5. Campo de batalla

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Yeimy.

Sentí mi corazón dejar de latir en el momento en el que vi a Gema ahí parada. Su cara de decepción mezclada con coraje me estaba aniquilando por dentro. Siempre supe que en medio de esta venganza muchas personas saldrían heridas y aquello no me importó, pero inevitablemente me encariñé con ella y me estaba odiando a mí misma por hacerla comer mierda de esa manera.

—Gema.. Yo.. —trate de modular algo, pero no me salía nada. Sentí un miedo abrasador palpitándome en el cuerpo.

—Sos una zorra. —espetó con un odio que nunca me imaginé venir de ella.

Bajé mi mirada incapaz de mirarla a los ojos, a esos ojos que ahora mismo me asechaban llenos de decepción y a la vez inundados entre las lagrimas.

—¿Desde hace cuanto? —preguntó llevando su mano a sus ojos y hacer el inútil intento de calmar las gotas de agua que expulsaban.

—Es la primera ve..—Charly estuvo a punto de mentir cuando lo interrumpí.

—Hace meses. —Él me miró confundido. Gema ya nos había descubierto, ¿de qué servía seguir mintiendo? ya nada ni nadie nos salvaba.

Gema se mantuvo en silencio, abrió la boca para decir algo pero al instante la volvió a cerrar como si estuviera escogiendo las palabras correctas para destrozarnos.

—Sos una traidora y yo.. Yo soy una ingenua, mirá de pensar que por fin podía tener una amiga —sus palabras me ardían y destrozaban el alma.

—Perdón. —fue lo único que fui capaz de modular.

—"Perdón"—repitió ella con una risa amarga—. Escucháme una cosa, Tamy Andrade —se acercó a mí—, desde hoy.. Vos estás muerta para mí. Si alguna vez fui tan idiota como para llamarte "amiga" hoy no sos más que una de las miles de perras que se acuestan con Charly. Y vos Charly, sos un perro mujeriego.

—Oigan a esta. —murmuró Charly para sus adentros pero de todos modos escuchamos.

—¿O me vas a negar que siempre que conseguía una amiga vos te la comías? Decíme.

"Amiga" Esa palabra sin duda me quedaba grande.

—Sí, ¿Y sabés por qué? Porque tus "amigas" sí me pueden dar lo que vos no podés. Porque vos no sos más que la mamá de mi hija, la mujer de la casa, pero no tenés ni idea de cómo volver loco a un hombre. —Sus palabras me daban ganas de vomitar allí mismo y no sólo me asqueaba él y su forma de pensar, sino que me sentía asqueada de mí misma, porque a los ojos de él no era más que eso: la mujer que él quería para llevar a la cama.

No me sorprendían tales pensamientos de su parte, pero escucharlo admitirlos en voz alta era aún peor que imaginármelos en su subconsciente.

—Los hombre con los que he estado no dicen lo mismo. —dijo Gema fingiendo indiferencia, pero yo que fui cercana a ella, sabía que no había estado con más hombres aparte de Charly y Triana, y que sólo hacía el comentario para molestarlo a él. Lo mejor de todo, era que lo estaba logrando.

Porque claro, Charly era de esos hombre con aquella mentalidad retorcida donde ellos pueden estar con una infinidad de mujeres solo por sexo, pero si su pareja le pone cuerno con un hombre al cual ama, la crucifican viva.

—Pues lamento informarte que te mintieron, pero no te preocupés, supongo que ya estás acostumbrada a que te vean la cara de idiota todo el tiempo.

Ni siquiera sé en qué momento pasó de ser un momento triste donde ella me refregaba en la cara lo mala amiga que había sido, a ser una guerra en contaste ataque entre Charly y Gema para ver quién hería más al otro. Para su desgracia y la mía, la guerra la iba ganando él. Porque aunque Gema se esforzara en decirle sus verdades sin pelos en la lengua, a él parecía no importarle en lo absoluto.

Tu propia trampa (charleimy)जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें