Todo lo que hago es por amor (Borrador)

18 ! Un plan.

Luzu estaba agotado de estar en esa camilla, pero aún faltaban unos días para que pudiera irse tranquilamente a su casa y por fin buscar a su amigo.

Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de una señora entrando desesperadamente a su habitación mientras dos enfermeras trataban de detenerla.

— ¡mi hijo, mi hijo está desaparecido! — gritaba mientras empujaba a las dos jóvenes mujeres arrodillandose ante luzu quien estaba confundido por la presencia.

— Mi hijo es Quackity Wembley, lo ví contigo, lo ví en la tele, tú estabas con él! — el llanto no podía dejarla hablar en paz, su garganta estaba rota mientras sostenía una foto del susodicho Quackity.

Luzu empezó a llorar al verla, sabía que era la madre de su desaparecido amigo, por fin alguien había llegado a ayudarlo.

— ...Sí. — sonrió mientras le hacia señales a las enfermeras para que no la retirarán aún.

— Él cómo...donde está? — el chico mordió sus labios con fuerza para no caerse ahí mismo.

— No lo sé, señora, Rubén se lo llevó...intenté ir...pero me detuvieron. — la mujer empezó a llorar más fuerte, tanto que las enfermeras si tuvieron que interferir por la salud de luzu, era delicado al sonido.

La culpa lo estaba ahogando, estaba yendo hasta el fondo del mar y no sabía cómo regresar a la orilla.

Pero otra voz lo desconcentraría, parecía un doctor, así que no se alarmó.

— Luzu...— dijo.

Esa voz, lo reconoció de inmediato, no era nadie más que no fuera Mangel sosteniendo un par de libretas en sus brazos.

— ¿cómo...? —

— Shh, nos metimos a escondidas. — susurró lolito detrás de Mangel sosteniendo su espalda.

La cara de Mangel se convirtió en una estresada por la entrada que hicieron.

— Luzu, tenemos que encontrar a Quackity. — sujetaba una mochila llena de ropa de luzu, quien de inmediato sonrió esperanzado.

— Sí. — empezó a llorar en silencio mientras con ayuda se levantó de la camilla, sintió un dolor en su pierna, aún no estaba del todo sana, pero el dolor emocional que le causó esa noche era peor.

Podía soportarlo.

(...)

Había estado tenso debido al asunto de escaparse, pero dentro de un rato ya se acostumbró a la libertad y el dolor punzante desde su pierna.

"Sigh" soltó su boca mientras estaba yendo en el transporte público, se estaba sosteniendo del brazo de Mangel a la par de lolito.

— Entiendo que luzu este sobre mi brazo...pero qué haces tú? — miró a lolito.

— No seas egoísta! — gritaba lolito.

— Y me puedes explicar por qué estamos en el transporte público...? — preguntó Mangel.

— no hay dinero de más. — mencionó.

Luzu estaba feliz de ser soportado por unos de sus amigos, Mangel lo estaba apoyando mientras lolito se esforzaba en hacer reír al ambiente.

Sonrió de forma triste, estaba pensando en todas las posibilidades de que quackity estuviera muerto, pero si así fuera sería su culpa.

Una lágrima de puro dolor recorrió la mejilla derecha de luzu.

— Hey, vamos a encontrarlo. — susurró Mangel cerca el rostro de luzu.

Asintió, por muy poco convencido que estuviera.

Habían llegado a la parada, así que se bajaron hacia la casa de lolito, Mangel no tenía tiempo para limpiar su hogar y luzu no planeaba llegar de la nada.

— Tengo que llamar a alguien. — dijo lolito esperando en la puerta.

Luzu no tenía idea de cómo harían esto, se estaban enfrentando a un psicópata secuestrador que podía matar a la víctima en cualquier momento.

"Inútil." escuchó una voz interior, susurrarle algo en el oído, mientras Mangel iba a la cocina a buscar algo para comer y lolito estaba en una llamada importante; luzu estaba escuchando susurros desde el baño, así que como un alma en pena siguió el camino.

Llegó y cerró la puerta, de inmediato se sintió mareado, no sólo por la sensación de no haber comido hace semanas, si no por haberse mirado en el espejo.

"Si me dejaras ayudarte, ganaríamos." susurraba mientras rasguñaba el vidrio del espejo.

"Luzu, él va a morir."

— paren, por favor. — suplicaba.

"Rubius murió el día en el que empezó a fumar."

Su mente y su cuerpo se unieron, una vez más quería vengarse, no dejaría morir a quackity mientras él viviera.

— WILLY! — luzu escuchó la voz de lolito fuera de la casa, inmediatamente con una mirada que rompería el vidrio se puso la capucha negra de su suéter para así ir a ver lo que sucedía.

Vio a Willy abrazar a lolito con fuerza como si fuera su hermano mayor.

— Luzu...! — Willy pudo ver a luzu cerca de los pasillos del baño, y de inmediato se lanzó a abrazarlo.

Y así fue, estaba en los brazos de Willy, cualquiera lloraría ante la situación por la angustia, pero luzu estaba furioso, y no se dejaría domar por un psicópata.

— Perdón por no haber estado ahí. — susurró Willy mientras casi levantaba a luzu de lo alto que era.

— Por qué estás aquí? — dudó tratando de mantenerse en puntillas.

— WILLY ES UN HACKER! — se metió lolito.

— ...no es eso. — añadió Willy.

— Sigh, tengo la capacidad de poder rastrear los dispositivos de rubius si es que tenemos suerte y averiguamos que sí  se llevó algún teléfono. — luzu no lo entendía, por qué ellos estaban dando todo por quackity? Willy ni siquiera sabía quien era en realidad.

Pero luego de unos minutos logró procesarlo; al que intentaban ayudar era a luzu, no directamente a quackity.

Al menos estaba agradecido de que le pudieran creer, y estaba rezando porque lo apoyaran por muy jodida que estuviera su cabeza ahora mismo.

Mataría al que quisiera interferir, y mataría a rubius, sin importar cuanto rogase.

Su pierna no era lo único que le dolía, rubius pudo haber querido matarlo aunque hayan pasado esas noches, tardes y días apoyándose mutuamente, aunque le ofreció apoyo económico durante el tiempo que sus padres murieron.

Aunque lo haya apoyado ante el asesinato, aunque lo haya defendido; lo quiso matar, y quiso hacerle daño a una persona inocente.

Le dolía su orgullo, le quemaba por dentro, y ese fuego estaba dispuesto a salir disparado hacia Rubén.

No dejaría que nadie que el quisiera muriera a manos de ellos.

De él.