Cap.7

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-¿Qué coño haces tú aqui?,- Volkov se cruzó de brazos abarcando toda la puerta, el otro comisario parecía haber bebido y por nada del mundo le daría acceso a que pudiera entrar en su casa, si veía que Horacio estaba ahí, igual se ponía pesado con él.

-Le..traje, te traje esto, es...para tu amigo, él no tiene, cu-culpa de que...tú seas un cabrón, da-dale...las gracias al barbas,- arrastró mucho las palabras y le tiró los pasaportes de Horacio y Gustabo, se dió media vuelta y se marchó hacia el ascensor tambaleándose.

Viktor lo vió irse extrañado, cogió los documentos del suelo y entró, se los dió a Horacio y cogió su móvil, llamó a Greco, necesitaba una explicación de todo esto.

-¿Ha estado ahí?,- el de barba contestó con una pregunta, sabía que pasaría por la casa del peligris.

-Si y me ha dicho que te de las gracias a tí, me ha devuelto los pasaportes de Horacio y su amigo, ¿qué ha pasado?,- Volkov sabía que Greco seguramente habló y convenció a Ivanov para hacer lo correcto, ya que era un buen hombre que se llevaba bien con todo el mundo.

-Después de marcharte, le pregunté que había pasado con Horacio, me contó todo y simplemente le dije que era una putada lo que lo le estaba haciendo, al fin y al cabo su problema lo tiene contigo y está pagando vuestras mierdas un chaval que no tiene culpa, así que le pedí los pasaportes y anulé el antecedente, solo quedaban tres meses para que cumpliera, eso ya ha prescrito tio,- Volkov se quedó pensativo.

-Si te dió los pasaportes a tí, ¿por qué cojones a venido él a tirármelos?,- era una duda que debía despejar.

-A ver, quería ir enfurecido a tu casa, no me los quería dar pero lo convencí para ir a tomar unas copas y parece que se relajó, su condición fué que él mismo te los daría, así que solo le pedí que no hiciera más el gilipollas y dejara ya este tema.-

-Te debo una, gracias amigo,- Horacio escuchaba extrañado toda la conversación sin entender nada.

-¿Amigo?, joder, si que te gusta el muchacho, te entiendo eh, yo también haría cosas así por alguien que me llegara al corazón, lo que no sé es que coño hace él contigo si eres un muermo,- se rió después de meterse con su amigo.

-Bueno te dejo, mañana hablamos,- iba a colgar cuando se escuchó una risa más.

-Oye Volkov, Conway te quiere mañana en su despacho a primera hora, está muy contento,- Viktor se puso una mano en el rostro y negó con la cabeza.

-Pues vas a tener que cubrirme de nuevo, dile que no me encuentro bien y que iré más tarde, voy a ir a acompañar a Horacio al hospital,- el chico negó, no le gustaba que descuidara sus obligaciones por sus asuntos personales.

-Vale, yo se lo digo pero ya sabes la que te espera cuando vengas, tómate un analgésico para aguantar sus voces,- rió de nuevo y colgó.

-Viktor, mañana puede recogerme Gustabo, de verdad es mucha molestia la que te estás tomando conmigo,- el de cresta se sentía mal por el ruso.

-No te preocupes, trabajo muchas más horas de las que debo así que no creo que tengan queja con eso, solo me he tomado un par de horas hoy y un par mañana, creo que ellos a mi me deben más de cien, sin exagerar.-

Horacio sonrió aliviado, fué a sentarse al sofá mientras que el mayor recogía la cena que ya había traído el repartidor,- ven aquí,- señaló la mesa del comedor para que cenaran tranquilos en vez de en el sofá, era un poco incómodo, aunque bonito.

Cenaron rápido, el chico no debía tomar su medicación, en el hospital habían regulado su nivel de azúcar y se sentía bien aunque con poco apetito, Volkov no le presionó para cenar más de lo que le apeteciera así que recogió lo sobrante y fueron a descansar.

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