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Victoria Echeverría»
Volví a mi casa a un paso lento, en mis manos llevaba un trabajo práctico de lengua en el que me había sacado un 9, con esto estoy segura que me dejarían salir tres veces por semana.
Entre a mi casa y limpie el barro de mis zapatillas. Deje las cosas en mi pieza y después busque a mi "papá" por toda la casa, lo encontré en el patio fumando un cigarrillo.
—Mira, me saque un nueve en un trabajo práctico de lengua —llame su atención y le entregué la hoja, el la examinó por un buen rato y después apagó el cigarrillo con ella.
—Te dejo está semana, llegas a hacer algo que no me gusta y no volves a ver la luz del día, Victoria. —dijo mi "papá" y asenti rápidamente.
Llegué a mi pieza, me senté en mi cama y observé la parte quemada de mi trabajo práctico. Solté un bufido cansada y lo guarde en la carpeta, acomode mi pieza y después salí para ayudar a mi mamá a preparar el almuerzo.
Al terminar puse la mesa y los tres comenzamos a almorzar. Lo único que se escuchaba en el comedor eran las noticias y las quejas de mi "papá".
—Mataron a otra pendeja, ¿Viste? —dijo el hombre que más odió mirando a mi mamá.
—Si, que feo —respondio mi mamá en un tono bajo y mi "papá" soltó un bufido.
—No, mira como iba vestida, llevaba una pollera dónde se le veía todo el culo —dijo mi "papá" mientras apuntaba la televisión. —Obviamente se lo busco ella misma.
Ninguna de las dos mujeres respondimos, mi mamá solo asíntio siguiéndole la corriente al hombre de la casa. Cómo siempre.
—Por eso, Victoria. No me gusta que salgas con tus amiguitas porque son todas prostitutas —dijo Carlos, mejor llamarlo así que decirle "papá".
Note su mirada en mi, quería que le dijera algo.
—Si, papá —le dije y metí un pedazo de milanesa en mi boca, no tenía ganas de hablar.
—Cambia las noticias un rato, mujer, no quiero saber nada de las feminazis —dijo Carlos al notar la noticia donde mostraban a varias mujeres hacer una marcha por la chica muerta.
Mi mamá cambio las noticias a un canal de película, pasaban una de acción y Carlos se callo la boca por un buen rato.
Al terminar de comer limpié la mesa y lave los platos, después de eso fui a cambiarme la ropa que use en el colegio a otra más cómoda. Cómo hoy era miércoles iba a aprovechar a salir y contarle a Dylan la buena noticia.
—Vengo en un rato —dije mientras subía el cierre de mi campera y salía de casa.
Caminé hasta casa de Dylan, a mitad de camino me cruce a Nicolás, quien apenas me vio me acorraló hasta una pared para hablar conmigo.
