Capítulo 18: Visitantes inesperados.

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N.a

Apuesto a que no esperaban esta actualización djcskjd

y, perdón por tardar. La universidad me tiene bastante ocupada, la verdad. ;-; 

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Los días pasaron lentos para Susan.

El dolor provocado por la muerte de sus padres, mezclado con la necesidad de ver a sus hermanos sanos y salvos de vuelta, y el deseo ferviente de poder ver a Jungkook despiertos era como una tortura para ella. Cada día su mente se agobiaba con las cosas que sucedía, cada día su dolor aumentaba, cada día ella solo se aferraba al cuerpo de Jungkook, llorando y sollozando agobiada.

Por supuesto, aún se encargaba de sus tareas diarias, pero ya nada era igual. Ya no podía hacerlo con la misma energía que antes.

Susan estaba entrando en un hoyo profundo del que le sería difícil salir.

Pero ella misma no era capaz de notarlo y simplemente existía, dejándose llevar.

Un suspiro escapó de los labios de la chica mientras cargaba el auto después de haber hecho las compras del mes. Comida para perros, para sus dos cerditos, algo para las gallinas y el resto era comida humana, golosinas y productos de aseo personal, además de pilas para su linterna. Y cinco litros de gasolina para el generador.

—A la casa de la montaña, ¿no, cariño? —él conductor del taxi preguntó, mientras cerraba el maletero del auto.

Susan asintió con una falsa sonrisa alegre. —Si, por favor. —respondió, mientras subía al coche.

Sus ojos fijos en la ventana, mientras una fuerte lluvia comenzaba, empapando las calles y nublando los cielos.

"Va a cortarse la luz hoy...", Susan pensó.

Un suave murmullo resonó, pero ella lo ignoró completamente. Su mano moviéndose en dirección a su vientre, acariciando el lugar ligeramente mientras tenía la mirada perdida en los árboles y la lluvia que caía.

—Pequeñita, —él taxista la llamó. —le recomiendo que llame a alguien si esta sola. —aconsejó. —Últimamente ha habido crímenes por la zona, y no es bueno que este sola.

Él señor Travis, era un viejo taxista amigo de su abuelo fallecido. Susan lo había conocido cuando era niña, pero no interactuaba mucho con él. Además, él era el único taxista en el que ella y su madre confiaban lo suficiente como para llamar cuando iban solas a casa o llegaban demasiado tarde.

Era un anciano de setenta años amable y educado, además de gracioso.

Su madre solía tratarlo como si fuese su propio padre.

Su madre...

Susan sintió el dolor regresar a su pecho con fuerza de nuevo.

—Eh, si... —ella sonrió, sintiendo el nudo en su garganta. —Lo haré.

DRAAKON |JJK| (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora