❧ 𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖁𝕴𝕴 ❧

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La desesperación por seguir tocando su cuerpo incrementaba más y más. Serkan se encontraba en un estado de excitación inmenso al tener a la bruja blanca a su merced.

Cada vez que pasaba las manos por su marcada figura sentía como la sangre le comenzaba a hervir y como su sexo empezaba a endurecerse bajo su pantalón. Su instinto de poseerla estaba a punto de resurgir de su interior.

-No me equivoqué, eres un manjar exquisito Eda Yildiz.—bajó lentamente las mangas de su vestido dejando los hombros al descubierto.—Me vuelves loco.—se inclinó de nuevo hacia su cuello.—Hasta tu olor me hace enloquecer.

Eda yacía inerte en aquella grande cama. Sus fuerzas se desvanecieron por completo al sentir la muerte de todos aquellos niños inocentes.

Desde hace siglos, las brujas blancas se volvieron más receptivas a la presencia de los menores. Aquellos pequeños se convirtieron en la luz que iluminaba todo a su paso con sus hermosas sonrisas. Eran la pureza personificada.

-Eres una diosa y eres toda mía.—de un sólo tirón rasgó el corsé de su vestido dejando sus pechos totalmente al descubierto.

Bajó sus manos lentamente desde las mejillas hasta su escote dejando pasar los dedos entremedio de estos. Sus ojos cambiaron de un verde esmeralda a un negro intenso y sus colmillos afilados sobresalieron de su boca.

-Saber que te tengo tan sumisa bajo mi cuerpo me hace replantearme muchas cosas.—pellizcó sus pezones a la par.—Como hacerte mía hasta la saciedad y marcarte para siempre, así todos podrán ver que eres propiedad de Serkan Bolat—sonrió con malicia.—Tú cuerpo es un templo y yo soy el dueño y haré y desharé a mi antojo sin importar el qué...

Su mirada cada vez estaba más cargada de deseo y posesión. Sus grandes manos encajaban a la perfección en su diminuta cintura. Parecía que ambos estaban hechos a medida.

-Con sólo verte algo en mi se enciende y estoy seguro de que te hará arder junto a mi.—lamió lentamente cada uno de sus pezones intercalando varios mordiscos.

Su mano derecha viajó desde su cintura hasta la tela de la falda jalandola hacia abajo para sacarla por completo. Sin temor alguno por si ella despertaba, posó la mano sobre su sexo y apartó cuidadosamente la fina ropa interior que la cubría.

-Cómo voy a gozar semejante perfección de mujer.—hundió los dedos sintiendo como sus labios vaginales los envolvían.—Qué delicia—comenzó a hacer movimientos circulares notando como poco a poco se iba humedeciendo.—Voy a meter los dedos en tú interior y no será lo único que entre por mi parte, bruja.—los introdujo paulatinamente.—Despierta estrella. Necesito oír tus gemidos...

De repente, Serkan comenzó a sentirse extraño. Varias imágenes comenzaron a golpear su mente sin control llevándolo a un recuerdo de muchos años atrás.

Flashback

-¡Serkan Bolat!—una silueta se dirigió hacia él corriendo de entre los arbustos.—¡Serkan Bolat!

-¿Eda?—entrecerró sus ojos tratando de enfocar la imagen.

-¡Serkan!—se abalanzó sobre su cuerpo y lo envolvió en un fuerte abrazo.

-Hola Eda.—correspondió al saludo de la misma manera en la que lo había hecho su amiga.

-Serkan tengo algo que decirte, ¿quieres saber qué es?—se separó un poco y lo miró con un brillo especial a los ojos.

-Sí.—respondió.

-Algún día serás mi esposo.—dejó un tierno beso en su mejilla sacándole una sonrisa al pequeño Strigoi.

𝕊𝔼𝔻 𝔻𝔼 𝕋𝕀 》𝑬𝑫𝑺𝑬𝑹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora