nueve pastelitos

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Park dio dos pasos al frente con el mayor echando chispas.

Jimin se mantenía con su sonrisa a pesar de que por dentro deseaba agarrar una silla y tirarla encima del mayor dejándolo muerto si fuese posible.

-¿a caso se le hace gracioso park?-cuestiona el mayor molesto.

-no señor, solo, no quería hacerle perder su tiempo-espeta con respeto. Jungkook apretó su mandíbula asintiendo.

Desde aquel beso habían pasado dos semanas, ninguno se miraba a los ojos y Jimin por más que se sintiera una mierda, él no decía nada.

Tal ves solo fue lo que Lisa le dijo; su marido había estado siendo dominado por el alcohol y lo único que hizo fue besarlo por ello. Había estado pensando las cosas, y por más que deseaba a si mismo no aceptarlas, Jeon estaba calándose poco a poco en su corazón y eso le daba miedo.


Jungkook jamás sentiría algo por él, le odiaba y lo había comprobado al ser tan indiferente, inclusive mas cuando ese "accidente paso" tal ves él si lo recordaba, o lo ignoraba.


¿Pero por que lo beso? No comprendía eso.


-escucha-dijo el mayor, poniendo unos documentos con aburrimiento en su escritorio-el viaje será mañana, taehyung no podrá venir, ya qué tiene problemas familiares-dijo sin interés alguno.


Jimin abrió sus ojitos, estaba en cierto modo curioso por lo de Kim, además desde que había entrado en la compañía se habían echo grandes amigos. Deseaba salir rápido de la oficina y hablar con el mayor.



-por lo tanto tú vendrás conmigo a ese crucero-le apuntó.


Jimin se contuvo de hablar, mordiéndose los labios; Jeon lamió los suyos por inercia sin quitar sus ojos oscuros de los rosados y rechonchos labios que había probado estando tomado.


Nadie sabía que él era tan tolerante al alcohol, que ese día había tomado tanto sin percatarse que si había echo efecto en él; no obstante todo lo que había echo lo recordaba como si fuese en ese instante, incluso podía sentir sus labios picar y el sabor en su lengua al devorar los labios del menor.


No podía negar que con un solo roce se sentía jodido; aún a si se había golpeado mentalmente, Park era su enemigo y si tenía una mínima atracción estaba dándole el pase de gane a su esposa. Lisa ganaría si el cae en la tentación.


Estaba luchando con todas sus fuerzas, por que al verle tan hermoso con su traje, con sus cabellos negros alborotados, sus labios tentadores, su olor tan dulce, y su piel tan pálida llamando ser mordida. Respiró hondo reaccionando a su pensamientos.


Park era una manzana prohibida.


-entonces...quiere que yo vaya?-dijo el menor. Asintió indiferente.


"Es un imbécil, cuando deseo alejarme es cuando más me obliga a verlo. Estúpido" pensó él menor sonriendo nervioso.


-tienes que ir como mi secretario. Es un viaje de negocios, no de placer...uno de mis contribuyentes irás con nosotros-dijo sin mirarlo.


-se puede saber quién será señor?-preguntó. Esperó un insulto o una indiferencia del mayor, pero Jeon simplemente habló.



-Kim SeHun será nuestro invitado de viaje. Escucha Jimin-el menor asintió serio-espero seas prudente. Créeme no dudaré ni un instante en dejarte parado en ese barco y yo venir a Corea solo. Sería más que feliz dejarte sin que sigas jodiendo más mi existencia-sonrió.


♡𝑷𝑨𝑺𝑻𝑬𝑳𝑬𝑺 🧁Where stories live. Discover now