Capítulo 7

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Eran los preparativos para la boda, los días pasaron rápidos sin que Mal se diera cuenta, nuevamente sintió esas emociones que la consumían negativamente.

El pastel, las decoraciones, las mesas, la cena, el vestido. Todo eso lo estaba organizando junto a Ben, bueno, más Ben que ella, ya que el muchacho estaba más emocionado por la gran boda real que estaba planeando, por esto es que ella le dejó todo eso a Ben, él sabía más de esas cosas que ella, y parecía haberlo planificado desde mucho antes.

Mientras tanto por otra parte la chica que ojos verdes se encontraba en la casa de Evie, probandose el vestido de novia que usaría el día de su boda, no se sentía bien ni tampoco cómoda haciendo esto y Evie lo notó, con una sola mirada conocía lo que su mejor amiga debía estar sintiendo.

—Mal... faltan pocos días para la boda real... todavía hay tiempo para que te arrepientas...— Evie dejó las tijeras a un lado y la observó

—La decisión ya está tomada.— respondió sin más algo apagada la chica de cabellos morado

—Si pero...

—Ya le dije que si a Ben, ya tiene casi todo listo y tú ya hiciste este vestido de bodas... no tiene caso renunciar a una decisión que ya tome...— respondió sin más, no tenía ganas de hablar y discutir del tema

—¿Mal no aprendiste lo de la última vez? Cuando escapaste de la isla por pretender algo que no eres y por estar bajo presión por culpa de Ben, por complacer sus deseos. No puedes casarte con él si no quieres ¿O que sigue? ¿Volveras a abandonar Auradon y escaparas a la isla de los perdidos donde está vez te esconderas a tal punto de que esta vez no logremos encontrarte con facilidad?.— Evie intentó hacerla abrir los ojos de la realidad, sabía que Mal no quería casarse, se notaba desde lejos, o al menos ella lo notaba, tenía que evitar que su dragon morado cometiera el peor error de su vida

—No quiero hablar de este tema Evie.— murmuro esta vez con tono cortante

—Es que tenemos que hablar del tema, ni siquiera tú misma sabes del porque dijiste que si, pero yo ahora me doy cuenta de verdad que haces muy mal en casarte con Ben si no quieres eso.— cuestionó Evie y la oji-verde la miro de mala manera

—No sabes nada.

—¿Oh no? ¿Que nose nada? ¿Y que tal el hecho de que estos últimos días antes de que Ben te pidiera matrimonio se notaba que no estabas cómoda con tu relación con él? ¿O que me dices de la vez que me dijiste que intentabas hablar con él para hablar de tus incomodidades pero solo te ignoraba y dejaba esa conversación para otro rato?.— la observó con el ceño fruncido —Conversación que nunca llegaron a hablar.

—Evie, por favor basta.

—Es que simplemente no te entiendo Mal, está vez no puedo entenderte, eres muy difícil pero a la vez intento entender que es lo que pasa por tu cabeza ¿Por que te casaras con él incluso si ni tú misma sabes las razones?. Está más que claro que fue por presión social, pero también estoy segura que aún no has cancelado la boda por otro motivo.— Evie perdió la paciencia, pero más la pelimorada que tenía el labio tembloroso y se giro a encararla

—Talvez me voy a casar con él porque la persona de la cual realmente estoy enamorada jamás correspondería estos sentimientos que yo siento y que nunca sabrá por mi maldito miedo y cobardía.— habló Mal totalmente afligida

—¿A que le tienes miedo? Tienes que decirle a esa persona lo que sientes o jamás serás feliz.— la muchacha de cabellos azules tomó las manos de su mejor amiga pero la oji-verde se zafó rápidamente de su agarré

—No, porque tengo miedo de perder su amistad... tengo miedo de perderla para siempre si no siente lo mismo...— susurró la descendiente de Maléfica temblorosa —Temo a lo que pueda pensar de mi después...

—Nunca sabrás si no lo intentas, al menos inténtalo, ¿Quien sabe si de verdad corresponde tus verdaderos sentimientos?

—¡Maldita sea Evie! ¡Eres tú!... ¡He estado enamorada de ti desde hace bastante tiempo atrás! ¡Tú eres la persona de la cual estoy realmente enamorada!...— confesó la pelimorada de una forma desesperada por no poder ocultar y reprimir más la verdad, quitándose al fin un peso de encima pero a la vez manteniendo ese miedo de como Evie podría reaccionar

Evie quedó en shock por la confesión de su mejor amiga, trato de procesar lo que recientemente Mal dijo, varias emociones encontradas aparecieron en su interior y cuando ella abrió la boca para intentar hablar, se dio cuenta que Mal ya no traía puesto el vestido de novia, sino su ropa normal con la que había llegado a su casa.

—Mal...— Evie intento hablarle pero esta la interrumpió

—Solo deja el vestido en nuestra antigua habitación, allí me quedaré a dormir estos últimos días antes de que me case con Ben, adiós Evie y perdón por gritarte esto.— murmuro Mal sonriendole tristemente bapenada y a la vez derramando lágrimas en sus ojos al ser testigo del silencio de la chica de ojos marrones

—Mal espera.. ¡Espera!...— pidió Evie intentando seguirla pero cuando abrió la puerta de la entrada de su casa, se dio cuenta que la oji-verde había huido del lugar en su moto, dejándola allí sola —Yo... también estoy enamorada de tí...— susurró Evie soltando una lágrima

No era pena lo que sentía, si no enojo consigo misma por no darse cuenta de lo que Mal sentía por ella desde hace mucho tiempo, pero pronto varios recuerdos de ellas tanto en la isla como en Auradon vinieron a su mente.

Desde la vez que la maquilló para su cita con Ben, como también la vez que fue devuelta a la isla para encontrar a Mal luego de que ella abandonara Auradon, esa misma noche en la que cantaron una canción única y sentimental juntas, esa química que ambas tenían y sin darse cuenta se demostraban su amor sincero por la otra, todas esas acciones de mejores amigas que usaban para demostrarse cuanto se amaban en secreto, un amor mágico que ambas por su lado querían que algún día fuera real.

Si tan solo... supieran lo que sus corazones le decían, hubieran sabido que esto que sentían, no era ningún sueño fantasioso, era real y mutuo.

Mal le había confesado sus sentimientos a Evie en un grito de desesperación que reprimió por años, como también esos últimos meses en la que había seguido soportando estar en una relación amorosa con Ben cuando ya no se sentía cómoda.

Si tan solo hubiera leído las señales frente suyo la historia sería otra... todo sería diferente y ambas, pero en especial Mal no estarían sufriendo en silencio ni tampoco ocultandose por los prejuicios de la sociedad, el amor era amor, no elegías de quien enamorarte, solo pasaba cuando menos te lo esperabas.

Y el amor entre Mal y Evie era sincero, entre todos los métodos que lo demostraban.

Evie soltó lágrimas y se tomó la cabeza con fuerza mientras la culpa aparecía en su interior, juraría que ahora mismo se volvería loca, a todos les podría pasar en su situación, y estaba segura que no era la única que sentía que se volvería loca en cualquier momento.

Ella intentó pensar con claridad y negó varias veces sacudiendo su cabeza, Evie entró a su casa y lo primero que hizo fue buscar y tomar las llaves de su auto, para luego cerrar la puerta y dirigirse al vehículo con rapidez.

—Tengo que impedir que Mal se case con Ben...— susurró Evie rápidamente subiéndose al auto y arrancando sin más rumbo a Auradon Prep

Esta vez sería egoísta, lo único que tenía en su mente ahora era su felicidad y la de Mal, ya decidida tomó una decisión de la cual jamás se arrepentirá, a pesar de que quedará como alguien egoísta desde la perspectiva y moral de los héroes.





















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