Ladybug et Chat Noir: l'aventure continue

Sorpresa de navidad

Todo estaba mal. Todo estaba terriblemente mal.

Mi discusión con Chat Noir había empeorado todo, y aunque por unos días me empeñé en echarle toda la culpa a él, después no tuve más remedio que aceptar que Chat tenía todo el derecho de sentirse como se sentía y que yo tenía la culpa de eso ¿Acaso eso nos sorprende? ¡Por supuesto que no! Al fin de cuentas, las metidas de pata siempre corren por mi cuenta.

En todo caso, era la víspera de navidad con menos espíritu navideño de toda mi vida, y el hecho de que estuviera resfriada empeoraba la situación considerablemente. Mis navidades siempre suelen ser bastantes tranquilas. Con mi familia solemos hacer una pequeña cena, intercambiamos regalos y cantamos algunas canciones. Para mi era más que perfecto, aunque este año en particular me sentía un tanto... desconectada. Normalmente suelo dedicarme las dos semanas previas a la navidad a realizar regalos para todos mis amigos. Este año... Bueno, las cosas eran diferentes. Por esa razón, decidí concentrarme en los regalos que si podía y quería entregar. 

Para Luka había preparado un nuevo estuche para su guitarra, lo había bordado con notas musicales y realmente se veía muy bonito. Decidí también prepararle un regalo a Juleka, un par de collares sencillos pero muy a su estilo. Lastimosamente, perdí la oportunidad de tener un romántico beso bajo el muérdago, pues no quería contagiar a Luka del resfriado. Por otro lado, pensar en un regalo para Kim fue realmente difícil. Mi primera opción era regalarle unas gafas nuevas para cuando practique nuevamente natación, pero era un tema aún demasiado sensible para él; al final opté por regalarle un libro sobre las mejores bromas en la historia... Aunque de antemano debería disculparme con los maestros de la escuela o con cualquier otro tipo de persona que tenga contacto con mi amigo, pero el lado bueno es que sabía que era de las pocas cosas que le gustaba leer al revoltoso muchacho, eso me aseguraba que le iba a gustar su regalo. A los chicos de la nueva escuela les preparé una caja con galletas; la verdad es que aún no somos tan cercanos y estamos en el proceso de conocernos mejor. Por otro lado, preparé ciertos regalos para ciertas personas. 

Si, puede que sea orgullosa y testaruda, pero supongo que al final es una estúpida fachada porque simplemente no pude evitar prepararle un regalo a Alya, Nino y Adrien. Por supuesto que no se los iba a entregar, no estaba segura de que fuera prudente llegar a sus casas y decir "Hey, no sé si me odian, tampoco sé si aún somos amigos, pero ¡Feliz navidad!". Por el momento no les enviaría nada, tal vez después. También tenía un regalo para Chat Noir, pero si darles el regalo a Alya, Nino y Adrien era complicado, dárselo a Chat era una labor titánica.

No pensaría en eso porque una parte de mí guardaba la esperanza de que en un futuro, de preferencia no muy lejano, las cosas estarían mejor con todos ellos; tal vez incluso nos acordaríamos de nuestras peleas como algo absurdo y nos reiríamos de la situación. Por ahora, solo podía disfrutar de la nochebuena con mi familia. Mis padres habían preparado una cena deliciosa con la comida favorita de todos. Pasamos un rato realmente agradable, pero yo estaba esperando con ansias el momento de abrir los regalos. No importa cuánto tiempo pase ni cuantas responsabilidades tenga, mi momento favorito de la navidad siempre serán los regalos. Mis padres me regalaron un hermoso equipo de arte que venía con diferentes pinceles, lápices y boquillas; con esto mis trabajos quedarían muchísimo más pulidos y podría diseñar prendas con más texturas. Luka me obsequió el nuevo álbum de Jagged Stone. Juleka, Rose y Mylène me dieron un bonito kit con perfumes, velas aromáticas y lociones. Kim había insistido en darme el regalo en persona, así que tendría que esperar para saber lo que estaba tramando.

Después de una cálida nochebuena, mis padres se despidieron para irse a dormir, después de todo, habían sido días intensos en la panadería con miles de órdenes de tartas especiales de navidad. Me disponía a hacer lo mismo, pero algo llamó mi atención: había un último regalo muy bien escondido debajo del árbol de navidad. Me acerqué para inspeccionarlo y me di cuente de que tenía una tarjeta con mi nombre. Aparentemente el regalo era para mí, eso era más que obvio, pero no decía de quién era. Con curiosidad lo destapé: era un collar conformado por varias cadenas muy finas con diferentes largos, en las puntas colgaban pequeños dijes en forma de estrella. Era un collar que formaba una preciosa galaxia ¿Quién lo había enviado? ¿Por qué lo enviaba anónimamente? ¿El regalo podría ser de Kim? ¿Esa era la sorpresa que quería darme? Muchas preguntas invadían mi mente. En todo caso, le agradecía a aquella persona misteriosa porque el regalo era realmente lindo.