Capítulo 61 - Flashback 8

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Luisita POV

Los días después del accidente fueron bastante duros. Los puntos me tiraban y no poder utilizar el brazo era bastante incómodo, pero las costillas fue lo más doloroso. Una semana después de haber llegado a casa tuve una revisión del médico, quien me recomendó que me quedara lo máximo que pudiera en España antes de volar de vuelta a Los Ángeles para no sobrecargar la recuperación de las costillas.

- Bueno, pues atraso nuestros vuelos un par de semanas más, no pasa nada, hablo con Lourdes y lo arregla todo - dijo Amelia entrando por la puerta de casa.

- Y dale, ¿tú quieres que nos echen a Lourdes y a mí? Que sacas el disco en tres semanas y empiezas la gira en un mes, que no puedes quedarte ni un solo día más - le respondí seriamente.

- Que me da igual Luisita, que no te dejo sola y no te dejo sola, no hay más que hablar. Sin ti no vuelvo - me respondió aún más seria. Esta conversación se presentaba larga. - Ahora mismo llamo a la discográfica y digo lo que hay, les guste o no.

- ¿Les guste o no? Pero vamos a ver, que no podías venir a España dos semanas, que no daba tiempo, y ahora les vas a llamar y decir que te quedas otras dos más, que se aguanten, ¿no?

- Exacto, por fin queda claro mi punto - dijo sacando el móvil de su bolsillo para llamar.

- Amelia, ¡que no puedes! - dije elevando un poco el tono de voz, lo que provocó que me encogiera por el dolor de costillas. Amelia se acercó rápidamente a sostenerme.

- ¿Estás bien? Siéntate anda...

- Sí, ya está, ya se pasa... - la volví a mirar cuando pude respirar con normalidad. - Amor, - intenté tranquilizarme, - no puedes quedarte un día más. Hemos trabajado muy duro para que todo vaya bien, tienes entrevistas y ensayos cada día desde el día 8 de enero. He sido yo quien ha programado tu campaña de márketing durante todos estos meses... Yo comprendo que quieras quedarte y cuidarme, pero tienes una obligación más grande ahora mismo, ¿lo entiendes? - se quedó callada pensando por un momento.

- Lo entiendo, pero creo que quien no me entiende eres tú. Pensé que te perdía. Cuando te llamaba y no respondías pensé lo peor... - hizo una pausa para evitar que le cayera una lágrima.

- Pero no pasó, estoy aquí, recuperándome de unas fracturas - le dije acariciando su mejilla para tranquilizarla. - Será un proceso medianamente largo, pero estoy bien, ahora mismo solo necesito ayuda para unas pocas cosas y mi madre puede ayudarme.

- ¿Te acuerdas cuando hace unos meses te dije que no me imaginaba dejando de ser Carol Rovira? ¿Que si por mí fuera estaría toda la vida encima de un escenario? - Asentí. - Pues es la primera vez en mi vida que me gustaría ser solo Amelia. Tú eres mi prioridad, ni mi carrera, ni mis fans, ni nadie, solo tú - me contestó cogiendo mis manos con las suyas.

- Entonces hazlo por mí, por favor - la miré suplicando con la mirada. - Cuídame haciendo las cosas correctamente, haz tu trabajo y el mío, y tan solo unos días después voy a estar allí. Aquí mi familia me puede cuidar, y sí, me encanta que lo hagas tú y sé que será duro separarnos, pero necesito que por favor vuelvas a LA y te centres en ser Carol. Por favor... - Se quedó otro momento pensando, ahora un poco más largo, suspiró y me contestó.

- Más te vale estar actualizándome tu estado cada hora y hacerme una videollamada cada vez que te toque tomarte una pastilla para asegurarme que lo estás haciendo - me sacó una sonrisa ver cuánto me quiere cuidar. - Y te voy a dejar una cosa muy clara, Luisa Gómez, si alguna vez en tu vida vuelve a pasar algo parecido, lo dejo absolutamente todo, me va a dar exactamente igual el resto de mundo, tu trabajo y mi imagen. Así que más te vale cuidarte - me dijo seriamente, aunque no pude evitar reírme para quitarle dramatismo a su frase.

La cantante y su musa || LUIMELIAWhere stories live. Discover now