12- Milan Town

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JUSTIN

Cuando bajamos del autobús y aterrizamos finalmente en las calles de Milan Town, se sintió una densa brisa fresca rozar nuestros rostros. Fuimos recibidos por un cielo azul marino que hasta me atrevo a decir estaba a punto de tornarse negro, incluso siendo pleno día. El pueblo nos daba la bienvenida con un clima y ambiente bastante helado, por no decir siniestro. Parecía salido de una película. Pero la realidad es que no podía quejarme porque allá arriba, en la montaña, era aún peor gracias a las objeciones de los Wembley con respecto a sus normas de convivencia y su intensidad con mantener la casa casi completamente en oscuridad. Así que, a comparación de eso, este lugar era mucho más acogedor.

El sitio no estaba tan poblado como me había imaginado en mi cabeza antes de llegar, pues se veían a tan solo unos pocos transeúntes en la acera, pasando por al lado de la gran cantidad de tiendas de distintos rubros, con los largos faros en los bordes que brindaban la iluminación que hacía falta en las calles. Todo se siente muy tenso, no solo por las vibras y las caras largas de las personas, sino porque simplemente así se percibe.

Debido a mi posición económica, no he tenido la oportunidad de viajar mucho como me habría gustado, ni siquiera dentro de Noruega. Cuando era niño, tenía una pequeña obsesión con tomar un mapa y marcar los puntos de las ciudades y países a los que planeaba visitar una vez me volviera millonario y exitoso. Y creo que, incluso aunque eso hubiese sucedido, jamás se me habría ocurrido venir a este pueblo fantasma.

Acomodé el gorro sobre mi cabello para evitar que los copos de nieve me empaparan. No es que estuviera precisamente nevando muy fuerte pero definitivamente algunos minúsculos copos caían sobre nosotros. No sabía si era la aproximación de una lluvia intensa o la de una nevada. Pero se sentía la presencia. De a poco, el blanco decoraba las prendas de ropa de todos los integrantes del internado. Y Sally a mi lado no dejaba de abrir la boca con la esperanza de atrapar algún que otro copo.

-Pareces una niña.

-Pareces un idiota.

-Siempre tan dulce.

Empujó mi hombro y me reí divertido.

-Escuchen, chicos- Melody llamó la atención chocando sus manos, No podía creer que tuviera la valentía de no usar guantes con la temperatura bajo cero que estaba haciendo. Supongo que estaba acostumbrada luego de vivir tantos años por esta zona- Vamos a recorrer el pueblo juntos. Quiero que permanezcan todo el tiempo detrás de mí, siguiendo mis pasos. Si a alguien le surge la necesidad de entrar a algún comercio, háganmelo saber. Pero no se vayan sin avisar. Sé que todos ustedes son adultos y conscientes, pero obedezcan a mis órdenes. ¿Está bien?- sonrió- Estamos aquí para salir un poco del encierro y disfrutar de algo nuevo- argumentó- Al final del paseo, iremos a un sitio donde una amiga nos estará esperando.

Dicho eso, comenzamos a movernos como niños pequeños en plena excursión escolar. Sally enroscó su brazo en el mío y ambos nos miramos con los ojos entrecerrados, muy desconfiados de este paseo. Creo que los dos sabemos que esta salida tiene un propósito misterioso y ahora comprobamos que se trata de ese lugar que la señora Wembley mencionó. ¿Qué querría ella que viéramos?

Dejé esos pensamientos de lado por unos segundos y me enfoqué en el pedido de Joel. Repasé mentalmente el mapa de Milan Town que había en una de las paredes de la casa para poder ubicarme y llegar finalmente a "Donas felices", el sitio que ese viejo me pidió visitar. Según él, debía buscar unas píldoras que los Wembley se negaban a suministrarle pero que, sin embargo, en este lugar voy a conseguir. No dio muchas más indicaciones que esas, solamente que debía ser discreto y evitar decírselo a alguien para que el secreto no cayera en las manos equivocadas. Con respecto a lo segundo, era un poco complicado para mi, pues quería comentárselo a Sally y que me ayudara en el asunto. Digamos que ya la considero mi compañera de investigaciones. Pero preferí mantener la boca cerrada por el momento. Ni siquiera sé en qué tipo de líos me estoy metiendo y no me gustaría involucrarla en algo que al final resultara más grave de lo pensado.

Delirio (+18) I COMPLETA IWhere stories live. Discover now