37

260 17 18
                                    

Efectivamente, se les hizo tarde, pero realmente no tenían mucho apuro en volver a la casa, tomados de la mano, cada uno sostenía una lata de alguna bebida, habían visto una película en el cine y el tema de conversación reciente era de aquello.

- No me gustó como termino, no lo entendí. —Dijo Agoti bebiendo su bebida y lanzó la lata a la basura.

- No lo entendiste porque te dormiste a la mitad y luego casi al final, si haces eso obviamente no entiendes, Agoti.

- Perdóname por querer soñar que estoy casado contigo.

- Que payaso. —Dándole un pequeño empujón.

Ambos rieron un poco, la calle era iluminada solamente por los focos de los postes, y apenas habían vehículo transitando, de pronto un fino ruido llamó la atención de Agoti, quien se detuvo un poco y miró atrás, Tabi se detuvo un tanto más adelante suyo.

- ¿Que pasa? ¿Olvidaste algo en el cine?

- No, oí algo. Espera. —volvió atrás, revisando una caja junto a un contenedor de basura.

Abrió la caja, notando a una camada de gatitos pequeñitos dentro de aquella caja, sobre una pobre y desgastada tela que no prometía cubrirlos demasiado del frío, miró apenado a su pareja, quien se acercó a verle con preocupación, notando también a los abandonados felinos.

- Que cruel, no podemos dejarlos aquí.

- Pero tu papá no querrá gatos. ¿O si?

- No lo se, pero no quiero dejarlos aquí, me parte el corazón.

- Mh... Bueno, llevémoslos a mi departamento. Avísale a tu padre que pasarás la noche ahí, sino no nos dará tiempo a irte a dejar.

- ¿Enserio? —se mostró emocionado.

- Sí, dale. Apresúrate antes de que me arrepienta.

Se apartó, realmente el tener que cuidar animales era una gran responsabilidad, más si eran tan pequeños esos gatitos, pero ver a su pareja tan emocionado e ilusionado cargando aquella caja llena de gatitos le hacía el mundo completamente feliz.

...

Llegando al departamento del ruso, Agoti le aviso a su padre que se quedaría a dormir con Tabi, Solazar no se opuso, solo le pidió que obviamente cerraran con seguro la puerta del departamento. Volviendo a los gatitos, Tabi ya los había dejado salir de la caja, apenas eran unas crías, podían moverse con dificultad por su temprana edad de abandono.

- Les haré una camita nueva con una cajita, una almohada vieja y una tela más abrigadora, tú encárgate de que no se hagan pis por ahí. —Dijo Tabi yéndose de la sala a buscar lo que necesitaba.

- Bueno, amor. —le miró irse, luego vigiló a los felinos.

Eran tan pequeños, y cómo les costaba movilizarse aun no fue dificultad para él tenerlos comprobados, se sentó en el suelo, y tomándolos uno a uno los dejó en el círculo que formó con sus piernas, dando pequeñas caricias a los gatitos, no se veían enfermos, pero lo mejor sería llevarlos al veterinario para una revisión.

Hᴇʏ ʏᴏᴜ - [Tabi x Agoti]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang