[ At Midnight ]

38. Cariño

- " Bueno... em... tú... ¿Tienes reflejo?" Habló Jeongin para romper el silencio incómodo en el que se encontraba con el pálido.

El castaño se le quedó mirando con duda, ¿Hablaba en serio?

- " ¿Perdona?" Dijo el castaño confundido.

Jeongin se sintió tonto por intentar sacar conversación con el vampiro que ahora lo miraba de manera extraña.

- " Si, tengo reflejo." Se limitó a responder mientras sonreía por la tonta pregunta del contrario.

- " Ese es un tonto estereotipo." Respondió el castaño. Aunque se escuchó algo cruel no quería sonar así, en realidad le había hecho gracia su comentario pero se le hacía difícil expresarse con gente que no conocía y que no entendían su manera de ser.

El pelinegro se arrepintió de haber hablado por lo que volvió a estar cabizbajo.

- " Te me haces extrañamente conocido... y eso me está molestando." Habló con tono serio el castaño.
Era verdad, cuando vió al lobo por primera vez observandolos lo persiguió por lo mismo, porque tenía la rara sensación de haberlo visto antes pero al verlo de cerca y en su forma humana esa sensación se esfumó.

- " Nunca te había visto, además no salgo nunca. Debes estar confundiendome con alguien más." Dijo con tono enojado el menor. ¿Ahora sí quería hablar? Que vampiro más raro.
Su intensa mirada le daba escalofríos por lo decidió no mirarlo más y esperar pacientemente a que Minho volviera.

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- " Ya, ya, puedo caminar solo. No me trates como un niño." Se quejó Minho mientras se soltaba del agarre de Han.

El peligris verificó que no hubiera nadie al rededor y se abalanzó sobre él para abrazarlo.
Lo había extrañado.

El pelinegro aunque seguía molesto acarició el cabello de su novio y correspondió el abrazo.

- " También te extrañé. " Dijo Minho mientras besaba su cabeza.

¿Leyó su mente? ¿Había activado su habilidad sin querer? No, no, claro que no, ya no se descuidaba tanto desde el incidente de la otra vez. De seguro Minho solo lo había adivinado.

Se quedó observando a Minho, deseó poder quedarse en sus brazos por toda la eternidad aunque sabía que no podía. Notó que su novio tenía el ceño fruncido mientras miraba en la dirección donde habían dejado a los menores.

- " Está bien con Seungmin, no te preocupes, si llegara a pasar algo él lo protegerá. " Dijo para tranquilizar al contrario pero eso en vez de calmarlo le recordó porqué estaba molesto.

- " Si, ese Seungmin si que es bueno, ¿no?" Habló con sarcasmo el pelinegro.

Uy pero ahí fue donde cometió un error. Como había dicho antes.
No hay que meterse con el niño preciado de Han.

- " ¿Qué quieres decir?" Se separó de él para mirarlo con algo de recelo.

- " Oh nada, es solo que venía a verte a ti y lo encuentro cómodamente acariciandote." Dijo enojado aunque le sorprendió ver como Han cambió completamente su actitud solo al nombrar a ese chico.

- " Estaba consolandome, somos amigos, es lo que hacen." Dijo Han ahora cruzado de brazos.

- " Puedo tolerar tus celos con cualquier persona pero no metas a Seungmin en esto. Es mi familia.
Además ya te dije antes que no tengo interés en nadie más Minho, ¿Acaso no confías en mí?"
Han estaba enojado, no le gustaba el hecho de que el pelinegro confundiera las cosas, su relación con Seungmin era especial, era como el hermano menor que nunca tuvo, no podía verlo de otra forma.

El pelinegro se arrepintió de inmediato, no quería pelear con Han, menos por culpa de otra persona, es solo que el peligris era único para él, pensaba que todo el mundo vería lo especial que era y tratarían de arrebatarselo pero luego de reflexionarlo un poco ese chico quizás llevaba mucho tiempo junto a Han como para que empezara a gustarle justo ahora que estaba con él. Estaba siendo ridículo. Sus celos eran tontos.

Se acercó a él para abrazarlo de nuevo para no dejar escapar a Han.

- " Lo siento Hannie, tienes razón, me sobrepasé y malinterpreté las cosas. Si confío en tí. " Escondió su rostro en el hombro del peligris mientras se aferraba a él.

Han no podía enojarse con él, Minho había dicho que nunca había estado con alguien antes por lo que todas estas emociones, como los celos, eran nuevas para él por lo que el peligris quiso ser comprensivo.

- " Está bien, está bien." Dijo dándole palmaditas en la cabeza al pelinegro.

- " Solo no olvides que te amo a ti, ¿Okay?" Recalcó el peligris.

El pelinegro se separó del abrazo y dejó un tierno beso en la frente de su novio.

- " También te amo, Hannie." Sonrió enamorado mientras observaba el rostro de su novio.

Han lo miró también pero descendió su mirada al cuello del pelinegro.

- " Ay cariño eso no se ve bien. ¿Te duele mucho?" Han posicionó sus heladas manos en la herida del pelinegro para revisarla.

¿Cariño? Repitió incontables veces en su mente Minho.

Han no se había dado cuenta de lo que había dicho hasta que el silencio de Minho se hizo presente. Cuando lo hizo comenzó a entrar en pánico. Antes de que pudiera retractarse o cuestionarse el pelinegro habló por él.

- " No, estoy bien, no duele. Digo, no me duele. Comí antes de venir aquí porque desperté hace poco." Explicó rápidamente el pelinegro. No quería que el peligris se retractara de lo que había dicho por eso lo interrumpió.

- " Tal vez deberías comer más.." Volvió a dirigir su mirada a la herida mientras posicionaba levemente sus dedos sobre la mordida. Notó como Minho no se quejó o se movió por lo que confirmó que si se había curado un poco.

- " Creo que dejará una cicatriz.." Habló dudoso el peligris.

- " Ojalá. " Se limitó a decir el pelinegro con una sonrisa provocando que Han le golpeara suavemente el brazo.

- " ¿Qué~?" Preguntó riendo Minho.

- " No es la idea Minho, debe curarse para que nadie lo note." Respondió Han.

- " Ya tengo cicatrices, tener una de mi lindo novio sería un honor." Bromeó el pelinegro.

Aunque al peligris le dio curiosidad lo que había dicho el pelinegro, salió de la burbuja en la que se encerraba cuando estaba con Minho y recordó que estaban con los menores.

- " Deberíamos volver con los chicos." Propuso el peligris.

El pelinegro recordó también la situación en la que estaban.
Cierto, Jeongin. Pensó Minho.

- " Claro, vamos cariño." Respondió el pelinegro comenzado a caminar en dirección donde habían dejado a los menores.

Han sintió como la vergüenza recorría su cuerpo pero siguió de cerca al pelinegro con la mirada baja.