capitulo 20

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Habíamos comenzado el regreso, en el clan había quedado el señor Min en espera de Jungkook. El día era lluvioso, así que se nos dificultó un poco el regreso. Jungkook me iba a matar, me había ido una semana sin avisarle. Sabía que estaba enojado porque no me respondía cuando le hablaba.
Al llegar, corrió hacia mis brazos en llanto, golpeando mi pecho diciendo preguntando por qué no le había dicho. Se había enterado de todo, salvo lo de mi padre o eso creía.
—mi amor, ya después me retas todo lo que quieras, pero primero debo hablar con mamá ¿si?
Sus ojos se volvieron más llorosos de lo que ya estaban.
—Taetae... tu mamá—el corazón se me paró
—¿ mi mamá qué Kook?
— está muy enferma, dice que no siente el lazo de tu padre—mis lágrimas no podían contenerse, mamá lo sabía, y estaba muriendo. Así que pedí perdón a Kook y salí corriendo hacia su habitación. Allí se encontraba en su cama, blanca como las sábanas, sin ánimos.
—mamá, lo siento, no lo pude proteger
—mi amor—dijo poniendo su mano en mi rostro—no es tu culpa, yo sabía todo, tu padre me lo dijo, todo sea por librar a Kookie y pueda cursar un embarazo en paz. Quiero que siempre le digas a mi nieta lo feliz que me hizo saber de ella.
—mamá, ya vas a mejorar, y vas a conocerla—mamá desde el día uno dijo que iba a ser una nena— no me hagas pensar en esas cosas—pero era obvio lo que estaba pasando, se da más seguido de lo pensado el que muera uno y al tiempo muera el otro debido a que son consumidos por la tristeza de perder a su destinado.
—Hijo, llegó mi hora—Jin justo entraba por la puerta—mis bellos hijos. Vivan su vida y sean felices como lo fuimos con su padre, disfruten y sean una familia feliz. Los amo con todo mi ser, y estoy orgullosa de haber tenido tan perfectos hijos. Los amo—cerró sus ojos y lentamente su respiración disminuyó hasta llegar al punto donde ya no se sentía. Su cuerpo había entrado en una paz profunda de la cual no iba a salir. Había muerto. Y yo... había llegado justo para su último discurso.
Las lágrimas fluían de nuestros ojos, c9n Jin nos miramos y un abrazó coronó el momento. Ambos nos necesitábamos, no estábamos listos para vivir sin ellos.
Al salir del cuarto, se dio aviso a todo el mundo de lo sucedido. Íbamos a hacer el duelo por los dos.
Ese día tras la noticia, todo la ciudad  asistió al velorio llevado acabo en el palacio. Incluso gente de otros lados, pero pertenecientes al reino habían viajado para ello. Mis padres habían sido unos reyes muy queridos. Y eso me enorgullecía. Ojalá yo fuese como ellos.
—Príncipe Taehyung, tenemos que llevar a cabo so coronación al igual que la del príncipe Jungkook. ¿Por qué no las hacemos el mismo día?
—esa es una buena idea señor Song—el señor Song era un amigo cercano a mi padre y amigo del señor Min, ellos tres siempre habían sido amigos a pesar de las disputas entre los reinos. Fue algo de lo que me enteré mientras organizabamos la última guerra.
—Tae, ¿todo está bien?—Jungkook apareció. Estos días habíamos llorado juntos la pérdida de nuestros padres, habíamos sido el apoyo del otro, el muro que nos mantenía erguidos, y ese bebé que crecía dentro, era nuestra fuente de vida. Ambos rápidamente nos pusimos en marcha porque ambos reinos nos necesitaban íntegros para salir adelante. Ya que ambos íbamos a ser reyes, dijimos y prometimos que nuestra primera ley iba a ser la unificación del reino. Ya no más guerra ni conflictos. A partir de ahora íbamos a ser una gran nación. Una donde el amor logró vencer las adversidades y rivalidades eternas de dos manadas. El amor todo lo puede. Y si bien hubo mucho sufrimiento de por medio, el resultado fue lo esperado, una familia feliz.
—Si amor, decíamos de que la coronación de ambos sea el mismo día, ¿qué opinas?
—me parece perfecto—dijo dejando un casto beso sobre mis labios

Gracias xJeonTaenniex por hacer de la mamá de Tae💜

SANGRE DIAMANTE. TAEKOOK Where stories live. Discover now