e i g h t e e n

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Sintió caricias en su rostro y en su cabello, y una suave voz que tarareaba, sintió el calor de unas manos y su cabeza apoyada en algo así como una almohada, pero más dura y firme.

No fue sino hasta que abrió los ojos que se dió cuenta que estaba durmiendo sobre el regazo de Pietro.

Las manos del menor tomaron su rostro con gentileza, sus ojos lo miraron, Pietro tenía una linda expresión de alivio, sonrió para él.

—Hola —dijo, por lo bajo, su voz fue suave e hizo que el corazón del mayor se comprimiera con amor.

Le dedicó una pequeña sonrisa, algo cansada.

—Hola —dijo, vió los delicados rasgos de su compañero, sus mejillas se marcaban más el ver hacia abajo, donde él se encontraba, sus labios también, su nariz pequeña y sus ojos amables—¿Te he dicho que eres hermoso?

Pietro rió suavemente, sus mejillas tomaron color.

—Casi me matas del susto y me dices que soy hermoso... —murmuró.

Fue cuando Clint recordó, vagamente, lo que había pasado, y al final, su desmayo.

—¿Qué pasó luego?

—Creí que habías muerto —comentó Pietro con una risa vergonzosa—. Fue lo primero que pensé... Pero tú corazón —llevó una mano al pecho de Clint, sintiendo el golpeteo de este—. Seguía latiendo, fue lo primero que escuché y bueno... Tuve que calmarme y te abracé hasta que estuve un poco mejor... Luego te acosté para que pareciera que sólo estabas durmiendo, ibas a despertar en algún momento.

Clint tomó la mano que el menor tenía sobre su pecho, cubriéndola completamente con su mano.

—Has sido valiente, Pietro... Me siento orgulloso de ti.

Pietro sonrió con vergüenza.

—Tú has sido más valiente que yo... Lo que hiciste... Quería estar dentro para golpearte, idiota —rio un poco—. Y creo que por fin una de tus teorías... Fue acertada, aunque no sé qué pasará ahora. Ya descubrimos lo que hacen, ya no es divertido.

—Esto va a terminar, Pietro. Y regresaremos al mundo real.

Pietro hizo una mueca.

—¿Qué pasa?

—Tengo miedo de que no seas real... O que yo no sea real.

Se miraron un momento sin decir nada, sus ojos se conectaron, prometiéndose miles de cosas en silencio que no sabrían si podrían cumplir.

—Pase lo que pase... —murmuró Clint—. Te amo, y es de lo que estoy más seguro que es real.

Pietro sonrió y asintió.

—Yo también te amo.

Lovely ¦ Hawksilver AUWhere stories live. Discover now