06 | Pasado

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—...y de la nada, me di cuenta de que estaba en la rama de un árbol —dice Flynn, soltando una gran carcajada.

Todos a nuestro alrededor nos miran con desagrado. Pareciera que tenemos una fiesta aquí, por todo el ruido que estamos haciendo. Son aproximadamente las ocho de la mañana y nos han levantado hace casi una hora para venir al comedor a desayunar. El lugar da cierta buena vibra, al estar cubierta de muchos colores, por los uniformes de cada escuadra. Los chicos y yo no hemos parado de hablar desde ayer que hemos llegado a la capsula.

—Recuerdo algo similar —habla Ethan—. Mis padres siempre que subíamos a algún lugar, estiraban sus brazos hacia nosotros y nos obligaban a saltar, sin importar la altura.

—Así es como perdimos el miedo a las alturas —explica Navil y sonríe ligeramente.

—No es por presumir, pero nuestra madre nos ha enseñado sobre tecnología —comenta Flynn, mientras mira sus dedos.

Oh no, aquí vamos de nuevo.

—Pues nuestro padre nos ha enseñado a usar armas desde pequeños —contraataca Ethan.

—Pues nosotros hemos ocasionado el gran apagón de año nuevo —contraataca Flynn.

—¡Cierra la boca! —manifiesta Aidan, irritado.

Flynn abre ligeramente los ojos en cuanto se da cuenta de lo que ha dicho. Todos ahora mismo cambian su expresión de diversión a una de asombro. Niega ligeramente con la cabeza y cierra los ojos. ¿Cómo podría sentirse orgulloso sobre el apagón que causamos a toda la nación? A mí me da vergüenza de solo recordarlo.

—¿¡Ustedes qué!? —susurra Jared, sorprendido. Se acerca un poco hacia nosotros, evitando que alguien más escuche.

Pateo a Flynn por debajo de la mesa y lo miro amenazante. ¿Es que acaso nunca puede callarse y comportarse? Niego con la cabeza, evitando la pregunta de Jared.

—Veo que ya se llevan bien —aparece Daniel de pronto.

—¿Eso es algo que te importe? —manifiesta Parys, mirándolo con una ceja enarcada.

La miro, amenazante. Mientras menos hablemos con él, más rápido se ira y nos dejara tranquilos.

—No deberían confiar demasiado en él.

Se acerca a mí, junto a Milton y otro chico que jamás había visto. El uniforme de Daniel y Milton es color mostaza. El del otro chico es color azul bondi. Todos tienen una sonrisa perversa. El día se ha arruinado con su sola presencia.

—¿De que estas hablando? —lo enfrento.

—Por favor, Amber —toma un mechón de mi cabello y comienza a juguetear con el—. Por la expresión de Jared, sé que le has contado algo de mucha importancia.

Dice cerca de mi oído y causa un escalofrío dentro de mí. Ethan rueda los ojos, frustrado. Navil y Parys hacen una mueca de desagrado. Cierro los ojos por un momento, intentando mantener la calma.

—Y si es así, ¿a ti que demonios te importa? —intento decir sutilmente, girando mi vista hacia él.

—Solo espero que no te traicione, como a la otra escuadra —dice Milton, soltando una pequeña carcajada burlona.

—¡Cierra la boca! —dice Jared, entre dientes. Los mira amenazante.

—Podría delatarte y hacer que tu escuadra repruebe el entrenamiento —ahora habla el otro chico.

—Es cierto, Max —ríe Daniel—. Podrían reprobar y estar aquí de nuevo, como el patético de Jared y su escuadra asesina.

Miro como se tensan los músculos del cuello de Jared. Traga saliva. Ethan mira seriamente a cada uno de ellos y niega con la cabeza, con algo de decepción. Se mira un poco más tranquilo que Jared. Yo no estoy entendiendo nada de lo que hablan. ¿Escuadra Asesina?

REVOLUTION: La Primera NaciónWhere stories live. Discover now