38- Separados

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JUSTIN

Sentí que mi corazón se detuvo en el momento en que vi la mirada de Sally atravesar la mía de una manera oscura y completamente vacía, como si ni siquiera fuera capaz de reconocerme. No podía creer lo que mis oídos habían escuchado, ni lo que mis ojos veían en este preciso momento. Ya me había parecido extraño que nuevamente estuviera con aquella actitud tan distante y fría que había surgido en ella como por arte de magia. Una actitud que siempre está a la defensiva y que me trata como si yo fuera el maldito enemigo. Creí que me había encargado de ser muy honesto con ella con respecto a la forma en que me siento. Le dije lo mucho que me importaba y cuánto la amaba. Se lo demostré. Le entregué mi corazón y pensé que ella lo había recibido. Literalmente estábamos bien hace unas horas. ¿Cómo es posible que otra vez actúe de esta forma? ¿Qué le sucede? ¿De verdad sigue molesta conmigo?

-Tracy, deja a la chica- Warren tragó saliva- Es mi alumna. Es parte de mi internado, no del tuyo. Sally Cage, ven aquí, ahora.

-No creo que Sally tenga que volver a repetir lo que dijo, ha quedado bastante claro- la mujer nos otorgó una sonrisa cínica- Su lugar es aquí, en la casa Walsh.

Toda mi sangre hirvió de ira con tan solo escuchar a esa mujer. Tomaba a Sally de sus hombros como si fuera de su propiedad, como si fuera un maldito objeto. La obligaba a mantenerse a su lado mientras hablaba por ella.

Sin importarme las personas a mi alrededor y el escándalo que podría ocasionar, caminé directamente hacia mi chica. Prácticamente, obligué a Tracy a alejar sus manos de su cuerpo, logrando una mirada asesina de su parte. La ignoré y atraje a Sally hacia mi para tomar sus mejillas.

-Sally, por favor. Ven conmigo. No podemos separarnos, ¿recuerdas?- tragué saliva cuando noté que ni su cuerpo ni su voz respondían en lo absoluto- Estamos en esto juntos.

Lo único que estaba presente en ella era una respiración anormal. Su pecho subía y bajaba constantemente. Su piel se sentía fría bajo las palmas de mis manos. Volví a repetir que de ninguna manera debíamos distanciarnos y por fin conseguí una reacción de su parte. Pero no precisamente la que me esperaba. Ella giró la cabeza e intercambió una mirada con la señora Walsh por varios segundos, una que no pude interpretar.

Para cuando volvió a mirarme, no titubeó al responder.

-No voy a ir a ningún lado con ese hombre. Ni contigo.

-Pues yo no me voy de aquí sin ti.

-Me temo que sí, señor Douglas- Jeremiah alzó la voz- Mi mujer y yo hemos determinado que su presencia no le hace ningún bien a esta casa, y en especial a la señorita Sally.

-¿Pero qué mierda dijo?- gruñí.

Él me ignoró y Tracy volvió a hablar, pero dirigiéndose al señor Wembley- Te ofrezco un trato, Warren. Tú me dejas a la chica, y a cambio, yo te devuelvo al chico y te otorgo una pi...- cambió sus palabras- un estudiante que tome el lugar de Sally- entonces, con su brazo, señaló directo a una persona- El señor Patrick Boyce.

Mi amigo se acercó a la escena pero con una mueca completamente confundida. Miró a la mujer desorientado.

-¿Qué? ¿Por qué yo?

-Tengo ojos en todos lados- sonrió.

-Señora Walsh, ni siquiera conozco a ese tipo. ¡Y ustedes dijeron que los Wembley eran...!- no lo dejó terminar.

-Tome esto como una nueva oportunidad. Después de todo, parece que nuestra compañía no le sienta bien. Y ya que tan linda amistad ha construido con Justin, creo que será lo mejor para usted. ¿Entonces? ¿Qué me dices Warren?

Delirio (+18) I COMPLETA IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora