Capitulo Seis.

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Pov. Adrien Agreste
Desperté gracias a qué algo comenzó a vibrar en el estómago de ___, aparté mi cabeza de su regazo y note que ella seguía completamente dormida, lucía muy linda.

No quería que se despertara así que introduje mi mano en el bolso de su sudadera para sacar su teléfono, no pude contestar la llamada (la verdad me alegra no haberlo hecho), noté que fue mi padre el que había llamado.
Ver eso fue extremadamente raro ya que él nunca llama o chatea desde su número propio, a menos que que sea algo demasiado urgente.

Recordé que mi teléfono se quedó en casa, en el piano, reproduciendo música.
Mi padre le envío mensajes a ___ preguntando si yo estaba con ella, decidí dejar el teléfono en la mesa de noche que está al lado de la cama.

Lo deje y me recosté de nuevo para descansar un poco más, aunque mi tranquilidad no duró nada ya que el teléfono comenzó a vibrar nuevamente, decidí solo estirar mi brazo y apagar el aparato, pero esto no resultó bien ya que cuando presione el botón para apagarlo contesté la llamada.

—¿Señorita Owen?—maldije en mi interior al escuchar la voz de mi padre al otro lado de la línea—¿___?

—Ella está dormida.

—¡Adrien! ¡¿Dónde estás?!

—En casa de mi mejor amiga, ¿Por qué suenas tan alterado?

—¡¿Cómo es qué tú suenas tan tranquilo?!, ¡Escapaste de tú habitación, dejaste tu teléfono aquí!—alejé el teléfono de mi oído, aunque no tenía el altavoz activado los gritos se escuchaban como si tuviera un megáfono—¡Si te ocurría algo no tendríamos como localizarte!

—Pero no me pasó nada, estoy bien padre. Solo necesitaba descansar.

—¿Descansar? ¡Estás en una casa al otro lado de la ciudad! ¡¿A eso llamas "descansar"?!

—No exageres padre... ___ vive a unas cuadras de nosotros, solo necesitaba estar con alguien que pudiera escucharme sin juzgarme ni gritarme.

—¡Podías hablar conmigo! ¡También estás exagerando al insinuar que no sé escucharte!

—¿Exagerando?

—¡Sí, sabes que puedes hablar conmigo si algo no te parece! ¡No hay necesidad de desobedecer!

—Claro, ahora mismo obviamente no me estás gritando—Gabriel no dijo nada hasta después de un par de segundos.

—Le diré a Nathalie y a tu guardaespaldas que vayan a buscarte.

—No, me quiero quedar aquí—aleje un poco más el teléfono esperando que mi padre se alterará de nuevo y comenzará a gritar, como siempre.

—Agh... Entonces mañana temprano irán por ti, solo no vuelvas a salir sin avisar.

Me sorprendió su respuesta y colgó antes de que pudiera agradecer o siquiera decir algo más.

—¿Quién llamó?—cuestionó Bella frotándose los ojos.

—Mi padre, quería saber si estaba aquí.

—¿Qué le dijiste?

—La verdad... Que no quiero alejarme de tí—la abracé de nuevo y ella volvió a acomodarse.

Estábamos volviendo a dormir hasta que tocaron la puerta de la habitación y ___ se levantó para abrir, a este punto ya estaba algo molesto, aún tenía sueño y quería que ella se quedará conmigo, tal y como estábamos.

—No tengo hambre.

—Pero solo comiste la mitad de tu porción, debes cenar algo—escuche cómo Helen regañaba a mi amiga, me levanté de la cama y me acerque a la puerta—sé que quieres estar con Adrien pero no puedes descuidar tu alimentación.

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