II

129 13 5
                                    

Taehyung estaba envuelto en una ola de sensaciones placenteras, llevando al borde su sistema. Su espalda arqueada, sumergido en el calor abundante de la boca del chico de cabellos rubios, que se encontraba empapando su pene de saliva. Solo había gemidos ahogados por parte del castaño oscuro, cada vez que el rubio lo metía hasta lo más profundo que se podía de si, haciendo que el chico sumiso se sintiera ahogado en su propio líquido seminal que se escurría por su longitud hasta sus testículos. "Yoongi-shi~ " en un  hambriento suspiro de suplica por tener lo que deseaba.
Sin embargo, el menor no paro ni un momento su vaivén suave y brusco a cada segundo que transcurría, sin importarle que su hermoso chico estuviera por venirse en su boca. El erecto pene de Taehyung estaba al borde de la liberación que tanto anhelaba. Su vientre se contrajo, por fin soltando su último gemido del momento, dejo que su esencia explotará en el rubio, para después mirar como aquel se lo tragaba con deleite.

Bastaron tres caricias más de ambos cuerpos para que el castaño se pusiera duro de nuevo. Los jugueteos de Yoongi ansiaban porque su hermoso novio cayera al paraíso de nuevo, una y otra vez, cuántas fueran posibles. Amaba ver esas expresiones placenteras en su rostro. "Yoon-gi" la voz suave y casi inaudible de Taehyung resonó por los ecos de la pequeña habitación con paredes grises y blancos, que le daban un toque más espacioso. El rubio alcanzó los finos labios del castaño, destrozando los con los propios, saboreando cada parte de su cavidad bucal, las lenguas danzando en un maravilloso ritmo.

Los dedos del mayor se enterraron en las sábanas lizas de la cama, cuando por "casualidad" los dedos largos y fríos tocaron la parte de su entrada, ansiosos por entrar en calor. Fue donde Yoongi quien devoraba sus labios alineados, se alejo para mirar el rostro de Adonis de su novio extaciado. Pero el castaño no podía abrir si quiera los ojos, como si aquellos hubieran tomado vida propia y con toda razón se sintieran seguros no mirar al chico de cabellos rubios cenizos que tenía la mirada fija en en las hebras castañas oscuras del chico que se desmoranaba a cada movimiento brusco de los dedos de Yoongi. Fue entonces que abrió los ojos aturdido por los sentidos despertando a cada paso de esa noche, Yoongi se había detenido sin razón, sin decir nada.

 ¿Había hecho algo mal? 

¿Por qué de la nada se había detenido?

Las pupilas grisáceas del menor llenaron a Taehyung tan suciamente, no tardo en darse cuenta de la razón por la que Yoongi se había detenido, y era porque su mano se había centrado en su pene goteante apunto de explotar diversos sabores de su interior en busca de la liberación soñada. Los lindos ojos del castaño se abrieron de forma involuntaria, mirando con dedicación a su chico dándose placer. "Lo estoy preparando p-ara ti, cariño.." Era tan descarado que Taehyung comenzaba a creer que había tenido una vida pasada donde vivió su sexualidad al máximo, actuaba como si fuera el mayor de ambos, solo de imaginar su seguridad ante la situación se hacía pequeño. 

Pero es que Yoongi era así, tan masculino.

No había algo más exitante para Taehyung que ver a su lindo novio masturbarse frente a él y para él. Era tan sucio y renovador. Sus ojos se centraron en la expresión del rubio, quien parecía ya venirse en ese momento, su presemen se escurría tan hermosamente, esa era la palabra para Taehyung. Los labios rojisos del menor estaban húmedos, podía notarse por lo brillante de ellos, y su cabello alborotado como un remolino se comenzaban a empapar del sudor brillante que comenzaba a  escurrirse desde su frente hasta sus patillas.
El castaño no podía evitar sentirse tan bien en esos momentos, incluso podía jurar que se vendría solo por mirar.

"¿Estás lis-to, cariño?" menciono el de piel blanca. Colocándose entre las curviadas piernas del chico drogado por el placer. Como si se hubiera metido alguna mentafetamína, tan ruidoso y tan callado a la vez, dispuesto a ser penetrado. Asintió.

𝐘𝐎𝐎𝐍𝐆𝐈 | 𝐓𝐚𝐞𝐆𝐢Where stories live. Discover now