❝Te juro que te amaré por siempre❞
Los mejores amores empiezan como mejores amigos y ellos siempre han estado destinados a amarse. Pero aunque no quieran aceptar lo que sienten, no podrán cerrar su corazón a lo que no quieren sentir por mucho tiempo...
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Cuando acabaron sus EXTASIS en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechiceria. Isabella se fue a trabajar al Ministerio de Magia junto a Hermione en el Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas. Allí continuaron su trabajo con la P.E.D.D.O, trabajando por los derechos de los no-humanos desfavorecidos, como los elfos domésticos.
Dobby fue nombrado oficialmente Representate de los Elfos Domésticos, recibiendo un salario justo y buenos horarios de trabajo. Dobby aún no podía creérselo, estaba tan contento.
Así Isabella era muy feliz trabajando al lado de su mejor amiga, aunque no necesitara trabajar. Pero había descubierto que eso era lo que quería hacer, ayudar a las Criaturas Mágicas.
Draco, por su parte. Insistió que su riqueza le permitía no tener que trabajar, por lo que prefirió dedicarse a sus aficiones como la colección de artilugios tenebrosos que no utiliza y guarda en vitrinas de cristal. Además de a la alquimia, mostrando así que desea aún más riqueza.
Pero había algo que deseaba mucho más que la riqueza, y era casarse. Por lo que ahora, que ya no estaban en el colegio. Todo estaba bien y ambos se dedicaban a hacer cosas que les gustaban. Ya era momento. Era momento de unir sus vidas en matrimonio.
De manera que Draco se reunió con la directora de Hogwarts para pedirle si por favor él podría llevar a Isabella en los siguientes días a la Torre de Astronomía ya que tenía que hacerle una propuesta y debía ser precisamente ahí. La profesora McGonagall le dio el permiso necesario y después de darle un gran abrazo de felicitación le dijo que esperaba ser invitada a la boda.
Entonces Draco lo planeó todo para que fuera perfecto, incluso averiguó que noche de los siguientes días estaría más estrellado para que la vista fuera maravillosa.
Esa noche, fue a recoger a Isabella al Ministerio de Magia. Tenía la excusa perfecta para que vayan a Hogwarts pero que la propuesta siga siendo una sorpresa.
— ¿Mi padre quiere hablar conmigo? ¿Para qué? —preguntó Isabella.
— No lo sé —repuso Draco.
— ¿Y por qué no me mandó una lechuza para pedirme que vaya al colegio hoy? —inquirió Isabella.
— Creyó que decírmelo a mi seria suficiente, ¿vamos? —le dijo Draco.
— Pero es algo tarde para aparecerse en Hogsmeade —dijo Isabella.
— Eso díselo a mi padrino —dijo Draco.
— Isa, tienes que ir —terció Hermione.
— Sí, vamos —insistió Draco.
— Si tu padre quiere hablar contigo hoy mismo, debe ser de algo muy importante —dijo Hermione, con una sonrisa de complicidad.
