❝Te juro que te amaré por siempre❞
Los mejores amores empiezan como mejores amigos y ellos siempre han estado destinados a amarse. Pero aunque no quieran aceptar lo que sienten, no podrán cerrar su corazón a lo que no quieren sentir por mucho tiempo...
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Un par de días después, Isabella caminaba por el castillo cuando vio a Cho y se acercó a ella.
— Hola, Cho. ¿Cómo han estado las cosas? —preguntó Isabella.
— Hola, han mejorado. Supe que le dijiste a Harry que me dieron Veritaserum —mencionó Cho.
— Sí, se lo dije. Disculpa si no lo hice antes, es complicado acercarme a ellos sin levantar sospechas —le explica Isabella.
— No era necesario que dijeras nada. No debiste hacerlo —le dijo Cho.
— ¿Por qué no? —le preguntó Isabella.
— De todas formas Harry ya no quiere saber nada de mi —explicó Cho.
— Pero no fue tu culpa, fue de Umbridge —le dijo Isabella.
— Es mejor que Harry ya no quiera nada conmigo. Yo no merecía como me trataron, Harry me decepcionó mucho —decía Cho.
— Entiéndelo, él creyó que...
— Ese es el problema, no confió en mi. ¿Qué puedo esperar de un chico así?
— Harry estaba molesto, se arrepentía de todo. Debes entender su actitud.
— No, no lo entiendo. Pero, ¿qué hay de ti? También fuiste parte del Ejército de Dumbledore pero no fuiste castigada.
— Al final ya casi no asistía a las prácticas —mencionó Isabella.
— Pero eras parte, todos fueron castigados menos tú y tus amigos. ¿No te remuerde la conciencia? —cuestionó Cho.
— ¡Yo trate de evitarlo! —exclamó Isabella empezando a molestarse.
— Pero no fue suficiente, no lo lograste y la prueba está en las heridas que tardarán en sanar en su manos —le dijo Cho.
Isabella en el fondo se sentía mal por eso pero sabía que había hecho lo posible para evitarlo y aunque no haya sido suficiente, al menos lo intentó y por eso no le remordía la conciencia. Además les había dado a todos y cada uno de los miembros del Ejército de Dumbledore tentáculos de murtlap para varios días.
No iba a permitir que Cho la tratara así.
— ¡No te atrevas a seguir culpándome, Chang! —advirtió Isabella— Para tu información el Veritaserum no es infalible. Funciona con los desprevenidos, los vulnerables y los que no tienen la habilidad suficiente para protegerse contra la poción.
— Algunos magos y brujas pueden resistir sus efectos mientras que otros no. Así como tú. Pudiste haberlo evitado pero tu falta de disciplina metal lo impidió. ¿Te suena el término Oclumancia? Al parecer no —le decía Isabella.
