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«Victoria Echeverría»
Llegamos a la joda desde hace una hora más o menos, todo estaba yendo de lo mejor. Estábamos tomando algunos tragos mientras disfrutamos la música de fondo.
Cómo dije "todo estaba yendo bien" hasta que me choque con una persona de espaldas, me di la vuelta para ver quién era y ví a la peor persona.
Nicolás me miraba de arriba a abajo con arrogancia, gire mis ojos e iba a volver a bailar con Dylan pero Nicolás me frenó.
—¿Que hacés, boludita? Casi me tiras el trago —dijo mientras me miraba mal
—Y bueno flaco, es una joda y todos bailan, no se fijan si el trago de don Nicolás se va a volcar —exclame y note que Nicolás me estaba mirando las tetas, lo empuje y después camine hasta donde Dylan se encontraba.
—¿Te hizo algo? —pregunto Dylan y yo negué
—No, tranqui.
Después de una hora estábamos ya pasados de tragos, el alcohol estaba haciendo el mejor efecto. Con dylan comenzamos a bailar coquetos, el me apretaba a su cuerpo y yo le movía las caderas, todo en joda mientras nos reíamos.
De un momento a otro nos miramos a la cara con una sonrisa, nuestras risas bajaron el tono y Dylan acerco su rostro al mío. Pensé que iba a besar mi rostro como siempre, pero está vez sus labios dieron en mi boca.
No me quedé atras y le respondí el beso de manera rápida, di paso a su lengua dentro de mi boca y me pegue más a su cuerpo gracias a su mano que se apoyaba en mi cintura. Estuvimos así un rato y después seguimos bailando un poco, seguimos con un par de besos hasta que me dió un poco de sed.
—espera un toque, quiero tomar algo —le dije mientras buscaba plata en mis tetas, lo lamento, no tenía bolsillos y eso era la única opción.
—dale, vamos —dijo Dylan mientras íbamos hasta la barra. Estábamos por pedir un trago, pero Dylan hablo —Voy a mear afuera, compra por mientras.
Asentí y lo ví irse al patio, se me habían colado así que tuve que esperar otro rato más. En eso sentí unas manos tomarme con fuerza y llevarme a la rastra hasta los baños.
Vi que Nicolás era quien me llevaba a la rastra, lo empujé y el estúpido me agarró de la cintura acercándome a él.
—¿Que paso con el vestidito negro? —dijo Nicolás mientras me tocaba el culo —en el colegio no mostras nada de esto…
—Soltame, pajero —le grite mientras intentaba alejarme de él.
Nicolás apretó su agarre en mi cintura, después me llevo hasta adentro del baño y comenzó a manosearme cómo un loco.
—¡Soltame! ¡Nicolás, por favor! —le dije empujándolo y pateandolo para safar.
—Ni a palo, mamita, me tenés vuelto loco desde hace rato —dijo Nicolás y yo hacía lo posible para sacarlo de encima mío. Estábamos contra la pared y el me empujaba hasta la esquina del baño.
Sentí que su mano viajaba por todo mi culo y buscaba el hilo de la tanga, saque su mano de ahí, pero fue peor. Nicolás llevo su mano a mi cuello y apretó ahí, después siguió con lo suyo.
—Nicolas, basta, por favor —rogue y el me miró mal.
—Nunca me diste bola a mí, siempre estuviste atrás de todos puta de mierda —dijo mientras subía mi vestido y besaba mis labios
—sos un pelotudo, soltame —le dije mientras trataba de safarme de el, pero su agarre en mi cuello fue peor.
De un momento a otro sentí que la puerta del baño se abrió con fuerza y rapidez provocando que rebote con la pared. Mire con dificultad para ver quienes eran y ví a Sara y Dylan gritar enojados.
Dylan agarro a Nicolás del cuello y lo empujó a la ducha, después comenzó a golpearlo. Tome aire rápidamente y abracé a Sara mientras lágrimas caían de mi rostro.
—Es un hijo de puta. Ahora no vamos, tranquila —decia Sara mientras acariciaba mi pelo.
Note que Nicolás ahora golpeaba a Dylan.
—Decile a Dylan que basta, vamos a casa —le dije a Sara y ella asíntio mientras caminaba hasta Nicolás, lo agarro por la espalda y lo tiro a otra parte del baño.
Dylan se levantó para seguir peleando pero Sara lo freno llevándolo conmigo.
—¡Hijo de puta! ¡Basura! ¡Ya te voy a agarrar!—gritaba Dylan mirando mal a Nicolás, la mirada del rubio había cambiado completamente.
Salimos fuera de la joda, yo iba abrazada a Dylan mientras procesaba lo que Nicolás pudo haber hecho si los chicos no llegaban. Solté lágrimas en silencio y apreté mi agarre al cuerpo de Dylan.
—Esta mal, llévala a tu casa y cuidala, Dylan —escuche decir a Sara — Yo me voy a mi casa, nos vemos otro dia Vicki, ¿Si?
Asentí mirándola triste, ella me sonrió en un intento y después se fue por otra calle. Note que también estaba enojada.
El camino hasta la casa de Dylan fue un poco largo, pero llegamos. Nos acostamos en la cama después de ponernos cómodos.
—¿Querés hablar? —pregunto Dylan y yo negué.
—perdón… —le pedí y el negó mientras me abrazaba.
—Vos no tenes la culpa de nada, hermosa… —dijo Dylan mientras sostenía mi cabeza y dejaba besos en ella —llora todo lo que tengas que llorar.
Le hice caso y me pase la noche llorando, no se en que momento me dormí, pero se que lo hice en brazos de Dylan.
No lo merezco, es muy bueno.
"<3"
Al día siguiente, en la mañana desperté con dolor de cabeza. Me removí en los brazos de Dylan y solté un suspiro cansado.
Cómo mi cabeza siempre me hacía la contra termine recordando lo de ayer, me sentí muy mal y pensé en seguir durmiendo pero después mi cabeza me recordó a mi papá y que estaría enojado si no cumplo con lo que le dije ayer.
Me senté en la cama de Dylan, me levanté en buscá de mi ropa que había dejado por ahí ayer y después caminé hasta el baño. Me pegué una ducha y salí ya cambiada del baño y volví con Dylan, quien seguía durmiendo.
—Buenos días, bella durmiente —le dije dejando un beso en su frente.
El abrió sus ojos con cansancio y sonrió.
—Me duele el cuerpo —dijo mientras se sentaba en la cama.
—Tomate algo para pasar el dolor y después quédate acostado, dy —le dije mientras acariciaba su mano.
El levantó su otra mano y toco las marcas en mi cuello.
—Hijo de puta, lo voy a hacer re cagar —dijo y yo negué
—No te metas en líos por mi culpa, Dylan, por favor —le pedí y el asíntio después de pensarlo un largo rato.—Me voy a casa antes de que mi papá se despierte.
—Bueno, pero antes vení —dijo Dylan acercandose a mí y dejando un beso en mi boca.
Me quedé pensando unos segundos y recordé lo de anoche, dios, la noche de anoche fue tremenda.
Me deje llevar un poco y le respondí el beso.
—Nos vemos mañana en el colegio, dy —dije al separarme de él, después de eso salí de su casa y corrí hasta la mía.
