❝Te juro que te amaré por siempre❞
Los mejores amores empiezan como mejores amigos y ellos siempre han estado destinados a amarse. Pero aunque no quieran aceptar lo que sienten, no podrán cerrar su corazón a lo que no quieren sentir por mucho tiempo...
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Después de una noche donde casi no pudo dormir porque la atormentaron las dudas y recuerdos de esas pesadillas que tuvo con la muerte de su madre cuando era niña. Isabella llega a la sala común por la mañana, con su uniforme puesto y tratando de olvidar el tema para no preocupar a nadie.
Ahí estaba Draco esperándola para ir a desayunar juntos y con una sonrisa se acerca a ella.
— Buenos días, preciosa —le dijo Draco
— Buenos días, amor —dijo Isabella.
— ¿Dormiste bien? —pregunta Draco.
— Sí... ¿Y tú? —le pregunta Isabella.
— Muy bien porque estuviste presente en mis sueños —dijo Draco.
Ambos se sonrieron, entonces Draco la toma con sus manos por la cintura para atraerla hacía él y la besa con efusividad, sin importarle la presencia de todos aquellos alumnos que se reunían en la sala común.
Pero el beso solo dura unos segundos porque fueron interrumpidos por Pansy y Astoria, quien parecía un poco molesta por lo sucedido con Daphne.
— ¡Isabella! —grita Astoria para llamar su atención.
Cuando se separan del beso, vieron a ambas chicas con expresiones diferentes frente a ellos. Pansy no lo admitiría ante su novia, pero enterarse de que Isabella había logrado callar a la bocazas de Daphne ha alegrado su día.
— ¿Es cierto que hechizaste a Daphne? —le pregunta Pansy.
— Seguro Daphne hizo algo porque Isa no haría eso si no lo mereciera —dijo Draco.
— Sí, hechicé a Daphne —contesta Isabella.
— Es mi hermana, Isabella —le dijo Astoria.
— ¿Por qué lo hiciste? —pregunta Pansy.
— Lo siento, Astoria. Pero tu hermana se lo buscó —dijo Isabella.
— Se los dije —comenta Draco.
— ¿Cómo pasó? —le pregunta Astoria.
— Me dijo tantas cosas, pero principalmente fue porque ofendió a mi madre y ustedes saben perfectamente que ese es un tema muy delicado para mi —explica Isabella.
— Lo siento, Isabella. Yo no sabía. Daphne solo me contó su versión de la historia —dijo Astoria.
— No te preocupes, Astoria. Ya pasó —le dijo Isabella.
— ¡Pero Daphne me va a escuchar! —exclama Astoria.
La menor de las Greengrass empieza a caminar a zancadas para ir a buscar a su hermana y reprenderla por su actitud.
— Será mejor que vaya con ella —sonreía Pansy—. Nos vemos en clase.
