PRÓLOGO

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Esta es la historia de un hombre que se enamoro de otro hombre, que se amaron en plenitud, salvándose así de la existencia vulgar . Lo he llevado conmigo, cuidándolo y amándolo para que el tiempo no lo desgaste y es ahora, en las noches frías y calladas donde abrazo su cuerpo cálido. Lo hago por aquellos que confiaron sus vidas diciendo: toma, escribe, para que no lo borre el viento.

-Cariño, los niños ya están listos. - sonrió con una sonrisa amplía y serena para su querido esposo, quien se encontraba indeciso sobre su traje color gris oscuro.

- ¿Cómo me veo?, porque sinceramente creo que parezco un padre viejo y no quiero serlo.- miro a su esposo de cabellos oscuros por el reflejo del espejo.

- Cariño no te ves viejo, además serías un viejito muy tierno.- una risita se escapo.

- No me da risa Tae - su rostro se torno serio. - Viste a los otros padres de los niños, son altos con gran cuerpo y no son nada feos del rostro. - Al parecer el rubio cenizo estaba intimidado o más bien tenía las inseguridades a flor de piel. Yoongi no era nada feo, eso era más que claro, tenía los ojos pequeños como de gatito, una linda piel blanca con los lugares adecuados color rosita, además de que tenía un cuerpo a proporción. Era simplemente perfecto.

- Amor ,¿Cómo puedes decir eso? eh - El de ojos cafés oscuros se acerco con una mirada cálida y envolvió sus brazos en la cintura del menor- Eres tan perfecto, tanto que pareces irreal, deja esas tonterías. - dejo caer su cabeza en el hombro del rubio.

- Se que no soy feo, pero, en verdad creo que me he descuidado desde que tenemos a los bebés y no estoy diciendo que es culpa de ellos. - Apenas sonrió.

- ¿Por qué no lo dijiste?, si necesitas más tiempo para ti, solo dilo. - volteo el cuerpo de su esposo, para volver a enredarlo en sus brazos solo que esta vez estaban frente a frente. - Puedo cui..-

- No cariño, lo menos que quiero es cargarte aún más de trabajo. - Paso sus dedos por las hebras de cabello de su hermoso esposo, quien ya se encontraba sonrojado por el sutil tacto del rubio. - ¿Sabes que quiero bebé?- dijo en un tono suave y casi susurrado. Taehyung solo murmuro un "umm" - Un beso - sonrió ladino. Lo sabía. Sabía que su introvertido esposo se derretía con esas inofensivas palabras, que solo él sabía como hacerlas oír sexymente.

Hasta cuando la más insignificante palabra te hace cosquillas en el estómago.

Cuando el frío es cálido.

Cuando el silencio es cómodo.

ES AMOR.


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𝐘𝐎𝐎𝐍𝐆𝐈 | 𝐓𝐚𝐞𝐆𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora