𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝘛𝘳𝘦𝘴

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―¿Cómo te sientes? ―preguntó Yoongi una vez que el menor lo soltó.

Jungkook arrugó la nariz y se froto el rostro con las dos manos.

―Mejor, al menos no llegue a escuchar los insultos ―quiso reir y una pequeña tos lo interrumpió. ―Últimamente estoy muy sensible.

La confesión tomo por sorpresa a Yoongi, quien sabía de memoria, ―nuevamente créditos por ello a su madre―, que los omegas eran los que tendían a ponerse sensibles y vulnerables, sin embargo Jeon era un niño indefenso ante sus ojos.

―Debe ser por lo que han pasado, aun no lo se, pero él dijo que discutían mucho ―comento sin nombrar a su hermano menor.

―Si, nos llevábamos bastante mal, pero de pronto él se volvía dulce otra vez y yo me confundía ―. Suspiró.

―Una vez... me dijo que se sentía confundido, recuerdo que llego a casa y me pidió usar la ducha, se veía muy apurado ―aclaró.

―Qué raro, pues empezó a tener viajes más seguido, y siempre llegaba a casa con el cabello mojado ―.recordó Jungkook.

Min no quería decírselo, pero todo apuntaba a que su hermano tenia una aventura. Ese pensamiento resultaba muy cruel para con el alfa en este momento, por lo cual prefirió ignorar la posible verdad.

―Como sea, veremos eso cuando sepamos algo de él ―dijo y palmeo su rodilla. ―Mejor tratemos de empezar bien el día.

Le brindo una linda sonrisa de encías que Jungkook adoro con toda sinceridad, una de sus cosas favoritas era la sonrisa de Yoongi, y se sentía bien verla en su rostro otra vez.

Luego de aquel momento y aquellas palabras, los dos se retiraron, el centro al que Yoongi planeaba ir era de ese mismo barrio, así que Jungkook no estaría muy lejos de su casa.

En principio compraron elementos de limpieza que Yoongi necesitaba para dejar la habitación principal como nueva, también compraron algunos supresores e hinibidores para el alfa, además de alguna pomada que ayude con la inflamación que el omega noto en su marca de lazo.

Más tarde el pálido lo convenció de tomar un café y descansar.

―¿Aun te falta algo más? Haz comprado muchas cosas y ninguna es para ti ―cuestiono el alfa preocupado y algo culpable por todas las molestias que el omega se tomaba.

―Por supuesto, solo una cosa más, y esa si es para mi ―sonrió.

Eso tranquilizo al menor, que detestaba el pensamiento instalado en su cabeza de ser una carga para él.

Tras dejar el café se fueron a la última parada, para sorpresa de Jungkook una librería. Allí Yoongi comenzo a ojear algunos ejemplares sección tras sección, Jeon por su parte le imitó la curiosa acción, revoloteando la mirada entre algunos libros que llamaban su atención.

―¿Alguno te interesa? ―pregunto Yoongi al ver su esfuerzo por buscar algún libro.

El más alto negó, un poco confundido, no era bueno eligiendo libros.

―¿Me elijes uno? No soy bueno en esto ―río por primera vez en todo el día.

―De acuerdo, veamos ―le hecho una mirada rápida a los ejemplares esparcidos en filas sobre la mesa, parecía ya tener una idea de que encajaría con su amigo ―Este, creo que va a gustarte.

Tomo un libro de tapa sencilla, minimalista, y grosor regular. Este pertenecía a la sección favorita de Yoongi, que eran manuales y novelas que de alguna forma resultaban terapéuticas.

𝘈𝘭𝘧𝘢 𝘋𝘦𝘴𝘵𝘳𝘶𝘪𝘥𝘰 ⁞ KookgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora