Capitulo 11. La fiesta

42 7 2
                                    

Han pasado varios días desde que fuimos al cementerio, sigo teniendo varias preguntas acerca de todo eso, y como nos comportamos ambos, pero sobre todo, ¿donde se habrá metido Natan?.
No lo he vuelto a ver desde que estaciono su camioneta en la avenida cerca a casa y se marchó.

Malada es un lugar pequeño como para no tropezarnos en ninguna parte, si bien es cierto que solo voy de casa al restaurante, ¡pero venga!, tomo caminos distintos cada día, he ido al cementerio por las tardes e incluso a casa Natt y no lo he visto.
Es muy extraño, como si fuese a propósito.
Me siento muy rara respecto a esto.

-Deja de comerte las uñas.

-Lo siento, lo siento, lo siento.

-Ten, toma tu café y relájate, ¿Quieres fumar un cigarro?

-¿Yo?.

-Si, tu. ¿Vez a alguien más?, dime la verdad para salir corriendo.

Otro intento fallido de chiste.
-Muy mal Mara-Hace un puchero-Es que no son tus chistes, no es gracioso que te burles de situaciones que a otros le matan la cabeza.

-Ay perdón, no sabia que el morocho te traía con este mal genio.

Bufo.
-¿De que hablas?.

-El chico-La observo con el ceño fruncido-Ya sabes, cabello oscuro, cara linda, buena pinta, ojitos grises. Venga chica que me has dejado el trabajo a mi sola por irte con él y no he recibido la bonificación.
!Natan!

-No se de quien me hablas.

-El chico, vale no recuerdo su nombre pero se que es el menor de los Harris.

-Estas diciendo cualquier cosa, entre nosotros no pasa nada-Su ojos se centran en mi, en un intento de escanearme y me hace sentir cohibida-Bien, deja de mirarme de ese modo, no tenemos nada, ¿de acuerdo?, solo que ha sido muy raro no verlo.

El resto del día se pasa muy rápido, por fortuna el restaurante se llena y logro distraerme y dejar de pensar en él.

Al llegar a casa al final del día todo parece estar en orden, excepto por...

-¡Hola!

Una Natali muy eufórica y bien vestida en la entrada de casa.

-Hola...mmm...¿Que sucede?.
La observo extrañada, pero su sonrisa se esconde y su cara de confusión me preocupa.

-No sabia que tenias dos hermanas Mishell, vaya.

-Oh...si, antes no tuve tiempo de mostrarles a Malena y Luana acaba de cumplir tres años, ha nacido en la ciudad.

-¿C-como nunca nos enteramos?, se supone q-que éramos buenos amigos.

Le sonrió, intentando calmar su culpa.

-Ya sabes, nunca terminamos por conocer a las personas. Pero, no tiene importancia. ¿A que has venido?.

-Oh sí-Sonríe-Vamos a una fiesta, por favor, por favorcito. No puedes decirme que no.

-No ha cambiado mi opinión sobre las fiestas Natali, siguen sin gustarme.

-Solo será un instante, lo prometo, y la pasaras bien. Estarán todos los chicos y quieren verte de nuevo, no es bueno que te mantengas encerrada aquí todo el tiempo, sabiendo que vas a volver y quien sabe por cuantos años no te voy a volver ver de nuevo.

-Bien, vamos.

Subimos a mi habitación para intentar buscar algo de ropa, nada exagerado, porque se realmente que no voy a tardar mas de tres horas, solo acepte ir porque deseo verlo y hablar con él, después de lo del cementerio puede escucharme, podemos hablar, le contare toda la verdad.

Cuando vuelva a salir el sol. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora