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Mis dedos se movían suavemente sobre las teclas, intentando darle forma a la melodía que rondaba mi cabeza. Apenas y eran un par de notas, pero por algo se empieza.

El silencio que envolvía al salón me ayudaba a concentrarme. Ya era algo tarde, las clases se habían terminado, pero había decidido ir al salón de música antes de irme a casa.

No pude evitar el momento en que mi mente proyectó el bello rostro de la bonita chica con ojos de cachorro, haciendo un énfasis especial en estos. Mis manos parecieron tomar vida propia y comenzaron a tocar la melodía que aún no creaba, pero que a medida que pensaba en ella parecía estar más completa.

Estaba tan absorto en lo que mi mente y corazón estaban creando, siendo uno solo como rara vez sucedía, que no me di cuenta cuando la puerta se abrió y los ojos de cachorro ocultos por las gafas me observaron fijamente.

"Eres increíble, Oppa, por favor sigue tocando"

Unknown wordsOnde histórias criam vida. Descubra agora