Capítulo 8 - Final

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Ya estaba anocheciendo, toques fuertes y desesperados en la puerta se escuchaban en la habitación, Mal tenía una bata puesta y salió del baño luego de la ducha que se dio, al menos para calmar sus nervios luego de todo lo sucedido en la casa de Evie.

Se maldicio internamente por haberle gritado todo eso a Evie por impulso, incluso pensaba que había hecho mal ya que suponía que la chica de cabellos azules al no decir nada daba a entender que la amistad entre ellas ya no sería lo mismo, y temia a que se acabará por su confesión.

Ella caminó hacia la puerta en donde escuchaba como tocaban de manera desesperada, abrió la puerta y en cuanto vio a Evie allí quiso cerrar la entrada nuevamente, pero la chica de ojos marrones fue rápida y forzó la puerta evitando que Mal lo cerrará, la diferencia de fuerza que ejercía ambas era mucha, que le dio ventajas a Evie la cual aprovechó de entrar a la habitación que antiguamente compartía con Mal, sin hacer caso a las protestas de esta.

—Ay no, okey... ¿Viniste a hablar lo que pasó en tu casa?.— murmuro Mal resignada al ver a Evie dentro de la habitación

—¿Por que nunca me lo dijiste?.— preguntó sin rodeos Evie mirando a su mejor amiga pero esta negó levemente

—Solo olvidalo, lo que dije ahí fue una... estupidez y...

—No te cases con él.— habló Evie interrupiendola y mirandola fijamente, Mal quedó sin habla por lo que le pedía su amiga, no sabía como reaccionar ante eso

—¿Q-Que?...— murmuro la chica de ojos verdes mirando a la descendiente de la reina malvada, no sabía si había escuchado Mal o solo era producto de su imaginación como siempre

—Que no te cases con Ben.— volvió a repetir la Mills aún mirandola manteniendo ese contacto visual con la pelimorada —No eres feliz con él y yo... no puedo dejar que te cases con él... porque... te quiero Mal...— confesó la princesa villana a lo que la pelimorada respiro pesadamente quedándose en shock —Siempre lo he hecho... también estoy enamorada de tí... que siempre haya reprimido este sentimientos por miedo a arruinar nuestra relación y que nos alejaramos porque pensé que no sentias lo mismo es otra cosa...— murmuro Evie observandola mientras se acercaba más a ella —Y jamás dejaría que tomes una decisión de la cual te arrepentirás más tarde, quiero que seas feliz de verdad...

Evie sentía que había sido descarada al pedirle eso Mal, pero no dejaría que se casara con Ben, no cuando notaba lo infeliz o presionada que la descendiente de Maléfica se sentía al lado del Rey, y más por el compromiso que ella aceptó forzadamente por presión social.

Mal se quedó mirando a Evie fijamente, no sabía que decir por la confesión de la peliazul, sintió como esta tomaba sus mejillas suavemente, un tacto que la hizo olvidar sus problemas por un momento.

Un millón de pensamiento pasaban por su cabeza, pero lo que más pensaba era si lo que decía Evie era real, si ella estaba ahora mismo confesandole lo que sentía.

—Evie ¿eres real?.— fue lo primero que preguntó la pelimorada mirandola atentamente

—Lo soy.— murmuro Evie siguiendo manteniendo su mirada en ella —Por favor no te cases con Ben, no lo hagas.— susurró antes de unir sus labios finalmente con los de Mal

La descendiente de Maléfica tardo un momento en corresponder el beso al estar procesando varias cosas en su cabeza, hasta que finalmente tomó la nuca de Evie con sus manos correspondiendo el beso, era uno profundo, necesitado pero sin perder el cariño en el tacto, todos lo que ellas sentían lo demostraban en ese beso apasionado y necesitado que desde hace tiempo sus corazones y pensamientos pedían, era un momento mágico que jamás olvidarian.

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