11:11 Blog de un corazón roto

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El día después de la fiesta me levanté tarde, ya pasaba de la una y me dolía la cabeza. Tomé dos aspirinas y me di una ducha. Tras salir le envié un mensaje a Andrea para saber si ya estaba en su casa. Esta me respondió con un reclamo por haberme ido y no quedarme con ella, pero qué quería, que hiciera del mal tercio en esa cama.

Sali del cuarto y mi madre seguía dormida, probablemente no se levante en un rato más, pues llevaba dos turnos sin descansar. Salí sin hacer ruido para no despertarla. Necesitaba algo de desayunar y por alguna razón amanecí con antojo de birria, así que iría a comprar.

-Hola- dijo Jessica viéndome salir con mi cara de molestia por el sol

-Buenos días- dije con la voz algo ronca por beber la noche anterior –o tardes más bien

-Sí, ya es tarde- dijo mirándome extrañada –a dónde vas?

-Birria- dije caminando junto a ella –voy al puesto que está aquí adelante- señalé

-Oye- dijo cuando seguí mi camino –si que bebiste anoche verdad

-Algo- mentí

-Lo noté en tu historia

-¿Cuál historia?- pregunté confundida

-La de whatsapp

Desbloquee mi teléfono y entré a la aplicación para ver de qué me estaba hablando, entonces fue cuando me acordé del estupido reto que me habían puesto. Ahí estaba yo, besándome con esa chica y luego con la otra. Y para rematar, no solo lo han visto la mayoría de mis contactos, la vió Jessica. Maldita sea

-Estaba ebria, no debí subir eso- dije borrándolo –fue un reto- le dije justificándome, no quería que ella pensara que las besé porque quería hacerlo

-Bueno, pero la pasaste bien- dijo eso último y entró a su departamento dejándome ahí parada como estupida, y mira que sí lo soy

Será que le dieron celos? pensé todo el camino hasta llegar por la comida y regresé al departamento. Llevé suficiente para mi y para mi madre, ya que despierte tendrá hambre.

Me la pasé tirada en la cama el resto del día, me sentía cansada y con dolor de cabeza por la desvelada y beber tanto. Andrea me dijo que estaba en su casa también, por lo que me quedé tranquila al saber que estaba bien.

Puse una serie para entretenerme en lo que era lo suficientemente tarde para dormir, pero me estaba dando hambre. No había comido nada desde la birria que desayuné en la tarde.

Tomé mi teléfono para pedir una pizza y entonces se me ocurrió enviar un mensaje a Jessica. Me sentía mal de que haya visto mi historia, pero esperaba que a ella ya se le hubiera olvidado.

yo: Hola, ¿qué haces?

Jessica: Hola, iba a cenar y ver un poco de tele en lo que me voy a la cama

Jessica: Ya cenaste?

Yo: No, justo estaba pensando en pedir pizza

Jessica: ¿Quieres venir? cociné pasta

Yo: Claro, seguro está más rica que la pizza

Jessica: Ven entonces, ya me voy a servir

Me puse unos tenis y salí de casa para pasarme a su departamento. Jessica me estaba esperando con la puerta abierta, entré y cerró con llave. La seguí hasta la cocina, ella sirvió dos platos de comida y me entregó uno

-¿Dónde está Alicia?- pregunté notando que no estaba por ahí

-Salió, dijo que necesitaba acción- Jessica puso los ojos en blaco y luego se fue al sofá