Reencarnando En Un Nuevo Mundo Sin Las Responsabilidades Clichés [FINALIZADA]

Capitulo 16: Continente Flotante - Nilfheim.

Hoy era el día en el que nos dirigimos al continente flotante Nilfheim. Actualmente nos encontrabamos en una habitación aislada en el castillo real.

"¿Que estamos haciendo aquí?" Pregunte a las personas a mi alrededor. Junto a mi se encontraban el rey, la reina, Liscia, el príncipe Luscius, Clovis, y algunos guardias reales que estaban aquí para proteger a la familia real.

"Ves ese círculo mágico de hay, nos llevara a Nilfheim en cuanto nos paremos encima de el." Dijo el rey mientras señalaba al círculo de color azul que brillaba en el medio de la habitación. Analize el círculo mágico y me mostró lo siguiente.

'Criculo de teletransporte': Teletransporta a los objetivos a una ubicación establecida (Ubicación establecida: Fortaleza flotante - Nilfheim).

Eso decía su descripción.

Al esperar un tiempo no paramos encima del círculo. El espacio se deformó y de pronto aparecimos en una habitación mucho más lujosa que la que nos encontrabamos antes. Luego de eso las puertas de la habitación se abrieron y entro una mujer con ropas de sirvienta, se inclino antes nosotros y hablo con una voz sintética, casi artificial.

"Bienvenidos a Nilfheim. Por favor, síganme." Dijo para luego darse la vuelta y caminar fuera de la habitación. La seguimos y por el camino sentí curiosidad por ella, por lo que la analize.

                                  Estado
Nombre: Mina
Raza: Golem sirvienta.
Edad:5,000
Nivel: 99
HP: ??
MP: 10,000
Fuerza: 1,000
Agilidad: 2,00
Inteligencia: 4,00
Defensa: 5,000
Suerte:???

Habilidades: Etiqueta Lv 10 (MAX), Manejo de daga Lv 10 (MAX), Autoreparación Lv 10 (MAX).

Títulos: Creación del héroe, Sirvienta del héroe, Residente de Nilfheim.

Solo pude pensar en una palabra despues de ver el estado de la sirvienta, y esa palabra era, 'Otaku'. Está sirvienta la había creado un héroe Otaku invocado, no tengo prueba, pero tampoco dudas.

Mientras pensaba eso llegamos a una habitación que era casi del doble de tamaño que la sala de audiencias en el palacio. En la habitación ya se encontraban muchas personas sentadas alrededor de una gran mesa redonda. Al entrar a la habitación, las personas que ya estaban dentro nos dieron miradas variadas. Algunos tenían curiosidad mientras me miraban a mi y a Clovis, también habían otros tipos de miradas hacia nosotros, pero un grupo de ellos me llamo la atención. Las miradas que sentía de un grupo en una parte de la habitación fueron de odio y lujuria. Más específicamente era un hombre un poco musculoso de cabello rojo y el era la fuente de la mirada de odio mientras miraba al rey, y la otra mirada venía de la persona a su lado. Era un hombre de unos 20 años, mucho más gordo y del mismo cabello rojo que el hombre de su lado, dirigía una mirada de lujuria hacia Liscia mientras se lamía los labios, me pareció tan desagradable que quería cortarle la cabeza y dársela de come a un Ouroboros. Mientras el rey y Liscia soportaban las miradas que les daban los dos hombres, se sentaron junto con Luscius en sus asientos elegidos. Yo me pare en su espalda mientras estaba preparado para actuar en cualquier momento de ser necesario.

"Vaya, vaya. Si no es el rey de Tristan. ¿En qué problema os habéis metido ahora?" Dijo el hombre musculoso mientras hablaba de forma dramática, y el otro hombre a su lado estaba tratando de contener la risa. Cada segundo que pasan sentía más odio y repulsión contra esos dos.

"Nosotros no nos hemos metido en ningún problema. Volviendo al tema principal, seguro que la mayoría de todos los presentes han escuchado lo que le pasó al reino de Brinfeld." Dijo el rey mantenido la calma mientras miraba a su alrededor.

"Te refieres a la destrucción del Reino de Brinfeld por parte de una manada de monstruos." Pregunto un hombre con una larga barba.

"Exacto, me tomé la libertad de investigar este insistente y descubrí algo." Todos los presentes se quedaron en silencio esperando las palabras que seguían. "El incidente fue causado por el rey demonio." Al escuchar esas palabras, todos los presentes mostraron caras sorprendidas.