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caminó con lentitud hacia la entrada de la casa de sus amigos, quiso tocar, pero sólo tomo la copia de la llave que ellos le habían confiado y abrió la puerta con ésta.

entró en silencio, dejando su abrigo en uno de los percheros.

habían pasado demasiadas cosas en tan solo un día.

siendo sincero, jamás pensó que encontraría a su predestinado y mucho menos después de lo que le pasó. pero, si algún día esto sucedía, tenía la esperanza de que fuera alguien cálido, cariñoso y bueno, que en verdad pareciera que es su alma gemela.

pero, ¿bang chan? él era todo lo contrario a lo que minho esperaba. era frío, controlador, mujeriego y, en sí, un alfa con el que jamás estaría o planearía estar. y ahora, lo más probable, es que sería obligado a estar con él y ser infeliz en lo que le queda de vida, si es que no se arrepentía después de lo que le dijo.

esperaba que sí.

dió algunos pasos hacia la cocina, percibiendo el aroma de... ¿lasagna, tal vez? estuvo a punto de entrar, pero paró de inmediato en cuanto escucho risas venir de la misma.

se apoyó en el marco de la puerta, observando cómo taeyong reía a par de doyoung; parecían estar jugando con la comida, se daban varios pequeños besos de vez en cuando y se empapaban las mejillas de harina, sus risas aumentando cada vez más. tragó saliva cuando el rubio abrazó por detrás a su pareja, y dejaba piquitos en su cuello, mientras el otro intentaba limpiar el desastre que habían hecho.

era tan doméstico, una escena tan hogareña, que decidió simplemente dar la vuelta y salir lo más pronto posible de la cocina.

estaba harto de causar disgustos en aquella pareja, harto de ser un estorbo para todo el mundo.

sabía muy bien que las últimas peleas que habían tenido era por su culpa, sólo su culpa. inclusive había notado que taeyong estaba teniendo alguna especie de celos con él, lo más probable por pasar tanto tiempo con doyoung o...

solamente taeyong no lo quería más en en esa casa, o al menos no su omega. minho lo entendía, el omega de mayor lo sentía como una amenaza para su alfa.

gruñó y subió las escaleras hacia el segundo piso de la casa, jaemin siempre se encontraba dormido cuando llegaba.

en cuanto estuvo arriba, pasó por una de las pocas habitaciones con sumo silencio, viendo a su pequeño cachorro dormido en una cuna que él mismo había traído, ya que jae mayormente se la pasaba en la casa de sus hyungs.

se acercó hacia él y se sentó en la silla que estaba al frente de la cuna, no pudo evitar que una suave sonrisa se posara en su rostro. su pequeño bebé tenía sus manitos apretadas en puños, con casi toda la manta que tenía cubriendo su diminuto cuerpo, sus labios estaban entreabiertos y sus ojos estaban totalmente cerrados, hundido en su propio sueño.

con uno de sus dedos acarició sus mejillas regordetas y algo ruborizadas, quería llorar.

一 cielo, ¿qué haremos ahora? 一 le dijo en un murmullo, sorbiendo su nariz 一 papi ha estado pasándola mal.

de alguna manera, su cachorro era el único que podía hacerlo sentir mejor en momentos como esos. aunque no pudiese hablarle como es debido, su sola presencia le animaba. aunque jaemin no lo supiese o tal vez no lo entendiera, podía solucionar cualquiera de sus problemas con tan sólo reír o sonreír.

一 tengo que ser fuerte por ti, pero tú también por mi, jaeminnie 一 susurró 一. los dos nos ayudamos mutuamente.

abrió su boca levemente cuando los ojos del cachorro se abrieron con lentitud, pero, sorprendentemente, ningún llanto salió de el pequeño niño.

𝘀𝗼𝘂𝗿 𝗰𝗮𝗻𝗱𝘆,  𝖻𝖺𝗇𝗀𝗂𝗇𝗁𝗈.Where stories live. Discover now