III

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Hyunjin había estado toda la noche llorando, no había cerrado ni una sola vez sus ojos, no podía, no aquí, no ahora.

– ¡Déjame salir, por favor!– Grita con aquellas pocas fuerzas que tenía y se levanta de la cama, acercándose hasta la bandeja que aún seguía en el suelo.– joder, tengo muchísima hambre

¡¿pero y si esta envenenada?!

El chico se le queda viendo unos segundos hasta llevar una de sus manos a su estómago, el cual le pedía aquella comida, resistiéndose a sus necesidades se aleja lentamente regresando a la cama sentándose en el borde, ahora está un poco más calmado que hace unas horas.

¡Vendrán por mí! ¡vendrán por mí!

Llevaba ambas manos hasta su rostro para darse golpes y jalarse algunos mechones de su ya desordenado cabello. No quería dormir, tenía demasiado miedo de lo que pudiera entrar por esa puerta y hacer o deshacer con él.

– ¿Por qué no duermes?– Esa voz ya conocida lo observaba con detención por detrás de la reja, quería saber más de aquel hombre así que se levantó suavemente para poder apreciarlo más de cerca– ¿Por qué no comes algo?

– ¿Me quieres ver la cara de imbécil?– Una carcajada cargada de ironía escapaba de sus labios, no iba a comer esa mierda.– No te importo, no tienes que fingir, ¿Cómo te llamas?

– ¿si te lo digo qué? ¿tu comportamiento vario en algo?

– ¿me crees una puta mascota? Por supuesto que no. No tengo idea de qué clase de veneno puede tener esa comida– Hyunjin se acerca más a la reja y se queda mirando fijamente, intenta analizar lo que querían decir esos ojos.

– Si te hubiéramos querido matar, lo habríamos hecho ya, ¿no te parece? Come, estarás peor si no lo haces.– El mayor traga saliva, se siente incómodo con la mirada del secuestrado.

– ¿cuento tiempo estaré aquí, ¿eh?– estuvo a un centímetro de tocar los barrotes de metal hasta que, sorpresivamente una pistola apunta su rostro, haciéndole retroceder todo lo que había avanzado. – mátame ya

– No seré yo quien te mate, si tocas esta mierda te electrocutas, Hwang

– ¿Sabes todo de mí? ¿Por qué no puedo saber algo de ti?– cuestiona ladeando ligeramente la cabeza, dando un paso hacia delante aun con ese hombre apuntando su rostro.

– Tengo 28 años.– Saca su móvil para aparentemente ver la hora y lo guarda dentro de su pequeño bolso que traía colgado de su hombro.– Ahora quédate en silencio o te ira mal.

Hyunjin se sentía amenazado pero su plan no era demostrarlo y si había que fingir actitudes de Miarda, estaba totalmente dispuesto, aunque en su interior se estaba muriendo

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Hyunjin se sentía amenazado pero su plan no era demostrarlo y si había que fingir actitudes de Miarda, estaba totalmente dispuesto, aunque en su interior se estaba muriendo. Quería saber sobre su hombre, era apuesto, eso no lo podía negar, su cuerpo para ser tallado por los mismos dioses y con esa sudadera negra que andaba se resaltaban más sus músculos.

"¿Qué?"

– Si no me quedo callado, ¿qué? ¿Vas a dispar–

No pudo terminar su frase porque el contrario presiono el gatillo del arma, habiendo una perforación en la pared que tenía a un costado del menor, su respiración se entrecortaba y muerde su labio inferior con fuerza, alejándose con rapidez hasta llegar a su cama y se sienta allí, haciéndose bolita luego, dándole la espalda antes de comenzar a llorar.

odiaba ese sonido, odiaba las armas, odiaba los gritos, odiaba todo. Se hacia fuerte, pero era débil y frágil, era inseguro a cada segundo y cobarde.

– A la próxima, te puedo jurar que ese disparo ira entre medio de tus cejas, cierra la puta boca ¿vale?– El mayor no espera respuestas y sube por unas escaleras que había, dejando a Hyunjin en su soledad otra vez.

Una vez más, una fuerte punzada se hizo presente en su estómago. El hambre que tibia era infernal, así que se limita a levantarse y sentarse en el suelo, comiendo de es plato el cual contenía avena fría y desvaída mientras que de sus ojos continuaba cayendo ese conocido liquido salado.

"Eres un hijo de puta, ¿Quién te creías, ¿eh? ¿el puto amo? No, joder. Deja de fingir, eres una basura y lo más probable es que te maten antes de que tu amado padre venga a sacarte. Mejor sobrevive tu maldito día a día en esta jaula."

Lo que Hyunjin no sabía, era que, al otro extremo de su ubicación, en la ciudad, su padre se encontraba teniendo una fuerte conversación con el jefe de la mafia. Le exigía que le esperara a lo menos otro mes más, que no podía pagar esos millones de la noche a la mañana y que, por favor, le devolvieran a su hijo, pero, por el contrario, Park le insistía que, si en 20 días máximo no le llevaba el jodido dinero, su querido hijito estaba muerto.
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Porfin! Nueva actualización de Rehén próximamente más capítulos :3.

Rehén [Changjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora