𝕋𝕙𝕖 ℍ𝕖𝕝𝕝𝕙𝕠𝕦𝕟𝕕𝕤 - Jordan Parrish [EN EDICIÓN]

【3】

Dydi.

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𝓝𝓪𝓻𝓻𝓪 𝓥𝓲𝓬𝓽𝓸𝓻𝓲𝓪

Estábamos en la puerta de la comisaría, apunto de entrar hasta que Stiles me para.

- Voy a entrar yo primero y distraeré a mi padre para que puedas darle una sorpresa. Créeme que no se esperará tu regreso, yo todavía sigo procesadolo. - me miro y le sonreí.

- Créeme, que yo tampoco asimilo que esté de vuelta aquí. - respondí.

Stiles entró. Scott y yo nos quedamos fuera esperando unos minutos.

- ¿Todo bien por San Francisco? - preguntó Scott.

- Si, os hechaba mucho de menos. Pero como papá estaba más en el trabajo que en casa, decidí venir. Y algo dentro de mi me incitó a volver.

- Yo también te echado de menos. - me abrazó.

- ¿Cuando pensabas contarme que te liaste con Lydia? - me burle.

Me miró asombrado. - ¿Quien te ha contado eso?

- Te recuerdo que Lydia sigue siendo mi mejor amiga. - le metí un leve puñetazo en su hombro.

Stiles le envío un mensaje diciendo que ya podríamos entrar.

Entramos, y está tal y como la recuerdo, pero algo o mejor dicho alguien llamó mi atención, no solo por su atractivo, si no como si lo conociera de toda la vida, cuando en realidad no tenía idea de quién es. Nuestras miradas conectaron y juraría que con esa simple mirada, es como si ya la hubiera notado antes, pero como he dicho, ese chico nunca se ha cruzado por mi vida.

Seguí a mi hermano y nos adentramos en el despacho del sherif, donde él estaba de espaldas a la puerta donde mi hermano y yo nos encontrábamos.

- Papá, hay algo que quiero enseñarte y créeme que te vas a quedar igual de loco que yo - habló Stiles.

- Vengaya hijo, a estas alturas no creo que nada de vuestras cosas me sorprenda más.

- De acuerdo papá, pues entonces si tan seguro estás... ¿Por qué no te das la vuelta y lo compruebas por ti mismo? - le dio una sonrisa sin enseñar los dientes.

- A ver que es eso que tanto me va a ... - se quedó mirándome sin entender que estaba pasando ahora mismo aquí.

- Hola Sherif . - Le sonreí esperando algo de su parte.

- ¿Pero qué..? ¿Cuándo...? ¿Cómo...? - empezaba a balbucear el Sherif.

- ¿No va a darle un abrazo a su hija postiza? - Le sonreí en forma de esperanza.