29- El viaje

693 61 51
                                    

SALLY

Ayer pasé una noche increíble con Justin. El sexo había sido mejor de lo que alguna vez me hubiese imaginado y no solo por las habilidades del chico que ahora rodea mi cintura con su brazo, sino porque creo que ambos ya éramos conscientes de lo que comenzaba a crecer entre nosotros, esta especie de tensión y sentimientos por el otro, que solo aumentaban en picada. O al menos de mi parte.

A la mañana siguiente me desperté con una distinta pero linda sensación en mi cuerpo. La verdad es que me sentía ligeramente adolorida en mi zona baja, pues había sido rudo y bastante duradero. No nos bastó con corrernos solo una vez durante toda la noche, queríamos más. Claramente se notó que hacía mucho tiempo no había tenido relaciones sexuales y volver a esto, en especial con Justin, me hizo sentir jodidamente bien. Lo necesitaba. Tenía por sentado que mi coño no iba a tocar nada durante un año entero por el internado, dado a las estrictas reglas de los Wembley. Pero alguien una vez dijo que las reglas están para romperse y yo pensaba hacerlo las veces que quisiera si iba a ser así de magnífico como lo fue anoche.

Cuando intenté levantarme de la cama, Justin me sorprendió tomando mi cintura para arrastrarme de vuelta hacia él, y volver a conectar nuestros cuerpos. Reí volteándome para quedar frente a frente y otorgarle un pequeño beso en sus labios.

-Hay que ir a desayunar- susurré mientras él chupaba mi cuello y teniendo la intención de hacerlo con mis tetas- Hoy más que nunca debemos tener muchas energías. Será un viaje largo y cansador.

Él gruñó en respuesta.

-¿Estás segura de que quieres hacer esto, Sally?- me miró- ¿Muy segura?

Sé muy bien que a él no aún no le gusta la idea, ni lo hará. Y lo entiendo, sé que es jodidamente peligroso. ¿Pero qué más nos queda por hacer? ¿Quedarnos a esperar a que los Wembley finalmente se quiten las máscaras y muestren quiénes son? Podría ser demasiado tarde para nosotros.

Justin me miró alzando una ceja, a lo que yo asentí muy segura.

-Tengo un presentimiento. Uno bueno.

Alzó sus hombros desnudos y volvió a besarme- Está bien. Entonces tenemos mucho que planificar.

Finalmente logré que se levantara para que pudiéramos ir a comer algo. Como le he dicho, necesitamos comida en nuestros sistemas. No somos tontos, sabemos el agotamiento físico que nos producirá los kilómetros que tenemos que recorrer, de los cuales aún no estoy segura cuántos son. Sin embargo, es hora de comenzar a obtener respuestas. Lawrence parece no querer abrir la boca, los Wembley son muy precavidos y los demás integrantes del internado parecen ajenos a la situación.

En un principio, Justin y yo nos unimos como equipo para intentar irnos de la casa Wembley, por lo que muchas veces nos planteamos la idea de ir al pueblo, a Milan Town. El problema es que no tenemos nada allí, ni dinero para salir de este sitio. Yo he intentado comunicarme con mis abuelos por medio de mi teléfono, pero como ya saben la señal es una mierda. Funciona solo cuando quiere. Sin embargo, he logrado que los mensajes se envíen.

Pero ellos no contestan. Y los padres de Justin tampoco le responden a él.

Por mi lado, sé que a mis abuelos no les gusta la tecnología. Tienen un teléfono que solo miran para revisar la hora. Por eso no me sorprende de ellos. De todos modos, me gustaría que aunque sea le den una miradita. Literalmente les pido ayuda con varios signos de exclamación. Pero no recibo nada. Ni una maldita respuesta.

Tengo paciencia. En algún momento tendrán que darme una señal de vida. ¿Verdad?

Hasta entonces, debemos sobrevivir. Tal vez las personas de la casa a la que vamos puedan ayudarnos con eso. Con suerte, son una linda familia, o tal vez un leñador amargado. Lo que sea, podría llegar a ser mejor que quedarse en este lugar.

Delirio (+18) I COMPLETA IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora