La cantante y su musa || LUIMELIA

Capítulo 39

Amelia POV

No me podía creer que Luisita se haya ido de casa así. ¿Por qué tenía que caerle tan mal Sara cuando ni siquiera la conocía? Era la primera persona que conocía en Madrid que no tuviera relación con Luisita y eso me gustaba, la verdad. A veces extrañaba tener amigos con quien salir que no conocieran primero a Luisita o que no fueran mi hermana o mi cuñada.

Miré la hora, ya se me estaba haciendo tarde. Decidí no seguir pensando en Luisita, ya lo solucionaríamos más tarde. Ahora me apetecía saber qué había pensado Sara y quitarme este problema lo antes posible.

Quince minutos después, llegué a la cafetería donde me había citado Sara, quien ya estaba allí esperándome.

-Hola, perdona por hacerte esperar. Normalmente soy muy puntual - se levantó a darme dos besos.

-No te preocupes, acabo de llegar. ¿Cómo has dormido? Tienes mala cara...

-Ya, bueno, no muy bien...

-¿Tanto te ha quitado el sueño esta persona de Instagram? - dijo riéndose.

-Más o menos... Historias mías, da igual.

-No, no, cuéntame. Parece que te afecta... puedes confiar en mí - puso su mano sobre la mía. Le dediqué una sonrisa pero quité mi mano - ¿pasa algo?

-No, es solo... es mi novia, Luisita. A veces es demasiado celosa... - aparté la mirada.

-Sí, me dio esa sensación - comentó.

-¿Cómo dices?

-Bueno, ayer cuando nos despedimos me la encontré y me dejó bastante claro que eras su novia, su propiedad y que no quería que me volviera a acercar a ti.

-¿Eso te dijo? Suena demasiado para Luisita... - no me lo podía creer.

-Sí. Amelia,mira, te voy a dar un consejo: aléjate de este tipo de relaciones tóxicas, te lo digo por experiencia. Tuve una vez una novia que era como Luisita, celosa, posesiva y controladora y consiguió incluso que dejara de lado a todos mis amigos y mis sueños. Y por su parte, tenía plena libertad para juntarse con quien quisiera.

-Bueno, dejemos de hablar de Luisita, ¿sí? Mejor, cuéntame la idea que has tenido para saber lo de esta persona.

Preferí cambiar radicalmente de tema, no me apetecía pensar en eso ahora mismo.

-Bueno, he pensado que quizás sería buena idea que empezaras a hablar con esa persona para saber qué quiere exactamente de ti. Quizás así podrías descubrir algo más. ¿Crees que es un hombre o una mujer?

-Creo que un hombre y, la verdad, me asusta un poco lo que pueda llegar a hacer...

-¿Sí? A mi en cambio me parece que detrás de esto está una mujer...

-¿Por qué lo piensas? - quise saber.

-Creo que esto es demasiado inteligente y cuidadoso como para que lo haga un hombre, ¿no crees? Me parece que cuidar los pequeños detalles en cada foto que toma de ti, expresar sus pensamientos y sentimientos en cada comentario que hace de la manera que lo hace tiene una firma femenina detrás.

-Nunca lo había pensado así...

-Ay, Amelia - volvió a poner su mano encima de la mía - a veces me sorprende que seas una mujer - rió.

En ese momento, alguien se acercó a nuestra mesa.

-Hola.

Me giré y estaban Natalia y Lourdes mirando la mano de Sara sobre la mía, a Sara y a mí de manera extraña.