
—obvio lindo—contestó
Así que me acomodé, y me fui introduciéndo su pene lentamente mientras bajaba. Al llegar a la base, quedamos un rato besándonos hasta que mi cuerpo se acoplara por completo. Una vez listo, comencé a dar movimientos circulares, y a penetrarme aún más.
—salta Kook, ahora
Y asi comenzamos nuestra incontable ronda de placer y lo más importante... amor. Su pene no dejaba de golpear una y otra vez mi próstata causándome miles de emociones. El choque de nuestros cuerpos era música. Estábamos tan bien acoplados que pareciera que fuésemos hechos uno para el otro.
—ahhhh—grité viniendome encima de nuestros abdomenes.
—un poco más Kook—ahora Tae llevaba el ritmo ya que mi yo débil post orgasmo no tenía las fuerzas para seguir. Al cabo de unos segundos su mordida marcó su llegada al orgasmo.

SANGRE DIAMANTE. TAEKOOK Where stories live. Discover now