Lucy

7.9K 604 352
                                    

Demian peleaba con Brad por teléfono, mostrando su expresión triste y rodando los ojos de vez en cuando al escuchar lo que la persona al otro lado le decía.

― ¿Qué?, ¿Brad por qué no me dijiste antes? – Decía Demian con un rostro desilusionado ― Pero... somos familia, debemos pasar la navidad juntos... ¡Pero! si... entiendo... adiós... ― cortó la llamada.

Se le escapó un largo suspiro y se puso a caminar de un lado a otro dentro de la sala sin tomarme atención a mi o a lo que le había estado diciendo antes de que Brad le llamara por teléfono. Demian siguió caminando de un lado a otro, murmurando cosas que no podía entender mientras el gatito jugando perseguía sus agujetas.

― ¿Por qué caminas tanto? ― pregunté algo molesto por no recibir la atención que quería.

―Porque si... la navidad debería pasarse en familia y él se va con su amigo y su familia a no sé dónde... mañana es noche buena y yo... ¿Cómo sabrá santa que debe llevarle su regalo a otro lugar? Si... si sé que santa no existe, pero... yo...

―Yo voy a estar aquí ― me sentí algo extraño al decirle aquellas palabras para que se animara y que así sonriera. Cada vez que pensaba en él mi corazón se sentía cálido, sin embargo, parecía no notar mis esfuerzos para hacerlo feliz, yo no era Brad, no era un humano y tampoco tenía alma ¿Era por eso que a pesar de lo mucho que intentaba esforzarme para ser notado Demian no lo hacía?

Las cosas se habían vuelto molestas ¿Por qué mi pecho se tenía que llenar de sentimientos humanos? No me gustaba sentirme así y más aún porque desde que había hablado con ese demonio veía a Demian como una posible fuente para obtener un alma y liberarme finalmente del lugar donde me crearon, pero aquella idea me aterraba y no sólo por la parte de quitarle la vida, sino lo que más me aterraba eran esos sentimientos que no dejaban de crecer, que se aferraban a mi corazón como las raíces de un árbol, que me hacían estar nervioso todo el tiempo y sentir cosquilleos en mi estómago.

―Seth... ― Demian dejó de caminar de un lado a otro y se sentó a mi lado ― bueno... supongo que los cuatro podremos pasar una linda navidad.

― ¿Los cuatro?

―Sí, tu, cloud, el gato y yo ¿deberíamos comprar un pastel? No... prefiero las cosas saladas...

―Aaah... ¿y en navidad se dan regalos? No puedo darte nada...

―Los regalos no importan... bueno creo que ese era el significado...

― ¿No era el nacimiento de uno de los mesías? ― pregunté confundido.

―Si ese también, pero al final los regalos son la parte genial ¿sabes? No tienes por qué comprar un regalo, puedes hacer uno con tus propias manos ¿y si esta navidad hacemos solo regalos con nuestras manos? Que genial idea Seth.

―Fue tuya...

―No importa... lo que importa es el sentimiento ― a veces me costaba entender que era lo que Demian me trataba de decir ― Debemos comprar muchas cosas... pero ¿Qué te puedo hacer?, ¡Lo tengo!

―Demian...

―Vamos no tenemos tiempo navidad es en dos días y te tengo que hacer un regalo y a cloud y al gatito y...

―Hace frio... no quiero salir ― dije algo avergonzado, abrazándome a mi mismo para mitigar el frío que se acrecentaba con el pasar de los días.

―Vamos, vamos, no seas aguafiestas, además nunca podrás hacerme un regalo si no vamos ahora a comprar.

―Está bien... ― respondí sintiendo como mi estomago daba un vuelco al imaginarme el rostro emocionado de Demian al recibir mi regalo, mis mejillas habían comenzado a sentirse cálidas ¿Por qué me emocionaba por eso?

Recuperando mis alasWhere stories live. Discover now