capítulo 15

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La guerra había comenzado. La sangre corría y corría, sangre de gente inocente,  y todo por mi culpa. Por no haber dicho que yo había asesinado a mi padre. Todos a mi alrededor luchaban sin cesar. Aunque más que lucha esta había sido una masacre. El plan estaba saliendo a la perfección, habíamos tomado el primer pueblo cercano al muro. Ésta había sido la forma de llamar la atención del Rey y de mostrar nuestro poder.
—Jungkook, en el pueblo siguiente ya se corrió la noticia. El Rey está mandando tropas hacia acá. Así que en menos de dos días llegarán —apareció Hobi diciendo por la puerta
—¿ya? ¿Tan rápido se enteraron?
—las noticias vuelas Kook. No pongas esa cara.—hobi sabía que estaba sufriendo, sabía la historia con Tae, sabía todo y entendía mi pena.
—vengan, vamos a comer que ya está lista la comida—una tercera voz apareció, esta vez era Yoongi. Él evitaba tocar el tema de Taehyung, Yoon parece frío pero está presente en los pequeños detalles, es su forma de expresar su cariño.
Salimos a comer, y todos estaban felices de que todo salía de acuerdo al plan.
—atención todos, brindemos por Jeon, nuestro nuevo líder, el que nos llevará a la victoria— por Jungkook—
—por Jungkook—gritaron todos

La noche fue tranquila, para el resto. Ya que la cabeza me daba vueltas, había asesinado inocentes y seguiría haciéndolo. También el hecho de que Taehyung iba a odiarme. Todo este tiempo, a través del lazo, Taehyung intentaba contactarme, él sabía que algo iba mal así que yo lo evitaba lo que podía pero siempre intentaba decirle que lo amaba.
—Jungkook maldita sea, contéstame, ¿cómo es eso que estás invadiendo? Jungkook no sos así, amor, ¿te están obligando no? Seguro es eso.—dijo en mi cabeza, pero no respondí, no podía hacerlo. Miles de lagrimas comenzaron a caer por mi rostro. Taehyung ya lo sabía, el me odiaba aunque dijese que no. Pero lo sabía. Rápidamente corrí a vomitar, hace un tiempo que estoy así, no sé qué me anda pasando.

El día siguiente pasó también tranquilo, organizando el siguiente ataque, esta vez si íbamos a enfrentarnos a los soldados de este reino y no a los pobres campesinos de hace unos días.
—Kook, se sienten cerca. Ya es hora.—otro vomito se hizo presente—Kook, ¿no estarás en cinta?—preguntó Yoongi—es que todas las mañanas vomitas, y recuerdo que mi madre hacía lo mismo cuando estaba embarazada de Jisoo.
—¿tu crees? Está la posibilidad, pasamos el ceño juntos...
—¿qué hicieron qué? ¿Ustedes dos?—era el capitán Min, que había escuchando justo.
—No señor, no es así
—Yo lo escuché, con mis propios oídos. ATENCIÓN, gritó con todas sus fuerzas. Hoy hay que proteger a Jungkook, con todas nuestras fuerzas. Y al regreso, Jungkook se casará con mi hijo Yoongi ya que ambos tendrán un hermoso cachorro—todos gritaron de felicidad
—Padre no es así, no nos vamos a casar y no soy el padre del cachorro.
—pero si yo escuché que Jungkook dijo que pasaron el celo juntos.
—No... no hablaba de él señor Min—todos empezaron a murmurar cosas
—entonces ¿Quién es Jungkook? Le prometí a tu padre cuidarte, sos como mi hijo.
—están cerca—gritó Hoseok que venís corriendo
—después hablaremos de eso muchachos, ahora vamos a atacar.
Y así todos nos organizamos y salimos en marcha hacia la batalla.
Cuando ambos ejércitos se enfrentaron, no podía creer que a la cabeza del otro se encontraba Taehyung.
Kook, acabo de verte. ¿Por qué haces esto? Contéstame
Tae no me odies, me obligaron. Piensan que tu padre mató al mío. Soy un cobarde.
—mi amor, no lo sos. Ya veremos que hacer. Déjame pensar.
ataquen—gritó el señor Min sacándome de mis pensamientos y así fue como empezó.
Nuevamente la muerte estaba ante mis ojos, la sangre carmesí decoraba el paisaje. Todos contra todos. Sangre, muerte, sangre muerte. Era todo lo que se veía. A lo lejos, veía como peleaban contra Taehyung, no quería ser así, pero rogaba que ganara, tenía miedo de perderlo.
—Yoongi cuidado—grité pero había sido tarde, una espada se encontraba atravesada en su pecho—Nooooo—corrí hacia él.
—Kook, salvate, y vive una vida Feliz con Taehyung. Siempre te amé Kook. Sé feliz—dijo en su último suspiro entre mis brazos. En este momento, con lo que acababa de suceder no podía prestar atención a mi entorno, y en mi descuido alguien se abalanza sobre mi, pero en un cerrar de ojos ya no se encontraba. Taehyung había matado al que intento lastimarme. Un gruñido se escuchó en todo el campo de batalla. Era el lobo de Taehyung que había tomado el control.
Quién ose lastimar a mi Luna, enfrentará a no sólo a lucha sino que también a la maldición de nuestra madre. —dijo con su voz de mando haciendo que hasta los alfas se volvieram sumisos ante él.
Corrí hacia él y lo abracé.
—Tae, mi amor, estoy bien.
soy el sol elegido por la diosa para reencarnar en su gran amor. Jungkook lleva el fruto de nuestro amor, nada ni nadie saldrá vivo si se les acercan.—
Todos quedaron en silencio ante las palabras de Taehyung, de su lobo en realidad. La cara de ambos clanes indicaba asombro. No creían lo que escuchaban.
—Jungkook, ¿él es el padre de tu hijo?—preguntó el señor Min
—esto es inaceptable, matenlo por traidor, ¿cómo pudiste traicionar a tu pueblo?
Vamos señor Choi, ¿de qué traición habla? Si usted siempre se juntaba con mi padre. Incluso contó sobre esta situación. ¿Sino como es posible que en menos de dos días llegáramos desde la capital?
Todos miraron al señor Choi, así que resultaba que era un topo en nuestro clan, mi padre lo habría asesinado en dos segundos tras esta noticia.
Una flecha impacta sobre el brazo de Taehyung. Un grito desgarrador sale de mi garganta e inmediatamente lo cubro con mi cuerpo.
—Traidor, ¿como pudiste?, asesinaron a Yoongi y aun así los defendés. Esta guerra inútil creada por tu cobardía.—la voz de Suran se hacía cada vez más cercana y su figura se abrió paso frente a la multitud.
—¿Qué dices Suran?¿qué haces acá? —Taehyung nuevamente se puso en alerta gruñidos aparecieron
—Suran quédate quieta—dijo su padre
—Yoongi te amaba Jungkook, por eso nunca me aceptó, y eso que era su destinada maldita sea. Y vos, lo único que le diste fue la muerte. Y te tocará pagar por ella— una flecha fue impactada sobre ni pierna en modo de amenaza
—Suran ya basta, ¿qué dices?—dijo el señor Min
—¿miento Hoseok? ¿O acaso el señor Jeon no murió en manos de su hijo?
Vi salir a Jungkook de su casa, mejor dicho a su lobo. Lo seguí porque parecía desesperado y llegué a la cabaña donde vi todo, vi como asesinó a su propio padre por culpa de este sureño.
—No puede ser cierto— todos empezaron a murmurar y las lagrimas comenzaron a caer por mi rostro. Suran tenia razón, era un cobarde y por mi culpa Yoongi estaba muerto.
—Si es cierto, Jungkook sabes que tu castigo es el exilio—no podía seguir así, tenia que decir la verdad no podían morir más inocentes.
—Si, fue mi lobo. Estaba lastimando a su Sol, Luna jamás lo permitiría.
—que nos entregue a su cachorro—
—el cachorro también es nuestro—dijeron del lado de Taehyung que se habían mantenido en silencio hasta ese momento.
—No sé qué opina el clan, pero yo, como fiel hijo de la luna, acepto la unión. Sé que suena raro, pero la guerra entre ambos territorios siempre me pareció inútil, ¿acaso alguien sabe el origen de la rivalidad? Nadie o muy pocos—dijo uno de los soldados de Taehyung que era parecido a Namjoon así que seguro era su padre.—No justifico lo que hizo Jungkook ahora, pero ambos clanes conocemos la profecía, Sol y Luna. ¿Nuestro deber no es olvidar todo y apoyar lo que la madre Luna eligió?. Somos privilegiados de esta unión, esto significa que las cosechas, el clima, y todo va a mejorar a nuestro favor por la felicidad de su unión. Los destinados no se eligen, sino que son elegidos por la luna, eso lo conocemos desde siempre. Así que ¿por qué seguir esta guerra? ¿Por qué seguir en un odio constante cuando podemos trabajar juntos? Nuestros gobernantes son destinados, ¿qué mejor unión que esa?.

SANGRE DIAMANTE. TAEKOOK Where stories live. Discover now