Capitulo 4. De lejos.

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-Y dime Steff, ¿alguna vez haz pensando en irte y dejarlo todo?.

-No.

-¿Estas segura?, digo, aveces...

-Nunca ha pasado eso por mi mente, no podría abandonarte a ti.

Habla con la boca llena de dulces, al tiempo que me hace sentir la peor amiga del mundo, porque es justo lo que yo he pensado hacer.

-¿Mishel?

-¿Uh?.

-Es una promesa, nunca te abandonaría.

Me sonríe desde lo alto del resbaladizo mientras me balanceo en los columpios para niños.
Finjo mi mejor sonrisa, y le respondo.

-Es una promesa.

Stefani y Mishel, Mishel y Stefani.
Juntas, inseparables, la mejores amigas desde el jardín de niños, si te metías con una la otra iba en su defensa. Siempre tuvieron diferencias, pero lo que hacia su amistad diferente a las demás, era la sinceridad que se tenían, se decían las cosas de frente y no eras capaces de estar alejadas por un día, hasta que un día, una de ellas rompió todo el esquema de su amistad y la promesa que las unía.

Y esa fui yo.

Me quedo estática ante su presencia y no soy capaz de mirarla a los ojos, sin sentirme el ser mas despreciable de la tierra.

-Debo irme.

-Por supuesto que es lo que harás, no esperaba mas de ti. 

-Steff-Natalia le advierte.

Sin embargo estoy preparada para lo que pueda hacer o decir, aunque ha cambiado mucho en este tiempo, la conozco, se como es realmente.

La miro a los ojos, pero no soy capaz de decir nada. No espere verla, y me sigue costando tener que estar aquí, y procesar todo esto, que ni siquiera esta saliendo como lo esperaba.

La esquivo y voy directo a la puerta.
Un paso antes de llegar, su voz llena el tenso espacio.

-¿A que has vuelto?.

-Steff-

-No, Natali, necesito saber si debemos prepararnos para que vuelva a destruirlo todo.

-Basta Steff, ella...

-¿Que?, ¡¿ha venido a recuperar a Natan, para luego largarse como una maldita cobarde y egoísta?!.
El sarcasmo de sus palabras arde más con la mención de ese nombre.

¿Vale la pena decir algo en mi defensa?.
¿Para que?, si Steff tiene toda la razón.

Tomo la manija de la puerta y la abro finalmente.
El aire frío golpea mi cara y seca la humedad provocada por las silenciosa lagrimas que han caído en silencio.

Al llegar a casa de mis abuelos, subo la escaleras en mayor silencio hasta mi habitación, donde me desplomo.

La mirada de odio de la persona que algún día en vida fue mi mejor amiga, su mirada dolida y resentida, me hacen llorar y sentirme tan mal conmigo misma.

"Vuelva a destruirlo todo".

Claro que lo destruiste todo, eres tan falsa, tan egoísta, mientes sin piedad. Estas jodidamente loca.

Destruyes todo lo que tocas.

¡No puedo mas!
Esa maldita voz en mi cabeza, que me empuja hacia el abismo del que me estaba costando tanto salir, pero lo estaba logrando. 

Cuando vuelva a salir el sol. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora